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viernes, 13 de febrero de 2015

Histerieta: “Los Que Cayeron de Cabeza” 34ta entrega + Eructo Literario.


                ¡Mis estimados contlapaches! ¡Hasta salpullido me ha salido de la emoción de poder contactaros de nuevo!

                Pues aquí de nuevo, escribiendo con mi sombrerito de palma arrugado tipo Gaspar Henaine “Capulina”, buscando la inspiración que a momentos, parece una amante ingrata y celosa, porque se desaparece por largos periodos de tiempo; hay veces en que utilizando ciertos artefactos, uno puede lograr efectos que rayan en la magia, y si no, pregúntenle a los deportistas… ¿Cuántos casos no hemos visto de que cierto jugador, si no se pone unas viejas y sudadas calcetas, o una playera vieja y llena de hoyos, no puede dar lo mejor de sí en cierto partido? Pues lo mismo sucede con este gato, después de largos periodos de abstinencia creativa: este sombrerito de paja tipo Panamá siempre me ha ayudado a concentrarme. Entra el Hemingway que todos quisiéramos tener, por lo menos, todos los que aspiramos a juntar un par de enunciados con creatividá para contar cosas.


                Más en estos momentos, que flota en el ambiente la enajenación del día del “Amor y la Amistá”, del tipo comercial, se entiende. Las calles y los negocios están llenos de empalagosos corazoncitos rojos que me hastían, por ser un ente solitario. No, camaradas, no me malentiendan, disfruto y mucho mi soledad, es sólo que ver tanta miel en un momento dado empalaga y es de mal gusto, se me figura que es como contar el dinero delante de los pobres. Y eso, bien que mal, me quita el gusto por escribir y por hacer cualquier cosa. La depre se hace presente al no contar, como el Rey David, con una piel joven que le caliente a uno los huesos, y hasta que no salgamos de tan deplorable estado, es decir, hasta que el calendario no cambie al 15 de Febrero, que es considerado como el “Día de los Amantes” (una fecha más de mi gusto), esta modorra mental no se me quitará. Así que he de recurrir a la magia que posee este ítem mágico y poder intentar juntar con algo de creatividá este par de enunciados que son la entrega de este mes.  ¿En dónde nos quedamos? Déjenme revisar… ¡Ya, aquí está! El Aguilita descubre horrorizado el plan de los nahuales para traer a su bwana patrón maestro a éste universo; cae vencido por la  hija del nahual Ixtlicóyotl, líder de los adoradores de Tezcatlipoca y está a punto de sucumbir cuando entra en escena el joven capitán Sánchez, el cual es asesinado por Ixtlicóyotl. La situación se torna desesperada cuando entra en escena Cuauhtémoc Tetepa y Juan Tochtli, tlamahuichihuanis de la orden de Huitzilopochtli (es decir, Campeones Águila o como se les conoce comúnmente, “Caballeros – ¡Eh! ¡Que en el México antiguo no había caballos! – Águila”) cayendo en combate el valeroso Juan Tochtli. Ixtlicóyotl, ante las heridas recibidas por los tlamahuichihuanis, cuando ve entrar al comandante García con el grueso de la tropa, decide escapar para no poner en riesgo la ceremonia de “Ilhuicahua Tezcatlipoca” con la que traerán a su mentor a este universo. (¡Uf uf!) ¡Vayamos ahora a la parte final de este Códice Nueve!










                ¡Hijajayyy! ¡Se nos termina Tzitzimine! ¡En la entrega que sigue, comenzaremos con el Códice 10, el gran finale degustoso! Como dirían en la publicidad de las telenovelas mexicanas: “rumbo al gran final” ¡Já ja ja!

                Todo final de historieta trae consigo una gran angustia. O por lo menos a mí me pasa. Uno se pregunta si se estará al nivel, si el dibujo que uno tiene será el adecuado para llevar a buen puerto tal empresa, si la capacidad propia para diagramar será la adecuada, en fin. Tuve que parar un momento y calcular bien, ya que su seguro servilleta hizo de todo aquí: diseño, diagramación, lápices, entintado, ¡y quería hacerlo bien! ¡No en balde era un proyecto donde había invertido tanto tiempo y esfuerzo y capital también! El resultado, si fue satisfactorio, ustedes me lo dirán, estimados camaradas que me hacen el gran favor de seguir éste humilde cojín.

                Y bueno, mi computadora sigue descompuesta. Y en estos momentos, me hallo trabajando en esta humilde lap que un alma buena regaló a mi hermano H.P., que aunque lenta sirve muy bien para escribir; así que he decidido, en lo que podemos reparar a Chihiro, seguir en esta la hechura de “Hadas”, que ya va en su capítulo final. Y al igual que con la historieta, me genera dolores estomacales… ¿Estará uno al nivel esperado? ¿La forma de narración será la adecuada? Además, también es un proyecto muy largo, y me agradaría mucho poder publicarla, lo que trae nuevos dolores de cabeza y estomacales, al tener que enfrentarse a los editorialistas y libreros, en su mayoría, salvo gloriosísimas excepciones, gente que por cuidadosa, cae en la cuadratura de rechazar casi cualquier cosa. Me da un poco de miedo, realmente. Afortunadamente, y gracias a la tecnología, uno ya no está amarrado a los formatos físicos, y éste Cojín es prueba fehaciente de ello, así que saldrá, por un medio u otro.

                La cosa es no dejar de escribir. Y regresando al asunto del “Día del Amor y la Amistá”, les ofrezco una rimilla que hice sobre los amores desgraciados, los que hay más en esta vida. Espero que les guste:

8 de Febrero de 2015.


Este caracol tiene tiempo
Que camina sobre arena,
Inmensa tierra sin senderos,
Cada grano es un diente, una muela
Que le provoca fiebres,
Que le deja seco
Y en un momento que ya es eterno
Deja de ser caracol,
Es un pedacito de madera.

Es un varado barco que navega
Prendido en llamas, fuego es su vela
Que no enciende ni al viento ni a la tierra
Sino a su propio casco seco, de madera.
Cansado, quiere meterse dentro de la tierra,
Sólo una puntita que descanse apenas;
Pero este mar, esta tierra,
Fría al tacto, indiferente y seca
Le niega molesta el cobijo,
Lo colma sólo de esperas…
Parece, en un momento, abrir un surco,
Una pequeña esperanza
Para cerrarla inmediatamente, grosera.

Este pequeño caracol
Es un ardiente corazón
Que necio, te desea,
Inmensa tierra
Que alguna vez creyó fértil y buena
Y ya no espera…
Quemó sus naves, ardieron sus banderas
Creyendo vivir bajo este sol,
Comer de esta tierra que calcina su armazón.
Ya no tiene ni su esperanza,
Porque esta tierra está llena
De fantasmas y almas en pena.
Por ello se niega a abrirse a éste caracol,
Por ello se niega a albergar su corazón
Que ya no ruega…

Porque sabe bien que a ella le pesa
Sentir la húmeda caricia por su tierra;
Sabe que asco le causa la idea
De que él se hunda plenamente
En el seco, muerto vientre
De esta bella arena.

Caracol, ya no tienes fuerzas.
Incapaz de moverse, espera, aún espera
Ya no a la amada, sino a la luna y las estrellas
Ya que comprende que el desierto
Rechazará mezclarse incluso con sus muertas moléculas.
Incapaz de seguir,
De ella ya no espera,
No le ruega.
Míralo, es un raro ser
Hecho de carbonizada madera.


                ¿Qué les pareció? Es lo único que he podido escribir, y creo sinceramente que ya no debiera tocar ésos temas, pero se me vienen solos… De hecho, lo único que he intentado hacer, es describir con palabras un par de imágenes que se me vienen a la mente. En fin.

                En otros temas, la situación de la nación mexicana sigue de mal en peor. Indignante la actuación de los representantes del gobierno ante la ONU al guardar cínicamente un minuto de silencio por los chicos de Ayotzinapa; representantes de un gobierno fascista que públicamente lamenta y deplora los hechos de la Normal Rural, pero que por el otro, calla y prohíja una corrupción que permite la existencia de grupos delincuenciales en extremo violentos, casi al mismo nivel que los ISSIL. Que tolera que instituciones públicas, como el ejército, la marina y la policía se dediquen a extorsionar y a torturar; que adultera pruebas y destruye escenas del delito para que nadie pueda, en un futuro cercano, saber la verdad de los hechos. Que nombra a amigos como cancerberos del orden público como el caso del jefe de la Contraloría, para que se hagan de la vista gorda ante sus abusos, y que libera a criminales como la Reina del Sur y a Elba Esther Gordillo. Que finge campañas enfocadas a eliminar el hambre, pero de una manera únicamente estética cuando basta caminar por cualquier calle para notar la cantidad de gente que pide limosna. El país está podrido, y la única forma de salvarlo sería crear una nueva república. Y no lo digo sólo porque el maestrazo Toledo, Javier Sicilia y el padre Solalinde lo dicen. Si revisan éste Cojín, verán que soy de ésa opinión desde hace mucho tiempo. Y el último abuso: el encapsulamiento de la marcha de los profesores de la Coordinadora. Y que conste que no son santos de mi devoción, pero si hace un año no les pagan su jornal, creo que en vez de mandar a los granaderos y a la gendarmería a disolver sus manifestaciones, debería éste gobierno mandar gente a investigar quién se está haciendo rico con el salario retenido de los profesores, y encarcelarlo por fraude y enriquecimiento ilícito, y pagarles inmediatamente. Y el gobierno de la Ciudad de México, dizque de izquierda progresista, manda gente al más puro estilo Franco y/o Pinochet a evitar un derecho consagrado en la Constitución: La Libre Expresión.

                Y si, sé que quizá al rato ronden automóviles negros cerca de mi casa por mis comentarios, y sé que quizá, me bloqueen éste Cojín, ya que está de moda acallar cualquier voz disidente, pero mientras se pueda, deberemos comentar la siniestra situación de ésta patria a la que uno ama. Si no fuese esto cierto, sencillamente uno se quedaría callado. En fin, camaradas, que llegó el momento de despedirse. ¡VIVOS SE LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS DE VUELTA! ¡SI EL PRESIDENTE NO PUEDE CON LA VERDAD, O NO QUIERE, QUE RENUNCIE! ¡Hasta la entrega que viene, camaradas y camarodos! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!

miércoles, 14 de enero de 2015

Histerieta: “Los Que Cayeron de Cabeza” 33ra entrega.


                ¡Mis estimados contlapaches! ¿Qué me cuentan de nuevo? ¿Cómo los trata el año nuevo? Este 2015 viene retacado de sorpresas que espero de todo corazón que sean buenas con ustedes y también conmigo.


                Yo sigo atrapado en un problema con mi computadora: resulta que se me coló un malware que me obliga a hacer todo a base de discos DVD en el café interné del buen amigo Pepe Grillo, y de momento no tengo dinero para repararla, quizá hasta dentro de dos meses, ya que ha habido gastos por acá; quería mostrarles un  par de dibujos que he hecho (en realidad son más, como diez hasta este momento) pero como tampoco puedo usar el scanner, nos contentaremos con la entrega de Tzitzimine. Por lo mismo, he de ser breve. ¿En dónde nos quedamos? ¡Ah, sí! El Aguilita se hallaba enfrentándose al nahual Ixtlicóyotl, que había desollado a Andrew y compañía:
















                En esta ocasión, permítanme alterar el orden establecido y darles dieciséis páginas, debido a los retrasos. Esta secuencia me gustó mucho, y me costó como veinte litros de sudor al hacerla, por lo que espero que sea de su agrado. Había una necesidad de mostrar a Ixtlicóyotl en toda su malignidad, y sobre todo, al grado de maldad al que podían llegar sus seguidores, y por ello mi hermano, el argumentista, pensó en la hija de Ixtlicóyotl también como una caníbal, aunque desgraciadamente, la realidad supera con creces nuestra humilde ficción. El rescate era necesario. Siempre nos han gustado a mi hermano y a mí las escenas de rescates, por épicas, además de dar un contrapunto a la historia, aunque en éste caso, el rescate del ahora difunto capitán Sánchez no le salió muy bien. Hay un dicho aquí en México, que reza: “de la raya, nadie pasa”, eso quiere decir que cuando te llega la hora de morir, aunque te pares de cabeza para impedirlo, vendrá la huesuda por ti. Eso es lo que ocurrió aquí.

                Un comentario final, aunque me cueste otro virus: la verdad siempre sale a flote, y nos faltan no sólo 43 muchachos, sino más de dos mil personas desaparecidas en lo que va de ésta desastrosa administración del virrey Peña. Hay testimonios de que fueron las fuerzas armadas quienes se los llevaron. No se puede tapar el sol con un dedo. Esto no es nuevo en éste país, no. Y eso es lo triste, que en pleno siglo XXI la barbarie exista y campee libremente en todo el territorio nacional. Pero lo peor es, quizá, que ésta barbarie de desaparecer gente venga de quien se supone debe protegernos: Las fuerzas de seguridad del país. Por eso digo, y alzo también mi voz con los padres de los desaparecidos, y los padres de la niña Totil, y con todos los padres cuyos hijos han sido secuestrados por mafias prohijadas por autoridades corruptas que únicamente piensan en el cargo como un trampolín para enriquecerse: ¡VIVOS SE LOS LLEVARON! ¡VIVOS LO QUEREMOS DE VUELTA! ¡SI EL PRESIDENTE NO PUEDE CON LA VERDAD, QUE RENUNCIE! ¡Hasta la entrega que viene, camaradas y camarodos! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!


miércoles, 9 de octubre de 2013

Histerieta “Los que Cayeron de Cabeza” 20ª Entrega + 1 Memoria.


Recordando de nuevo El Sismo de México 1985.


2.- El Camino de las Agujas de Obsidiana.


            No puede ser. La calle luce inconcebiblemente vacía, y toda la gente se ha reunido junto a los teléfonos públicos. Las colas son enormes, mientras yo ni siquiera me despido de mis compañeros; tomo mi camino apurado, y enfilo hacia Mérida, para tomar después la calle de Puebla.

            Bajo, pareciera que bajo a un inframundo. Las casas tratan de ocultar las grietas que ahora traviesan sus fachadas, y la gente se halla en la calle, pero me parecen estatuas por la inmovilidad, estatuas que me ven con ojos angustiados, y el silencio es su único eco. Atravieso la avenida Insurgentes, y sin quererlo, impelido por la costumbre, tomo la calle de Colima y de pronto estoy en la cuchilla que forma con El Oro, y veo incrédulo, bajo el sol terrible de ésa mañana, a mi Primaria “Alberto Correa”, caída. Ya no hay nadie ahí, y los muros-ventanas caídos sobre el patio donde en mi niñez jugué y corrí. Caídos, como una prenda de vestir, dejaba al descubierto el interior donde los pupitres soportaban todo el peso de los pisos y donde por gracia de Dios no hubo niños en la hora fatídica. Me detengo un instante, miro y grabo en mi memoria a mi primaria derrumbada, sus lozas como fichas de dominó, unas encima de otras, lozas como de muerto. Sigo el rastro del demonio que nos castigó, siempre bajando (o por lo menos siempre tuve ésa impresión) comprendiendo por fin la magnitud del horror, el tamaño de la bestia que nos azotó, y por todos lados sigo viendo las estatuas, esculturas que me siguen con los ojos. Siento frío. El sol cae a plomo y muerde, pero siento mucho frío. Temo que mi Edificio se halle igual que aquella casa, o ésa barda, derribados por el hacha del demonio que nos quiso destruir.

            Me abrazo a mi mismo. No puedo dejar de tiritar y es entonces que noto los ayes que se desprenden de las esculturas que se paran a mitad de la calle. Todos blancos, todas llorosas, las esculturas se duelen, su piel de caliche se cuartea por las lágrimas, y no tengo fuerzas más que para apoyarme en la pared y dar vuelta a la esquina, donde una voz amiga, la dulce voz de la pintora Elina Cariño me mira con curiosidad desde la ventana de su casa, y me dice: “Cómo, ¿estás?” Y su voz me hace comprender que he llegado a mi casa, y que yo también soy una escultura, blanco de caliche.











3.- En las fauces de Tlazoltéotl.


            No he querido dormir. No he querido quitarme el uniforme. Apenas he probado bocado, y ya es la noche del día siguiente. Son alrededor de las siete de la noche del 20 de Septiembre, y me hallo agotado. Mi hermano decide tomarse una siesta y yo enciendo el televisor para distraerme. Es horrible el sonido de las sirenas y de las ambulancias que a todas horas pasan y me dan la sensación de estar en un sitio militar, en una guerra contra algún enemigo al que no podemos ver. Casi todo el día de ayer y el de hoy han estado diciendo partes de gentes desaparecidas y de edificios colapsados, e imperceptiblemente, un olor dulzón comienza a apoderarse del ambiente. El olor que después se intensificará y no nos dejará en paz por semanas y meses, el olor a la muerte que se desprende como una diáspora de los sitios caídos. Y sin querer pienso en la gente que vivió los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, y se me ocurre que debieron sentir algo muy semejante. Estoy harto de los noticieros, así que al encender la tele, es una bendición que pusieran la serie “Los Monstruos”, ya que me relaja considerablemente las humoradas de Hermann Monster y su familia, hace que baje la guardia.

            Y entonces comienza de nuevo. Ahora es mi casa la que comienza a bambolearse, primero tímidamente, dando tiempo al miedo, al pánico subir por mi espalda hasta mi boca; le grito a mi hermano, el cual se levanta de un brinco, y entonces la bestia, el demonio que nos ataca, suelta toda su furia buscando ahora derribar mi casa. Y ahora es diferente. La primera vez, fue estupor y no comprender lo que pasaba; no, ahora viene corriendo a mi mente todo lo vivido: las escenas de lloro y casas caídas, los reportes del radio y de la televisión de las gentes que se quedaron sepultadas bajo los escombros de su casa o de su trabajo. La mano de mi compañero caído asomando entre las lozas de concreto hambrientas, al que le pusieron un suéter a manera de bandera póstuma, hacen que sienta verdadero pánico, y si no echo a correr, es por que no hay dónde correr, ya que estamos mi hermano y yo en un segundo piso, comunicado con los demás por una endeble escalera de caracol de acero.

            Sólo podemos mi hermano y yo aferrarnos con todas nuestras ganas de vivir, al marco de la puerta. El animal ruge, se bambolea con ferocidad, y es como si estuviésemos en la espalda de algún gigante que brinca queriendo devorarnos: Tlazoltéotl tiene hambre, no le bastan las víctimas que ha cosechado, y viene por mí y mi hermano; agita la casa con verdadera furia, y no sé cuánto tiempo haya pasado, pero parece que al fin se va, con pasos alargados, hacia la noche.

            Y al alejarse, sólo deja al miedo. Ayudamos a bajar a dos personas de la tercera edad que viven en vecindad con nosotros, don Genaro y la señora Margarita, por las fatídicas escaleras de caracol, y siento sus pasos lentos como una cosa que me ata a la tumba. Embotado, sólo percibo la obscuridad y la largueza del corredor por donde ahora tratamos de ganar la calle. Mi hermano mayor llega, y nos da confianza. Me sonríe e indaga por mi otro hermano, y nos ayuda a alcanzar la calle. Afuera todos los vecinos se miran espantados. No faltan las risas nerviosas, cuando mi hermano mayor, que es ingeniero civil, junto a un vecino que es  arquitecto, armados de lámparas se meten al Edificio que ahora parece un ser muerto, lleno de obscuridad. Tardan, y mientras tanto, en las calles de Puebla y Avenida Chapultepec no dejan de pasar las ambulancias y los servicios de emergencia con las sirenas encendidas. Los vecinos de la calle de Guadalajara decidimos dormir ésta noche en la calle, temerosos de que el Demonio regrese. Don Manuel, quien cuida una fábrica de impermeables y ropa industrial, saca generosamente mantas y hules, y lo mismo hacen los dueños y amigos de la Miscelánea “La Oaxaqueña”, que sacan velas y cartones y con ellos armamos un improvisado campamento, y es la primera vez que siento la solidaridad de todos, cuando salen mi hermano mayor y el vecino, para informarnos que el Edificio resistió bien, y que no tiene fallos estructurales, y quienes lo deseen, pueden regresar a sus casas a dormir; pero todos decidimos quedarnos, por lo menos esta noche, en la calle, cobijados por el sentimiento que nos hace gregarios, y que ha hecho que mi especie, la especie humana, haya podido sobrevivir a tantas catástrofes. Sí, pienso en ése momento, que es la unión de todos lo que nos hace fuertes como especie, y reniego para siempre, de la perversa idea de que sólo unos pocos son los que hacen los cambios. Ésa noche sobrevivimos porque nos unimos, y logramos vencer así, juntos, unidos, sin distingos de ninguna clase, la dura mordedura de Tlazoltéotl. Sí, el día siguiente, los pájaros, igual que ayer, comenzaron una vez más a trinar.








            Y bien, ¿Qué les pareció? Como todo ejercicio de memoria, tiene exageraciones y cosas que no pasaron exactamente así, pero he de decir a mi favor, que mi remembranza es sincera. El terremoto de ése 19 de Septiembre, junto con su réplica, fueron de las cosas más espantosas que haya vivido. Y aún así, creo que la réplica fue más espantosa, porque ya traía adentro el bagaje de lo que pasa durante un terremoto, y sentí mucho pero mucho miedo. He quedado traumatizado, como creo que todos los que vivimos ésa experiencia, y hasta el día de hoy, no puedo dejar de temblar frente a un temblor, aunque sea pequeño.

            ¡Bueno, dejemos esto de lado, ya que ha comenzado el Códice Seis de Tzitzimine! Como habrán podido apreciar desde el final del Códice Cinco, el Aguilita se preocupa por rescatar a su amigo el Dr. Yazz-Ot-Tsé, ¿lo logrará? ¡Sigan atentos, que este códice dicta la pauta a seguir en los siguientes!

            Y ya sin más, me despido, camaradas peludos. ¡Sayonara! ¡Hasta la entrega que viene! ¡ACUDE A LOS ACTOS DE APOYO A LAS CAUSAS SOCIALES! ¡APOYA CON LO QUE PUEDAS A LOS DAMNIFICADOS DE LAS LLUVIAS QUE HAN ASOLADO A TODO EL PAÍS! ¡UNA SIMPLE LATA DE SARDINAS SIRVE EN CASO DE APURO! ¡INFÓRMATE! ¡ESTE ES EL MOMENTO DEL CAMBIO PARA ESTE PAÍS! ¡LA PROTESTA CIUDADANA NO ES UN DELITO! ¡LIBERTAD A LOS QUE FUERON APRESADOS INJUSTAMENTE EN LAS MOVILIZACIONES DEL 2 DE OCTUBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!

viernes, 4 de mayo de 2012

Histerieta: “El Ángel Azul” Entrega Final.



Todo lo que tiene un principio, por fuerza ha de tener un final. ¡Hola! ¡Cómo están! Espero que bien, mis estimados camaradas peludos, mis estimadas gatitas ronroneadoras. Pues acá me tienen, jocotriste… Já, la computaloca me acaba de subrayar en rojo este último adjetivo, “jocotriste”. Pero es verdad, me hallo triste por la cosa de que “El Ángel Azul” llegue a su final, pero también me hallo contento, porque al fin pude darles a conocer mi último trabajo historietístico. No les hecho rollo, eso lo dejo para más adelante, ¡disfruten el final del “Ángel Azul”!:











                ¡Y e…e…e…eso es todo, amigos! ¡Ta-ta-ta-tá-ta-táaannn…! ¡Kaputt! ¡Finito est! ¿Qué les pareció? Espero que me manden sus comentarios, ya que las telefonistas están con las líneas abiertas y no se apuren, ¡porque les pienso pagar doble turno! ¡Já ja ja! Y bueno, ahora sí, ya para terminar, déjenme comentarles que ya estoy haciendo el video promocional del Ángel, apenas llevo dos tomas, ¡y Dios mío! ¡Es terriblemente repetitivo hacer animación! Y harto tardado también. Proyecto que durará cerca de cinco minutos, de los cuales apenas llevo veinte segundos, con una friolera de cien dibujos ya hechos, y los que me faltan. A ver si me animo y les pongo un cachito… O no, mejor no, mejor lo dejamos para cuando se los ponga completo, para que quede como “material adicional”. ¡Já ja ja!

                Y que les comento… Pues nada nuevo, camaradas, las politiquerías de siempre. Tema que me apasiona harto gacho, y a últimas fechas más gacho que harto, aunque a decir verdad, también estoy harto de los malos manejos que se hacen en este país en todos los niveles, seas gobierno o no. ¿Qué por qué digo esto? Nada más vean el horrible descuartizamiento de los niños de Tabasco. El hecho es horripilante en su naturaleza misma, y está por demás decir los pormenores, porque en todo el internet están. Lo que convendría, y es lo que voy a tratar de hacer un poquito aquí, es ver las causas, y hacia donde nos lleva esta violencia con un sentido, ¡oh, sí! Nadie descuartiza a unos inocentes niñitos sin tener una motivación, que es a todas luces satánica, ya que no tiene ni un rastro de humanidad ni de amor hacia el género al que pertenecemos. Lo triste, es la actuación de las autoridades tabasqueñas (del PRI, por supuesto) que en vez de salir como sabuesos y buscar encarnizadamente a los responsables del monstruoso acto para hacer justicia y que con ella, prevalezca la paz, lo primero que hacen es buscar chivos expiatorios, ¡en la misma familia! ¿Qué ganaba el hermanito mayor de las criaturas asesinadas con matarlos? ¡Nada! Y lo más ofensivo: abusando de la necesidad de la madre, le ofrecen dinero para que no haga borlote. Más cínico no se puede ser. Ése es el “nuevo PRI”. Y si se fijan con cuidado, camaradas, es el mismo modus operandi de las autoridades en este caso que me ha horrorizado y llenado de indignación, que el de las muertas de Juárez. Lo que me lleva a suponer, camaradas, que las autoridades saben bien quién está detrás de estos casos. Y no soy yo el único que lo dice. Amnistía Internacional lo dice. También la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos. Los gobiernos estatales, y chance el federal, están protegiendo a alguien muy poderoso, ya sea grupo (porque por lo poco que se sabe del caso de Juárez, todo apunta a una secta) o persona. Que se me haga la boca chicharrón, pero no me extrañaría que, ante el acto impune, el o los asesinos tomen valor y comiencen a matar como en Juárez, niños al por mayor.

                Y otra cosa tristemente célebre: Hoy, hubo una marcha de las mujeres violadas por policías en San Mateo Atenco, del Ángel de la Independencia hasta creo que el Monumento a la Revolución. Y esto ocurrió durante el gobierno nefasto de Enrique Peña Nieto, ése hombre que dice que hace falta un cambio en el país, pero demuestra con los hechos, que su cambio es el garrote y la violencia institucionalizada. Por favor, camaradas, ya saben que mi opinión política es el no votar, pero si llegan a votar, ya que es una decisión personal, voten por quien ustedes quieran, menos por ése títere sanguinario. Quién sabe quién es el que esté detrás de ése hombre. Pudieran ser los mismos satanistas que asesinan mujeres en Juárez. No, no nos conviene por ningún motivo que el PRI vuelva a la presidencia. Nuevo PRI, ¡vaya broma!

                Y otro dato del que me acabo de enterar apenas hace unos minutos en el programa de radio-válvula de escape de Radio Red, “Encuentros” con el periodista Ramón Tiesa, es que de todo el dinero que recibe en ganancias la iniciativa privada, el 10% se destina para la consabida “mordida”. Esto es indignante, camaradas, porque nos hace ver hasta qué punto este triste país de México está perdido por la corrupción. Todos pagan mordidas, y obviamente no es a los policías de crucero ni a los patrulleros. Es a secretarías como Comercio. Y si juntan todo esto, amigos, el empobrecimiento que genera males como delincuencia, como pérdida de valores éticos, mas un estado depredado y debilitado por tener al enemigo sobre los hombros, mas una clase empresarial que se hace de la vista gorda y le entra al juego de la corrupción por la rastrera razón de “aquí es así”, mas una delincuencia (no sé si organizada, pero eso sí, muy feroz) cruel que descuartiza a la gente, mas una iglesia mayoritaria como la católica que se hace de la vista gorda ante los pederastas que llenan sus filas, y para terminar la suma del caos, una población indiferente, a la que no le importa nada salvo la liguilla y las telenovelas, una población que se llena de miedo y no se asoma a la calle cuando escucha un llamado de auxilio, una población que mientras tenga un mínimo de confort, le vale lo que pase a su alrededor, ¿qué tenemos? Un país a punto de perecer. Una nación que corre el riesgo de fraccionarse en no sé cuántos estados de aquí a unos cincuenta años, estando las cosas como van. ¿Por qué? Porque a esta sociedad mexicana, la vida le importa muy poco. Si se mueren quemados cincuenta niños de la ABC, si descuartizan a otros cuatro en Tabasco, si te matan por veinte tristes pesos en un pesero, si el vecino golpea a su mujer y no nos metemos, quiere decir que todos estamos contra todos y que nuestra casa está dividida y que por lo mismo, somos vulnerables y caeremos.

                Es un triste escenario, camaradas, pero me parece que se podría hacer algo, y mi propuesta cojinuda, (para que no me digan nomás alborotador, un “grillo” que nomás dice pero que no propone nada) es la que sigue:

a)      Debemos cambiar internamente, debemos preocuparnos por lo que pasa en nuestro entorno o colonia, pueblo, ranchería, lo que sea, y no ser meramente mexicanos del 16 de Septiembre o nada más cuando juega la selección de futbol.

b)      No votar. El día de las elecciones, debiéramos salir todos, y al decir todos, es toda la población mexicana, con cacerolas y llenar las plazas principales de todo el país, para exigir una nueva república, sin que quede nadie del antiguo régimen que lleve huevos de corrupción.

c)       Debemos cambiar la república a un sistema de magistrados, con un presidente y un vicepresidente, y que todas las autoridades sean electas, ¡basta de gabinetazos!

d)      Eliminar todo fuero.

e)      Necesitamos una fiscalía anticorrupción con dientes y que sea autónoma, que sea capaz de armar juicios a cualquier persona por corrupción con pruebas. Que nadie quede impune, así sea un magistrado de la Suprema Corte de Justicia o un supervisor en una tienda de ultramarinos.

f)       Necesitamos un cambio fundamental en el sistema de sindicatos que tenemos, que son una guarida institucionalizada de corruptos. Propongo una comisión de honor y civilidad que vigile que los miembros del sindicato cumplan cabalmente sus funciones y que evite que los puestos se hereden o se vendan. Que todas las contrataciones sean por capacidad, no por compadrazgo.

g)      En cuanto a reforma laboral, debemos tener en claro que el país está prácticamente desarticulado, y que sobra mano de obra. Por lo tanto, es prioritario que la contratación sea abierta, sin requisitos como escolaridad o edad, y que sean las empresas, junto con la Secretaría (o Magisterio) de Educación, quienes den la respectiva capacitación. Se debe respetar la jornada de 8 horas diarias, y propongo bajarla a 6 para hacer que los turnos sean 4 y no tres, para poder contratar más gente y abatir el desempleo.

h)      Si la Iniciativa Privada no puede generar trabajos, debe ser el Gobierno quien los genere, siendo matriz de empresas limpias y socialmente responsables que después se desliguen del estado y formen cooperativas con expectativa de crecimiento. La cosa es comerciar de modo capitalista, con las ventajas de un estado social, en donde lo más importante no sea el dinero, sino la gente, y entendiendo que la fuerza de una economía no está en el ahorro, sino en el gasto, y que el ahorro se dé cuando el país genere autosuficientemente recursos para mantenerse solo, aunque sea alimentariamente.

i)        Urge una revolución de agua. Los japoneses generan agua potable y energía a partir de las mareas. Podríamos explotar ello con todo el litoral que tenemos, además, de hacer una red de agua nacional (basta de regionalismos en materia de agua) que surta de agua a todo el país a modo de acueductos que mantengan interconectadas todas las presas del país , para que los estados ricos en agua, provean de esta a los estados con sequías. Hay que implementar en todas las parcelas del país el sistema de agua por goteo, y responsabilizar a los ciudadanos de la importancia del agua para evitar el desperdicio.

j)        La educación de un país es su llave para el futuro, más que la industrialización. Una de las prioridades del nuevo gobierno debe ser la educación, que debe ser gratuita y laica. Debe verse como una inversión a futuro. Propongo que el nuevo magisterio de Educación, esté en un principio a cargo de las universidades estatales mas la UNAM, IPN, Chapingo y las que se me escapen de momento. Eso nos garantiza una educación ética y mexicanista.

k)      En este sentido, el gobierno debe tener control de los medios masivos de comunicación, (pero no te espantes, Televisa, no te voy a tocar) así que todas las entidades federativas o estados, deben tener un sistema de televisión y radio competitivos y deben ser elevados a cobertura nacional. El gobierno federal debe recuperar aunque sea un canal, aparte del ya existente 22 y el del Congreso. También el gobierno debe tener control de las comunicaciones y de los transportes, siendo de vital importancia recuperar a los ferrocarriles y los puertos.

l)        El campo es importantísimo, ya que de ahí comemos. Se debe dejar de descuidar al campesinado y darles verdaderos apoyos para que primero produzcan, y después se tecnifiquen, además de que deben vivir dignamente y no en casas de palma. Se deben construir caminos, escuelas y hospitales, además de electrificar a las comunidades agrarias aunque estén en medio de la selva o en lo alto de una sierra. Es de vital importancia para no depender del extranjero.

m)    Y creo que el último de momento: la banca privada es una sanguijuela que frena el desarrollo del país. Debemos estatificarla. Si no se nacionaliza, el estado debe tener un banco fuerte que obligue a los empresarios del ramo a dejar de ser banca de especulación y que sea motor de la industria y del campo nacional.

Y creo que ya. Todas estas son ideas que he manejado desde hace tiempo, y creo que algunas podrían servir. En todo caso, el cambio debe ser desde nuestra misma persona, y alzar la voz en nuestra comunidad, y eso va desde reclamar si alguien tira basura en la calle o maltrata a un animal o a una planta, hasta protestar si uno ve a un policía recibiendo mordidas.

        Y ya, camaradas, me he extendido más de lo que acostumbro, así que me despido de ustedes, recalcándoles: ¡SAYONARA! ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE SIGUE!




viernes, 20 de abril de 2012

Histerieta: “El Ángel Azul” 7ma. Entrega.



¡Mis estimados! ¿Cómo les trata la vida? Espero que muy bien, que en estos momentos en que abren este su cojín, estén acompañados de una aromática copa de vino o un café calientito que les ayude a superar los tragos amargos de la vidorria, que, aceptémoslo, no siempre es mala. Lo que a veces es muy malo, es la sociedad. El otro día platicaba con un médico, que vive en la cuadra, y la plática se centraba en algo que yo ya les había comentado desde hace varias entregas, sobre las enfermedades de hoy en día. Es el estrés. Lo que mata actualmente a la gente, no es el colesterol, no es lo que come, es más, ni siquiera la mala calidad del aire. Lo que realmente nos mata, es el mentado estrés. Antes, la gente se comía 30 huevos en una sentada, y no les daban infartos, entonces, eso quiere decir que no era el huevo lo que nos mataba, sino la carga de responsabilidades, el creer que uno vive para trabajar, cuando debe ser lo contrario, uno trabaja para vivir.

                Y sí que es estresante el ambiente en el que uno vive. Mentiras por todos lados, la amenaza constante de perder un precario trabajo, la imposibilidad de hallar inmediatamente uno que sea acorde a nuestras necesidades, la inseguridad… Justamente, acaban de asesinar, hace dos semanas, cuando acababa de ponerles la entrega pasada, a mi vecino de enfrente. Lo asesinaron unos rateros para quitarle su raya. ¿Cuánto valió la vida de este buen hombre, que tenía a su joven esposa y cuatro niños, y con el sudor de su frente estaba costeando su casa con el INFONAVIT? No lo sé. Máximo cinco mil pesos. Eso es lo que valió todas las mañanas de este hombre, eso fue lo que costó la alegría de sus hijos, el calor de su esposa, y las monadas de su perro. Cinco mil tristes pesos, que estos tipejos seguramente ya se quemaron en droga, en mujeres, en alcohol.

                Se puede decir que son cosas que pasan, pero lo cierto es que no debe ser así. No puede ser que eso sea lo corriente. Estamos de plano ciegos y muy estúpidos si creemos que algo así, la catástrofe de que una joven mujer se quede viuda y cuatro niños huérfanos y un perro sin dueño es algo que pasa todos los días. Estamos mal si realmente creemos que eso es así. Por la sencilla razón de que es algo que no debe de ser.
                Lo más triste de este caso, es la orfandad de los niños, la viudez de esta mujer. Y la falta de un castigo para los perpetradores de este crimen. Yo soy, salvo mejor opinión de ustedes, de la idea de que el castigo (porque la justicia exige un castigo, una reprimenda) debe ser proporcional a la falta cometida, para que pueda haber paz. Vicente Fox, en una de sus estupideces habituales, queriendo quedar como un hombre moderno, nos dejó sin la posibilidad de castigar adecuadamente estas cosas, al eliminar del código penal y de la constitución, la pena de muerte.

                Sí, camaradas peludos. Sé muy bien que es un tema polémico, y más en un país como México, donde la justicia se compra, la pena de muerte es algo muy peligroso, pero también es cierto, que nosotros, los ciudadanos de a pié, no tenemos por qué andar pagando impuestos para que mantengan en la cárcel a un grupo de gente que ni siquiera se conduele de las víctimas que deja, no tenemos porqué estar alimentando a un grupo de bestias -porque desde el momento en que alguien, con alevosía y ventaja, toma la vida de alguien sin pensar nunca en las consecuencias, deja de ser humano para volverse una bestia- que no tienen la voluntad de enderezarse, es más, desde adentro siguen extorsionando y lastimando gente y buscando nuevas formas de destruir hogares. La cárcel ya no es un lugar de castigo, es una cueva, un antro para que los maleantes se conozcan y hagan nuevos maleantes.

                Y pasó. Esto es una herida que con el tiempo cicatrizará, un piquete en nuestra trama social, pero lo que llevarán en el futuro esta joven viuda y sus hijitos, sólo Dios y ellos lo saben. Hoy se están cambiando, el perrito Michael ya no me saludará moviéndome la cola y el más pequeño de ésos niños, ya no me dirá que no le dé bolillos a su perro. Descansa en paz, vecino. Dios está mirando y ya viene a hacer justicia, verdadera justicia, no la de nosotros, los hombres que nos corrompemos con triste oro.

                Y aquí tienen la parte que sigue del “Ángel Azul”:










“¡Ése gallo no puede pronunciar la erre!” ¡Ja ja ja! ¡Y empieza la rebambaramba! Pero no se rían, lo que le pasa al doctor Yazz es algo serio. Pierde la cabeza, se obnubila su poderosa mente por uno de los instintos más primarios que existen, además de que es un ser solitario, siempre se la pasa en sus libros y por lo mismo, nunca sintió ése tipo de pasión loca y poderosa por ninguna mujer. En la página 64, pongo una de las reminiscencias de mi niñez, las tiras de rostros de las historietas de superman de Novaro, ¿se acuerdan? Abrían la página con una tirilla con los rostros de los personajes, y a mí me gustaba mucho verlas, además de que muchas de ellas eran buenos estudios del rostro de los personajes. Cuando uno hace una historieta, se supone que se tiene que hacer eso, un estudio de los rostros y de las expresiones faciales, para que a la hora de hacerla, se facilite la ejecución, aunque la verdad, la mayoría de las veces uno se salte eso y la haga en caliente. Lo que sí no puede faltar, es el guión, ya que es el guión el esqueleto de toda la historia.

                Ya terminamos, camaradas, ya estamos terminando con el “Ángel Azul”, sólo un par de entregas más. Ya tiene olor a final, ¿apoco no?

                Y ya para terminar, déjenme comentarles las canalladas que se ven por estos rumbos, donde parece que el IFE y la FEPADE no tienen el poder que declaran. Caminando por la López Portillo, a la altura de Villa de las Flores, me topo de manos a boca con algo que me da coraje, y es que a la pobre gente que hace su lucha por sobrevivir, no sólo les ponen su credencial de pobre, (cosa que ya tiene tiempo, es un chalequillo rojo que el gobierno priista de Coacalco les obliga a usar para que puedan vender chicles y cigarros a los automovilistas), sino que, además, en su credencial de pobre, su chaleco rojo (si no lo tienes, te levanta la camioneta, aunque seas un indígena vendiendo chicles, más fascista no se puede ser) ahora ostenta campaña electoral por Moronatti el priísta. Dejen que pueda, les tomo una foto y se las pongo. Por eso digo que no hay que votar por nadie. Todos son la misma porquería.

                ¡Sayonara! ¡Hasta la entrega que viene! ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS!






jueves, 5 de abril de 2012

Histerieta: “El Ángel Azul” 6ta. Entrega.



¡Mis estimados contlapaches! ¡Hasta salpullido me ha dado de la emoción de estar aquí de nuevo! ¿Qué tal les han tratado los temblores? Han estado harto gachos. Yo como que ya me quedé con la psicosis y siento que a cada rato se mueve todo, pero no. Quizá sólo sea hipertenso y no me he dado cuenta, debo dejar ya de comer tanto huevo y pan, porque azúcar, ya tiene rato que la he dejado, pero entre la manteca hidrogenada y los ácidos grasos poli insaturados del huevo y el queso, al rato voy a estar hecho una piltrafa, con un cáncer o con los riñones destrozados. No, mejor no. Cuando me vaya, no quiero que sea en un hospital, con una embolia o con cualquier otra cosa que me impida decidir por mí mismo si sigo aquí o no. Regresando a los temblores, me late, y espero que la boca se me haga chicharrón, que va a salir un nuevo volcán por ésa zona de Guerrero.

Pero dejemos de lado las cosas tristes. Hay mucho que comentar, camaradas. Ya lo veíamos venir: el mar de comerciales absurdos de los candidotes a la presidencia, cada uno más feo y más torpe que el anterior. ¿Quién les cree, si todos fueron a ver al embajador gringo y al papa? ¿Si el más “radical” de ellos pide perdón por el bloqueo que no debió terminar hasta que saliera FECAL de la presidencia? ¿Ése que se dice admirador de Juárez, pero visita a Benedicto? Muy bonito su comercial, colgándose de las luchas sociales que los mexicanos hemos dado, pero termina con la misma toma del pelón innombrable de espaldas a la gente, en la soledad de la cima. Já. Luego, el panzón copetudo del FRI caminando por calles vacías, en fondos cinematográficos porque no pudo hacerlo al aire libre, y abrazando a gentes escogidas que no huelan feo sin ningún guarura cerca. ¿Quién le cree? ¡Si dejó al Estado de México mal! ¡Si sólo hizo aquí cosas como obras que son necesarias, (y no todas las necesarias, como sanear la policía, hacer nuevos drenajes, crear nuevas vías de comunicación tanto hacia la Ciudad de México como para Toluca) pero no dejó ningún lineamiento político que sirviese de trampolín para hacer las leyes necesarias para convivir en paz, como una ley de condominios y de mascotas, o lograr un pacto estatal que nos permitiese crecer con todo el producto interno bruto que generamos! ¡Seguimos siendo el estado con más asesinatos de mujeres del país! (me niego a decir “feminicidio”, al rato vamos a estar diciendo “negricidio” e “indiocidio”, “niñacidio” y “niñocidio” y otras barrabasadas de ésas) Luego la candidota oficial, toda de luto. ¿Qué mejor México ofrece, si su comercial se halla en tonos grises y tristes? ¿Así quiere ofrecer confianza? ¡No pudo con la Maestra Infernal cuando estuvo en la SEP! Pero el más divertido (díganme ustedes si no) es el del títere de la Maestra Infernal. Van los “muchachitos” como Scooby Doo y sus adolescentes amigos en la “Mistery Machine” recorriendo todo el país en buenísima onda, y hasta asando malvaviscos. Lo que no sacan, es que si hicieran un zoom de ésos malvaviscos, seríamos todos nosotros ensartados y quemándonos en el fuego de su corrupción y su cara dura. Me cae, sólo les faltó sacar a Xoloescuintle Doo, ¡el perro que habla lenguas indígenas! ¡Já! ¡Y que la camioneta se llamara “The Transa Machine”!

Pero no es lo único que molesta en la tele, en el radio y hasta en los periódicos y revistas. Sí, se murió Carpizo Mc Gregor. Pero créanme, camaradas, no fue un buen hombre. Nada más quiso privatizar a la UNAM. Y ahí lo dejo. No digo que su paso por la Comisión de Derechos Humanos fue gris, porque él nunca fue un luchador social, estuvo ahí por imposición presidencial. Y ya.

El otro muerto ilustre fue Miguel de la Madrid Hurtado, y entre sus múltiples monerías, fue volver a privatizar la banca que sabiamente dejó estatificada su antecesor, el ilustrísimo ratero JOLOPO, que aunque ratero, por lo menos era nacionalista. Otra de sus monerías fue no pedir ayuda cuando el sismo de ’85, destruir al Instituto Mexicano del Petróleo, privatizar un montón de empresas estatales que ahorita nos darían la estabilidad necesaria para crecer pese a la crisis del capitalismo, además de que nos dejó sumidos en una crisis económica fuerte, lo que pasa es ya nadie se acuerda de ello porque la crisis heredada por Zedillín fue más catastrófica. Se fue el padre del Neoliberalismo Mexicano que nos empobrece y nos entrega al extranjero, por eso todas las ratas que están en el poder ahora se ponen de pié y le rinden homenaje. Ilustres mexicanos, merecedores de estar en la Rotonda de los Hombres… perdón, “Personas” Ilustres.

Pero volvamos a la Historieta. ¿Cómo saldrá el sabio y venerable Dr. Yazz de su trampa de miel? ¡Vean!:













Charros. Pobre Dr. Yazz. Pero es una historia común, ¿no lo creen? Todos hemos visto algo así alguna vez. Y algunas personas lo han experimentado en carne propia, y la verdad, ha de ser horrible que algo así nos ocurra. Afortunadamente yo no conozco de ello, porque la verdad no sé cómo reaccionaría ante un evento de esta magnitud. En todo caso, ellas corren de mí, así que no he tenido la oportunidad (ni la quiero) de tenerla. Ya mero termina “El Ángel Azul”, poco a poco nos acercamos al final. Si se fijan en la página 55, verán el cartelón con el que yo mismo vi ésa película en el célebre y ya desaparecido cine Electra, cuando había un buen circuito de cines que daban películas de arte, como el Bella Época, el Pecime y las Salas de Arte Alatriste que se hallaban en la Zona Rosa. Después, el Plaza Condesa, antes de que se volviese un antro, trató de hacer lo propio, pero lo mismo, con las políticas neoliberales, ése tipo de cinematógrafos desaparecieron ya que no pudieron con la competencia de las grandes cadenas de cines que nos invadieron con su cine gringo chafa. Yo creía que ésa era el cartel de la película, hasta que también en la Internet me topé con el original, que es el que sigue:


Este es. Dejé la que usé porque ya la había hecho, y además porque es la imagen que me hizo entrar al cine a verla.

Y ya. Déjenme decirles que ya estamos en Semana Santa. Tiempo de vacaciones para la mayoría de los maestros y algunos otros suertudos burócratas. Pero no es sólo tiempo de asolearse como lagartijas en alguna playa, ya sea artificial o natural, sino para que tomemos un poco conciencia de lo que significa realmente: Hace un poco menos de dos mil años, Jesucristo, Dios, vino al mundo a ofrecerse a sí mismo como hombre para cargar en su espalda toda la maldad de nosotros, los seres humanos, para poder limpiarnos y así tener la oportunidad de tener Vida Eterna junto a Él. Todo lo que vivimos, toda la corrupción que padecemos, las escalofriantes noticias de descabezados y niños ultrajados, policías ladrones, soldados disparándoles a la gente que supuestamente debieran proteger, y más aún, todas las escenas dantescas de tanques disparando contra población civil desarmada como en Siria, vecinos asesinando en una orgía de sangre a sus vecinos como en Ruanda, empresas como Coca cola con más poder económico que toda América Central y buena parte de Sudamérica presionando para remover gente que legítimamente fue electa y destruir las esperanzas de pueblos enteros en el afán de satisfacer su avaricia como en Honduras y Chile, empresas mineras que destruyen indiscriminadamente bosques, selvas y matando el piso y el agua de poblaciones enteras sin convidar de ésa riqueza y peor, sin resarcir el daño como pasa aquí en México; naciones poderosísimas que se sientan a decidir tranquilamente el dejar sin trabajo y empobrecidos a miles de personas como en Grecia, y que se tardan meses que son años cuando estás bajo la bota de hierro de tu déspota gobernante como en Mianmar y en Siria, si entran militarmente o no; el que los homosexuales adopten niños, en fin, para no hacérselas larga, toda la podredumbre moral y social que sufrimos en este tiempo, es el gobierno de Lucifer.

Lucifer no es un invento macabro para espantar niños. La Biblia lo retrata perfectamente en Génesis, en Ezequiel, en Isaías, en los Evangelios, y el apóstol Pablo habla de él. Existe. Créanlo o no. Y la Biblia lo describe como “El Príncipe del Mundo”, y como sus días ya están cortos, anda “como león rugiente” buscando despedazar a quien se le ponga enfrente. Y el único que se le ha puesto enfrente y nos ofrece una vía de escape de sus colmillos, es El Señor Jesucristo. Rechazó las riquezas que el mismo Lucifer le ofreció y caminó entre nosotros como el más pobre de los hombres. Fue perfecto en sus caminos, para dos cosas: primero, mostrarnos cómo es que nosotros, los seres humanos, somos capaces de ser perfectos, pese a las presiones del mundo gobernado por Satanás, y el más importante: lavarnos de nuestras manchas, nuestras rebeliones (que el pecado no es otra cosa que eso, una rebelión) para que podamos estar junto a Él en El Reino de Dios.

Como a toda la gente inocente que va a la cárcel, le inventaron un proceso fraudulento y lleno de faltas, para hacerse uno con nosotros, y así poder arrebatarnos nuestras rebeliones y llevárselas con él, a que muriesen en la cruz. Y como muchísima gente inocente, fue crucificado, -es un hecho histórico que algunas religiones niegan, ojo con eso- y resucitó al tercer día, limpio, hecho uno con nosotros, su amada humanidad hecha por sus propias manos, para ascender a la Gloria, al Padre, a quien nadie le ha visto jamás, sólo Él, que es su Igual, cosa que también niegan algunas religiones, ojo con eso también.

Esto es importante, camaradas. Su lugar en la Eternidad depende de su decisión, porque el gobierno de Lucifer está a punto de terminar, y será echado al Lago de Fuego, junto con Nostradamus, y los Profetas Mayas y los extraterrestres que niegan al Señor y los Dianeticos y los que inventan armas y venden muerte en forma de drogas y esclavizan y prostituyen gente y todos aquellos que duden del Sacrificio de Nuestro Señor. Tengan esto en mente por favor, en estos días que deben de ser de recogimiento y no de orgía como muchos propalan a través de la tele y del internet y de los medios masivos de comunicación. La única forma de estar con Él, es decir: “Creo en Jesucristo, que murió por mis pecados en la cruz, y resucitó al tercer día y ahora es Rey. Creo que Jesucristo es Dios”.

Es muy poco, apenas dos enunciados, camaradas, pero en ésos dos enunciados está la llave para  que el mundo y sus penas no sean tan pesados. Y lo mejor, la recompensa: estar junto a Dios, viviendo con él eternamente. No es un mal trato, ¿verdad?

Porque todo se acaba ya. La tierra toda ya está temblando, como dijo Jesús en los Evangelios. Las Potestades de los Cielos ya se están conmoviendo, si no, vean las erupciones y tormentas solares más frecuentes que nunca. La Luna se aleja. Llueve constantemente y muchas poblaciones están inundadas, mientras otras padecen una sequía fulminante como dice El Maestro: “habrá temor de las aguas”, también en los evangelios. Hay rumores de guerras por todos lados; la tecnología, en vez de acercarnos, abre una brecha enorme entre ricos y pobres y la locura destructiva está desatada, y por el contrario, la locura buena, la artística, la que ennoblece al alma, está desapareciendo: para muestra, vean el arte que se produce en nuestros días, y compárenlo con el del Renacimiento… no tan lejos. El de la Ruptura, los gloriosos 60’s. Se lee menos a Dostoievsky, pero se presta mucha atención a porquerías como Harry Potter y El Código Da Vinci.

La gente trabaja mucho, pero la mayoría nos estamos empobreciendo a un paso veloz. No es sólo la crisis del Capitalismo, no. Es la fractura del Futuro y la llegada de la Desesperanza, del ver cada quién por uno mismo, que es lo que quiere Lucifer, para despeñar a más gente con él, ya que mucha gente duda, al ver la maldad del mundo, de Dios. Pero Dios sigue trabajando. Como un buen padre, no se sentará a descansar sino hasta que el último de sus hijos pueda sentarse a descansar junto a Él, y la puerta está siempre abierta. ¿Vale la pena atravesarla? Yo digo que sí. Tengan esto que les digo en mente ahora que estén teniendo su merecidísimo descanso. Y si no, si les tocó la mala de seguir trabajando, también ténganlo en mente.

Y bueno, camaradas peludos, me despido de ustedes, deseando que descansen mucho y se la pasen bien. Nos vemos la entrega que sigue, y no se crean las mentiras que salen en la tele. Todos ésos candidotes no son más que títeres, marionetas de un poder más alto y que ya les dije quién es.

¡Sayonara! ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!

martes, 20 de marzo de 2012

Histerieta “El Ángel Azul” 5ta. Entrega, + Eructo Literario: “Las Últimas Horas del Batallón de los Mártires”.


¿Cómo les fue del temblor? Madre mía, tenía en serio mucho tiempo que no sentía uno así de gacho, me cae que si. Esperaba al camión de la basura, cuando sentí en mis plantas el bamboleo del piso, y la puerta que se mecía violentamente. He de reconocer muy a mi pesar, camaradas peludos, que me puede y mucho el trauma del ’85, pero también recordé que mi Roca es Cristo, y que Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece, y raudo y veloz corrí adentro de la casa en busca de mi madre y de un portafolio donde guardo los documentos importantes, ¡y patitas ‘pa que os quiero! Salimos hechos la mocha a la mitad de la calle.

Y después, lo que sigue en estos casos: encender el radio, que es más confiable que la tele en emergencias así, para enterarnos que el monstruo que nos sacudió fue uno de escala 7.8, casi del mismo tamaño que la réplica del de Septiembre del ’85, por eso lo sentí tan intenso. Lo que siguió, hablarles a los amigos y conocidos para cerciorarme de que todo andaba bien; lo malo, es que el teléfono del Camarada Nalgo está suspendido por falta de pago (¡Cabón! ¡Cómo si tienes para chelas y películas y no pagas tu recibo!) así que, mi estimado Nalgo, si llegas a leer este aviso, ¡llámame! ¡Cabón! Y por último, tomarme un cafecito para relajarme y darme un buen baño ya que estaba mas sucio que un francés (sorry, pero así dice la conseja popular). Y ya por fin calmado, bendito sea El Señor, sentarme a hacer esto que les escribo.

Comprendí inmediatamente o mejor dicho, recordé inmediatamente que la cuerda de uno se acaba en cuando menos se piensa, así que decidí treparme un rato a la computaloca y hacerles esta entrada. Lo de costumbre, camaradas, la quinta parte del “Ángel Azul” con un plus: un cuentito corto que pensaba ponérselos después, pero lo cierto es que la llegada a estas nopaleras de la cabeza de la Gran Ramera, alias Nazinguer, me presiona a publicarlo de una vez, y ahí les va.
















Pobre doctor, sigue atrapado en la trampa de miel. ¿Cómo saldrá de esta? Y ahora, el cuento. Antes que lo lean, quiero hacerles una pequeña advertencia: yo nunca he sido católico, y creo que la religión católica es una monstruosa trampa de Lucifer para atrapar gente necesitada de cariño, porque he conocido mucha gente católica buena, mejores y por mucho que el Papa y los Obispos de ésa Gran Ramera que viene profetizada en Apocalipsis. Y contrario a lo que dicen Los Testigos, (otra falsificación demoniaca, ya que ponderan mas la voluntad y el que por ser Testigo ya te salvaste, dejando de lado al Amor y la Misericordia, de la misma manera que hacen los satanistas) la Salvación es por Misericordia de Dios. No te salvas del Infierno, que no es otra cosa que la eternidad sin Dios, ni por obras ni por pertenecer a una grey, sino por reconocer el Acto de Dios al morir por los pecados de uno, creer y saber que Jesucristo es Dios, no un súper ángel como sostienen los satanistas y los Testigos, y que Dios es misericordioso, prefiere al corazón contrito y amoroso que la Voluntad y la Ambición. Con esto quiero decir que mi humilde punto de vista con respecto al conflicto que vivimos, - porque la guerra que Lucifer sostiene contra Dios es una constante y las ruedas de la Historia así lo demuestran - que va a haber salvos incluso entre los que no adoran al Señor. Resumiendo: no creo en la Iglesia Católica, su Papa y sus Obispos y la mayoría de sus sacerdotes me molestan y mucho, porque son, como dijo El Señor, “sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de inmundicias”, pero me simpatizan mucho los católicos, los que andan a pié y que buscan con verdadera devoción a Dios y no quiero ofenderlos. Tomen este cuento como lo que es: una mera fantasía especulativa. Y si de plano son muy mochos, pues mejor no lo lean. Sobre advertencia no hay chipotes.

Este cuentito está hecho en base de un sueño muy realista que tuve, y que me hizo despertar sobresaltado, y decido publicarlo porque ¿qué tal si pasa de a deveras? Y así pueden decir: “¡yo leí esto primero en El Cojín!” Va.



Las Últimas Horas Del Batallón De Los Mártires.




“Algún día vendrás hacia mí.



Yo, yo lo aseguro.



Cuando nadie se acuerde de ti,



Tu volverás…”



Maria Luisa Landín “Se muy bien que vendrás”.



Basada en un sueño loco pero harto realista que tuve.



23:08 hrs.



Que cansado estoy… Quisiera comer algo, pero me da miedo acercarme, todavía hay mucha gente. Mejor me aguanto. Sí, es lo mejor… ¡Ah, mis pies! Cómo me duelen… Creo que me sentaré un momento, sólo un momentito, sí… A ver, si me cubro la cara con la chamarra, no creo que me reconozcan… Debo calmarme, cálmate, cálmate… Tranquis, ya está obscuro y creo que ya hay menos gente… Sí, sólo cálmate, vas a ver que saldremos de esta… En todo caso, ¿quién ve, quién pone atención a las jetas de los desaparecidos? ¿Cuántos carteles no se cuelgan con las fotos de mil solemnes desconocidos, y la gente pasa y pasa y nadie repara nunca en la jeta que ni siquiera se toma el trabajo de ver, tan solo por si casualidad la ve por ahí? ¿Y quién se graba la jeta de los asaltabancos? Están ahí colgadotes los letreros con las jetotas ésas, y nadie las pela, todos pasan de largo… ¿Quién pone un poquito de atención? ¡Nadie! ¡A nadie le importa un carajo nada! ¡¿Entonces, por qué chingada madre me tiene que pasar esto a mí?! ¡NO HICE NADA! ¡¿Porqué a mí me embarran y me echan junto a todos los cabrones malos y culeros unos hijos de su chingada que por putos miedosos me declaran culpable y me acusan con la secreta sólo por unas habladas que di en nuestra reunión del Grupo Histórico? ¡Malditos maricones! ¡”Del dicho al hecho hay mucho trecho”, como todos dicen! ¡Si realmente hubiese querido hacer lo que dicen que hice, sencillamente no se los hubiera dicho a ellos! ¡Y por una hablada…! ¡Pinches maricones! ¡NO HICE NADA! ¡NO HICE NADA! Cálmate, valedor… Sólo cálmate. Siéntate, y cálmate, cubre tu cara con la chamarra como hacen todos los que se quedan a dormir en la calle. ¿Quién se fija en los vagabundos, de todas formas? ¿Quién es el que ve a un indigente y recuerda su cara? ¡Nadie! Vas a poder salir de esta, vas a ver, sólo hay que tener la cabeza fría y no perderla como el pendejo de Ritssi… Pinche Ritssi, todo esto es su culpa, pendejo Ritssi, ¡pendejo! Pobrecito Ritssi… Con lo puto que siempre ha sido para los madrazos y ahora en manos de esos culeros… ¿Seguirán vivos mi carnal y el pinche Ritssi?



12:16 hrs.



- No mames, no me digas que piensas comprar eso…

- A huevo.

- Ya ni la haces, pinche Ritssi… Bueno, por lo menos así tendrás un recordatorio de que el jodido cigarro es una especie de suicidio lento, un balazo en la frente en cámara muy lentaaa…

- Pero te da clase, y seduce a las viejas. ¿A que no habías pensado en eso?

Ritssi sonríe mientras sostiene en la mano su nuevo juguete. Se halla tan contento, que ni siquiera le duelen los dineros que le ha costado. Sintiéndose un moderno y bizarro Bogart, con una mezcla mayoritaria de Boogie “El Aceitoso” y Majinbú; las ganas se le hacen pocas para sacar un cigarro y encenderlo; lo disfruta en serio y la prueba es su cara sonrosada y feliz, brillante no sabemos si por el gusto o por el sol reflejándose en su precoz calvicie mientras inhala la primera bocanada de este cigarrito que quiere en este momento ser un habano bogartiano. Su mano gozosa, disfruta con el peso y las texturas realistas de su nuevo y flamante encendedor, copia exacta de una pistola automática Beretta calibre .22…

- No mames, güey, que mamón te ves.

- Nomás que te vea un teco con eso…

Bromeamos mi hermano y yo, contagiados de su espíritu manso y a veces un poco infantil por lo juguetón, espíritu que apenas es contenido por el apretado cinturón y su bolsita de plástico de tianguis negra ex profeso para lo que encuentre y valga la pena poseer. No es el caso de nosotros; somos ávidos melómanos, fieles creyentes en la piratería como medio igualador entre ricos y pobres, y vemos estos puestos de discos del metro Balderas como un oasis en este desierto de hip-hoperos, gruperos y rancheritas cursis. Dura sequía cultural empeorada por las modas como el regetón y el merengue mal hecho. Sólo aquí hallamos música que, como dice el Milanés, “compromete nuestro pensar…”

- Mira este… Radaid, y uno del Jaime López, carnal…

- ‘Pérate tantito… Mira lo que encontré… Uno del mismísimo vate Rafael Catana.

- Pero siempre cantó harto gacho…

- Pero sus rolas son buenas, y no me digas que no te gustan… Me pregunto que nos diría si supiese que lo compramos en pirata… Jé je je.

- ¿Y ya no has visto al Catana? ¿No has sabido nada de él?

Dice Ritssi, ahora aburrido. Si no es música gringa de los 80’s le aburre pronto, aunque de principio le guste. Mi hermano y yo lo vemos, y comprendemos que nuestro camarada de toda la vida se aburre. Si no son gringaderas, le llegan los bostezos pronto. Que se chingue, total, el Papa no ha de llegar sino hasta las tres de la tarde, aún tenemos tiempo hasta para echarnos un cafecito, como manda la liturgia de venir al centro…



20:20 hrs.



“Quevoyahacerquevoyahacerquevoyahacerquevoyahacer…”

Como un martilleo esta única frase golpea mi cerebro, llenándolo, inflamándolo y volviéndome irracional. A mi alrededor, los edificios parecen derretirse, las paredes se vuelven una cera negra y ominosa que impide que mis pies se muevan con libertad. Las sombras crecen, se alargan hasta ese cielo negro y ajeno… ¿siempre han sido tan altas las paredes? Nunca vi al centro histórico como este laberinto, nunca sentí tan hostiles sus calles, tan laberínticas… ¡Un laberinto! ¡Dios mío! ¡Estoy atrapado en un puto laberinto! ¡Y yo soy la pinche rata desechable! Que voy a hacer que voy a hacer quevoy ahacer quevoyahacer quevoyahacerquevoyahacerquevoyahacer… ¡No lo sé, con una chingada! ¡HUIR! ¡ESO DEBO HACER! Todos son mis enemigos, todos están mirándome desde el cielo con sus lentes y sus pinches batas asépticas esperando poder agarrarme de la pelada colita y ser el pinche héroe que atrape a esta pinche pobre rata solitaria que soy yo!

Debo calmarme… ¿Qué decía mi carnal? ¡Ah, si! “Usa tu memoria como escudo…” Sí, eso haré… Hasta una rata acorralada puede ser peligrosa… Sí… Necesito un amigo, un amigo de verdad, no esos culeros que me dejaron solo cuando más los necesito… Pinches imbéciles. Dizque vanguardistas, disque muy contestatario su grupito con su blogcito, muy críticos de la realidad actual y sus calzones, pero apenas ven un traje negro y unos lentes obscuros, se los bajan toditos y hasta se abren ellos solos los cachetes… “mariquitas sin calzones, se los quitan y se los ponen”, pinches ojetes. ¿Dónde estarán mis amigos? Los de a deveras, los del P.M.A.A…

El P.M.A.A. Cómo me gustaba ésa chica del P.M.A.A. Con qué ganas gritaba ella, con qué ganas gritaba yo “¡obreros/campesinos/todo el pueblo/al poder!” La veía a ella, y mi fuerza se duplicaba; era capaz de cambiar al jodido y puerco mundo por ella. Por ella, era capaz de correr con esa mantota a contra viento por todo Reforma; con ella, me acordaba de Abril, y Abril era bello, porque ella nació en ese mes, y en la calle codo a codo, éramos mucho mas que dos.

Por ella, era capaz de dejar la casa y el sillón y quemar el cielo si era preciso… Ya. No recordaré su nombre, ni jamás cometeré de nuevo el error de ligar su nombre y su rostro a las calles y a los meses, no… ¿Para qué? Ella sólo fue otro laberinto en donde por pendejo me metí. Qué lástima, cuánta piel echada al fuego y yo, convenciéndome, justificándome que la prefería compartida antes que vaciar mi vida… Basta. Ya no más de pronunciar ése nombre que me robó la alegría y las ganas de cambiar al mundo para los hijos que nunca tuve. Basta.

Pero después de ella, de ésa espina larga y dolorosa, todo se volvió habladuría. Me di cuenta de los engaños, sobre todo el que me hacía a mi mismo y cuando voltee el rostro como hoy hacia la pared, hacia atrás, me di cabal cuenta de que me había hecho viejo, me di cuenta tristemente de todo el tiempo perdido en la vacuidad del desamor, de la hipocresía y el oportunismo que llenan estas organizaciones de dizque izquierda. Já. Ahora se dicen “izquierda democrática”, qué asco.

La izquierda verdadera jamás será democrática, porque la democracia no es más que un medio de control de los capitalistas poderosos, y lo seguiré diciendo aunque me digan que el comunismo “real” nunca funcionó y que soy un dinosaurio en vías de extinción. Así de simple. Podrán cambiar gobiernos e instituciones, pero mientras no cambie el sistema económico, mientras existan empresas más poderosas que países enteros, no puede haber igualdad democrática. La única forma de controlar su poder es con una dictadura comunista. Y ya. Lo malo es que me he hecho viejo, y es difícil en este mundo vacío y hueco ser congruente a los cuarenta por más de diez minutos… Sólo queda hablar. Y creí que sería buena idea entrar a ése grupito de discusión histórica. Sólo para hablar. No se cambia al mundo, pero el corazón se desahoga…

Pinche grupito. Lleno de ateos, agnósticos y librepensadores, todos de acuerdo en que el catolicismo es un freno para el desarrollo de este triste país subdesarrollado. Todos murmurando, todos gesticulando, pero todos espantados cuando cometí la pendejada de dejar saber mis pensamientos en voz alta: “Sería bueno ponerle una bomba al Nazinguer.” ¡Hipócritas! Hasta yo. Yo, que ando de hocicón sin sospechar siquiera que acá afuera aún hubiesen gentes con huevos decididos a poner en práctica sus ideas, pero ¿cómo iba a saber que aún existían más dinosaurios como yo? ¿Y porqué tuvieron ellos que meterme por el culo el enunciado que hizo que todos me tratasen de “duro” y “extremista”? Casi un “Kamarouge” ¿Por qué tuvieron que embarrarme a mí, a mi pobre carnal y hasta al pendejo de Ritssi, al que jamás le han interesado ni la política ni las ideologías? ¡AH!

¿Cómo estarán? ¿Seguirán vivos mi carnal y el Ritssi? La Iglesia Católica no perdona jamás… ¿No fueron ellos quienes inventaron el Garrote Vil, el Potro de Tormento y la Santa Inquisición? Ay. Lo que son las cosas… Si no me hubiese pasado a mí, si me hubiese quedado en casa, dominando mi curiosidad por ver a la gente y al Nazinguer, ahorita estaría celebrando lo ocurrido con una chela… Ya ni modo. Ahorita tengo que calmarme, si conservo la cabeza fría, si consigo pensar con claridad y continúo moviéndome, si no me detengo, seguro que hallaré la forma de burlar el cerco del ejército…



13:20 hrs.



- Y dale con tu pendejada… ¿Para qué teníamos que venir hoy, precisamente hoy, de todos los días? ¡Esto está hasta la madre! ¡Y ya me imagino el Zócalo! Si el Papa va a hablar desde la Catedral… Cuánta pinche gente.

- No digas eso, Ritssi… Esto es histórico. Además, no te quejes, ¿alcanzamos lugar o no?

- ¿Les tomo su orden? –dice la guapa mesera. Le sonrío coquetamente y pido mis enchiladas verdes.

- Pide otra cosa, siempre tienes que pedir enchiladas verdes, es como si vinieras a misa, y en vez de hostia fuesen enchiladas güey; mira, el plato oaxaqueño se ve sabroso. A mí tráigame el oaxaqueño señorita, por favor –apunta Ritssi. Mi hermano bromea:

- A mí tráigame la décima parte de lo que pidieron estos tragones por favor.

-¿Y de beber? ¿Qué les traigo?

-Un café con leche.

- A mí también.

- Un americano para mí, por favor…

- Tenia que ser el Ritssi con sus gringaderas… Mire señorita, entonces van a ser mis enchiladas verdes, dos platos oaxaqueños, dos cafés con leche y un horrorosísimo y amargo café gringo… perdón, americano… -le explico a la mesera mientras no dejo de buscar sus ojos. Está chula la condenada. Quién quita y me resulte lo ligón, ya que me ha sonreído también.

La meserita se va, moviendo sus caderas rítmicamente y la devoro con la mirada. Me cae que está bien buena la condenada. A ver si puedo sacarle su teléfono, pienso mientras Ritssi sigue quejándose de nuestro extraño comportamiento.

- No mamen, güeyes. Neta, ustedes siempre tan comecuras, y ahora resulta que quieren venir a ver al Papa. Me cae que no los entiendo.

- Es historia, Ritssi. ¿Neta, no te da curiosidad? –apunta mi carnal, y como en un partido de pam-bol, me manda la pelota y la juego.

- Además, mira a toda la gente. Ve el ambiente. Los mexicanos no están recibiendo a un líder religioso, ni siquiera a un jefe de estado, no. Están recibiendo a un dios. Aquí te das cuenta de que la historia es cíclica, porque así recibió Moctezuma al Cortés. Así te das cuenta cómo somos de ciegos y olvidadizos, pinche Ritssi. Este catolicismo recalcitrante que impide que el país avance, y la bola de gente que no tiene conciencia, con todo y lo positivo que dijo Octavio Paz que tiene el catolicismo, porque este fanatismo le costó al país la mitad de su territorio cuando los yanquis nos invadieron, y nos costó la guerra de Reforma, y la guerra Cristera, y mientras se recibe como un dios al Nazinguer, al que dejaremos de lado sus pecadillos por ahora, se olvida que fue esta sociedad mocha la que recibió con los brazos abiertos a Maximiliano, y que es esta misma sociedad mocha la que desplaza a campesinos protestantes de sus casas y tierras en Oaxaca, en Chiapas, en Guanatos y en no sé cuantos estados más del país, por el único delito de no ser mochos!

- El viejo cuento de los Conservadores contra los Liberales, Ritssi. Mira hacia afuera y comprenderás porqué no hemos cambiado nada desde la Colonia, por qué somos tan machos como sociedad, por qué se protege con ferocidad el principio de autoridad y la consabida ley del garrote. Viendo a la masa allá afuera, pareciera que aún tenemos a Palafox de Virrey, como si no hubiesen existido nunca Benito Juárez, Lerdo de Tejada ni Lázaro Cárdenas, es más, como si se hubiesen hecho humo Obregón y Calles. No avanzamos porque nuestra casa está dividida, el país adora al Vaticano y al presidente en turno… -Va solo mi carnal, dominando la pelota y me da el pase.

- Pues sí, pero…

- Además, a ti tampoco te caen bien los curas, pinche Ritssi. Siempre los atacas por corruptos, hipócritas y pederastas. –Le disparo a quemarropa a Ritssi, el cual arremete contra su cecina, pasa el bocado y dice:

- De acuerdo, de acuerdo. Pero yo no ando diciendo que le voy a poner una jodida bomba al Papa…

- No mames, pinche Ritssi. Sólo lo digo por decir. Además, ¿en serio crees que ando con una bomba encima? No mames, ése güey es intocable. Aunque quisiera ponerle en serio una bomba, ¿crees que un pendejo solitario como yo podría tener tanta suerte como para acercarme hasta él y dejársela tronar? Dos pinches pasitos, y ya estarían sobre mí veinte guachos madreándome y jalándome pa’ lo obscurito…

- “Entre la chanza y la risa…”

- Sí, pero “entre el dicho y el hecho…”

- Ya cálmense, no se calienten. Además, “del plato a la boca…” –entra oportunamente al quite mi carnal- …está bien que este güey no deja de decir en todos lados que con gusto le pondría una bomba al Nazinguer, pero ni modo que se la aviente con una resortera… Oye, eso estaría muy vaciado. ¡Le avientas la bomba de un resorterazo y nos echamos a correr!

- ¡No mames güey, vas a hacer que me ahogue!

- ¡Pinches burlones que son! ¡Y como hay un madral de gente, echamos al pinche gordo por delante, para que nos vaya haciendo camino…! ¡Já ja ja!

- ¡Eso! ¡Nos abres brecha con tu monumental panzota! ¡Y rodando rodando escapamos por el metro! ¡Já ja ja!



19:15 hrs.



“¿Que quieres?”

- ¡Qué bueno que contestas! Necesitamos que nos ayudes valedor… Nos están acusando de cosas que no…

“Ya deja de hacerte pendejo por una vez. No me llames más aquí. Es más, no vuelvas a llamarme jamás.”

“¿Es ése pendejo?”

“¡Córtalo! ¡Nos va a chingar a todos!”

- ¿Con quien estás? ¡Están todos reunidos, ¿verdad?!

“Sí.”

- ¿Y no piensan ayudarnos?

“No.”

- ¿Que pasó con lo de “Unidos por la Verdad”? ¡Ése es el lema de la Sociedad de Discusión Histórica! ¿Ya se olvidaron de ello?

“Eso valió madres. No me vuelvas a llamar. Adiós.”

- ¡No te atrevas a colgarme pendejo! ¡En serio necesito la ayuda que me puedas dar! ¡No estoy jugando! ¡Se acaban de chingar a mi carnal y a un amigo que nada tiene que ver con nada!

“¿En serio no fuiste tú el del atentado contra el Papa?”

- ¡NO!

“Quisiera creerte, pero la jeta de ustedes y la de tu cuate Ritssi están en todos los noticieros. Ahorita eres más buscado que ni el “Chapo”. Quisiera creerte, pero ni modo. Por andar de hocicón, pendejo. No te podemos ayudar, ni yo ni nadie del grupo.”

- No me hagas esto… No me lo hagas, por favor…

“Es más. La Secreta ya vino a chingarnos preguntando por ustedes. Y son bien jodones, y no tenemos por qué andar aguantándolos nomás por tus habladas. Molestaron hasta a Juan, y ya sabes que por su hipertensión y su diabetes, no puede soportar estas chingaderas. Adiós. Tú te metiste solito en esto, sal tu solo. Adiós. Y no vuelvas a llamar, porque de seguro mi teléfono y el de todos ya ha de estar intervenido.”

- ¡NO ME CUELGUES! Por favor, no me cuelgues… Yo no hice nada, te lo juro que yo no hice nada… ¡No cuelgues! No cuelgues por favor no me cuelgues… La culpa es de Ritssi… La culpa es de Ritssi… Si no hubiese comprado ese estúpido encendedor… Sí, también es mi culpa, soy un hocicón… No me cuelgues, por favor contesta, no me dejes solo, no me dejen solo…



14:52 hrs.



- ¡No podemos avanzar más! ¡Ya no seas terco!

- Compermisito compermisito por favor… Solo un poco mas, un poquito más…

- Mejor vámonos. Hay mucha gente, no se puede ver nada…

- ‘Pérense tantito… ¿A qué venimos al centro hoy, pues? Sólo quiero verle la jeta, nomás la jeta y nos vamos…

La gente nos apretuja y es algo extraño. Toda la masa callada, toda la plancha del Zócalo hasta la madre de playeras blancas, y nosotros con nuestras indumentarias obscuras. Parecemos los arroces de ratón en este costal blanquísimo. Me paro de puntas, levanto la cámara y con ella trato de ver dónde estamos. Allá, frente a Catedral, se alza el entarimado blanco también, como era de esperarse, desde donde va a hablar el líder de la Iglesia Católica. Parece increíble, pero este hombre que estuvo en las juventudes hitlerianas tiene más cartel que… Mejor dejo de pensar. Solo una foto que mostrar en la Sociedad Histórica, y me voy de aquí a cotorrear…

El sol cae a plomo, y en medio de la resolana, las playeras blancas brillan con fuerza, como si de a deveras hubiera algo santo… Qué calor… Parece domingo… Uff… Apenas a dos metros se halla la valla y su toldo que nos separa a nosotros, tristes gusanos, de los VIP’s: cantantes, actorcitos, políticos pese a la Constitución y al Estado Laico, y demás ralea que tienen sojuzgada y atarugada a toda esta pobre gente… Arrr…

Y de pronto, estalla el júbilo general. A fuerzas el Papa ya apareció en el estrado, a ver si puedo tomar una buena foto… ¡No me muevan, chingao! Sí, ése debe de ser el Papa, el “Benevolente” Benedicto, heredero de toda la mugre y asesinatos e inocencias robadas… ¡Ah! ¡Cuánta gente! ¡No puedo ni moverme! Algo me dicen mi carnal y el Ritssi, pero la gritería es tal, que no puedo escucharlos…


18:06 hrs.



- …no debimos venir… Sabía que no debía venir…

- ¡Cálmate! Sólo respira profundo, sólo concéntrate en respirar, amigo…

Ritssi y mi carnal se hallan pálidos, desencajados, la ropa sucia y rota en unas partes por los jalones; tomamos aliento, recargados en esa pared, en ése resquicio de la Plaza de la Computación que para fortuna nuestra, no ha cerrado sus puertas. A nuestro costado, apenas podemos ver a la gente que no deja de pasar, la mayoría con playeras blancas como kukuxklanes por República del Salvador.

- Tuvimos mucha suerte al poder escapar… ya, no nos recriminemos; tenemos que estar juntos si queremos salir de ésta…

La gente camina de aquí para allá, muchos espantados, algunos llorando a moco tendido; otros muchos enojados, con la ira desbordándose por sus ojos encendidos y por su boca en forma de leperadas:

- ¡Hijos de su pinche y culera madre…! ¿Cómo se atrevieron a levantar su pezuña contra el santo padre?

- ¡Herejes!

- ¡Malditos! ¡Mil veces malditos! ¡El infierno es poco para ellos…!

Grita airada una señora cincuentona junto a sus acompañantes que se detienen un momento frente al corredor que nos cobija momentáneamente. Su grito es un hierro al rojo vivo y pareciera que apunta hacia nosotros tres su odio. Sólo atinamos a mirarnos nuevamente, convenciéndonos que realmente nosotros no hicimos nada, no tenemos culpa en lo que pasó, y que no es culpa nuestra que el primer cuadro esté cerrado, como constatamos cuando salimos corriendo, para toparnos con que el ejército ya tenía cerrado todo. Granaderos y soldados en Eje Central, en Moneda, en Izazaga y seguramente también en…

- No debimos venir.

La mirada de Ritssi es de miedo. Un ruego de niño asustado que se quiere ir a su casa.

- Ya ni modo, Ritssi. Ya estamos aquí, ya qué…

- Debemos movernos. Si nos quedamos quietos perdemos. Quítense las chamarras y despéinense, eso nos dará tiempo en caso de que nos topemos con alguno de los fanáticos que nos echaron la culpa… También tenemos que voltear las camisas al revés, por si las flys…

Recomienda mi hermano, y le hacemos caso sabedores de que el primer golpe de vista es crucial. Mientras lo hacemos, intentamos trazar una estrategia que nos permita sobrevivir.

- Oye, ¿y si hacen como en el ’68? ¿Y si nomás nos matan a todos?

- No lo creo… Es poco probable, ya que esto es diferente, lo que ocurrió es un atentado, a alguien se le ocurrió poner una bomba de a deveras y lo que quieren es echarle el guante a quienes la pusieron y por eso todo está cerrado y no dejan entrar ni salir a nadie. Ahorita tenemos que confiar en que no nos reconozcan los fanáticos que nos echaron la culpa y confiar en que la policía mexicana es más dada a buscar chivos expiatorios que en investigar nada. Además, hoy pesa más la opinión internacional, y hay mucha prensa extranjera aquí…

- ¡ESTÁN DEJANDO SALIR POR METRO ALLENDE…!

Grita de pronto uno de los muchos vendedores que trabajan en la plaza. Volvemos a mirarnos.

- Creo que debemos intentarlo… Es ahora o nunca.

Dice mi hermano preocupado, Ritssi y yo asentimos. Comenzamos a andar, y a unos pasos antes de alcanzar la calle, Ritssi me clava la mano aprensivamente en el hombro; no dice nada, y no hay nada más que decir. Sus ojos señalan hacia uno de los múltiples aparadores, donde a través de varias pantallas aparecen unos retratos hablados: no hay duda, somos nosotros.

“…nos acaban de llegar los retratos hablados de los presuntos responsables del atentado a Su Santidad. Según los testigos, son muy peligrosos. Repito por si nos acaba de sintonizar, el atentado que sufriera hace unas horas Su Santidad, se cree que fue perpetrado por estos sujetos que ahora mostramos en pantalla, con un poderoso explosivo oculto dentro de…”

- No debimos venir… - Ahora soy yo quien habla, y siento esa imagen mía dibujada como un balde de agua helada. Reacciono solo cuando noto como en sueños que la mano de Ritssi me lastima el hombro.

- Hay que echarle güevos. Sólo son unos dibujos, y pueden ser de cualquiera. Ritssi, ¿todavía traes tu encendedor?

- Lo… lo tiré… Me dio miedo, y… y lo tiré… no sé donde…

-Tenemos que movernos – dice mi carnal – confiemos en que poca gente ha visto eso. Hay que confiar en que al despeinarnos y voltear las playeras al revés, nos dará el tiempo suficiente para pasar desapercibidos y poder salir de aquí. Ya después podremos, con más calma, probar que todo esto no es más que un jodido malentendido. ¿Están conmigo?

- Si.

- Echémosle güevos… Podremos salir de ésta. Al fin y al cabo, no hicimos nada – digo muy seriamente.

- Sólo concentrémonos en salir. Ya después podremos demostrar que la pistola del Ritssi no era más que un encendedor. Por ahora, concentrémonos en salir, porque la gente está muy enojada y ahorita nadie oye razones. Vámonos de aquí, que entre más nos tardemos, menos chances tendremos…

Caminamos. Nunca se me había hecho tan larga la distancia entre República del Salvador y Allende. Como suponemos, hay mucha gente en la estación que se halla acordonada por soldados y otros, que forzosamente tienen que ser de la Secreta. Su aire de matones a sueldo los delata.

- En la madre… Sólo están dejando pasar de dos en dos.

- Nos van a chingar… - a Ritssi le tiembla la barbilla, se halla a punto de desmayarse de los nervios.

- Cálmate Ritssi, amigo. Cálmate… – le murmuro al oído –…no hicimos nada, concéntrate en ello, somos inocentes…

Avanzamos. Pasa mi carnal, pasa Ritssi, y es entonces que me doy cuenta… El aguijón del miedo me paraliza las piernas cuando veo a dos de la Secreta que se acercan a la espalda de mi amigo Ritssi. Mi hermano también lo siente, y voltea, y se vuelve cuando los cancerberos toman a nuestro amigo de toda la vida. Alcanza a Ritssi justo cuando a este se le doblan las piernas, y es cuando me mira aprensivamente:

“¡VETE! ¡HUYE DE AQUÍ!”

Me gritan sus ojos. Alguien me empuja, alguien mas me exige que avance, y en eso, otros ojos, ahora de hielo y acero, buscan los míos… Sólo atino a bajar el rostro y a hacerme a un lado antes de que el soldado me preste atención, o no sé, pero creo que es joven, sí… es un soldado joven que aún no tiene el olfato desarrollado y vuelve a ignorarme por prestar atención al tumulto que se arma. Doy un paso atrás, otro, y otro, y cuando al fin reúno el valor necesario para alzar el rostro, la imagen me lastima dolorosamente el corazón: en medio de la turba, alcanzo a ver a mi hermano y a Ritssi hincados y con las manos en la nuca; se ven infantiles, casi unos niños desvalidos de lo indefensos en medio de mil hambrientos lobos que exigen a los policías y a los soldados que se los entreguen para devorarlos mientras no cesan de propinarles insultos. Los lobos vestidos de blancos corderos aúllan iracundos, y el odio se siente espeso, terrible, y sólo es detenido por los soldados que cortan cartucho, el primer balazo lanzado al techo como advertencia de que con el ejército no se juega, y el aguijón ahora clavándose profundo en mi nervio lumbar, haciéndome que camine aprisa y a empujones en contraflujo de la masa que se compacta, furibunda, y logro salir de la estación… Los abandono, echo a correr como la rata asustada que soy, pegado a la pared, y ahora sé que soy un maldito y cobarde hocicón.



15:33 hrs.



La porra al Papa es atronadora. Después del soporífero discurso del Arzobispo Primado de México, que hizo al papa permanecer sentadito atrás como niño bueno evitando que tome la foto que quiero, al fin se acerca al podio. Nazinguer sonríe a la multitud con una sonrisa bien estudiada; levanta la mano y, como si fuese magia, la concurrencia calla, atenta hasta del más mínimo parpadeo. Ahora si es la mía. Levanto el brazo con la cámara para tomar la foto que me interesa e irnos de aquí, pero no bien lo hago cuando…

- ¡TIENE UNA PISTOLAAA…!

Volteo, y la foto que tomo no es la del papa en su discursito, no. La imagen que capturo es la de Ritssi con los ojos muy abiertos, sorprendido con el cigarro cayéndose de su boca y en la mano, su flamante, nuevo encendedor…

La primera reacción de la gente es hacerse a un lado, pero un instante después, la masa se vuelve contra nosotros, agresiva. El tiempo se detiene. Mi hermano jala a Ritssi mientras uso mi peso para abrirnos paso, cosa que no sucede dada la cantidad de gente reunida. Sólo atino a ver manos que se alzan furiosas, me tiran la cámara y tratan de asirme para despedazarme, pero antes de que logren su objetivo, un grito mas fuerte enmudece incluso al papa… A nuestras espaldas cae un relámpago iluminándolo todo, callándolo todo, y el viento de la explosión es tan poderoso que nos derriba como si fuésemos de papel… La gente está aturdida, y no sé cómo, pero atino a mirar a mi hermano y este me entiende, levantamos a Ritssi y los tres echamos a correr, aprovechando la desbandada humana que sigue, buscando todos salir de ahí. Empiezo a creer un poco en los milagros cuando alcanzamos Venustiano Carranza, confundidos entre toda la gente.



23:45 hrs.



En sueños creo ver a mi madre. Sale del metro donde aún hay soldados y un policía desvelado y cansado como yo. Mamá, ¿qué hace aquí? Yo no puedo salir todavía, váyase a la casa, mamacita chula… Ella se detiene un momento al ver al cilindrero que toca con su artefacto viejo, anticuado como yo una canción de Maria Luisa Landín: “…nuevamente vendrás hacia mí, yo, yo lo aseguro, cuando nadie se acuerde de ti, tu volverás…” y le extiende una moneda, pero cuando el cilindrero extiende su gorra, voltea, me ve…

- ¿No eres tu uno de los cabrones que se quisieron chingar al santo padre?

- …no, cálmate, no soy de ésos…

- Me cae de madres que eres uno de esos culeros, pinche puerco greñudo amante de Fidel… Me cae que eres uno de esos hijos de la chingada… ¡AQUÍ! ¡AQUÍ! ¡AQUÍ TENGO A UNO DE ESOS CULEROS…!

Volteo a ver al policía del metro, que somnoliento primero, cansado del ajetreo del día, se achispa ante los gritos del organillero que me sujeta a dos manos mientras la gente, curiosa al principio, agresiva después, se empieza a juntar. Incrédulo se talla los ojos, para ponerse los lentes gruesos como fondo de botella de cerveza, abre los ojos bien grandes a través de la turbia lente, y me dice mientras camina hacia mí:

- …hijo de tu puta madre… No, si no llevo tanto tiempo usando lentes en vano, eres uno de esos hijos de Lucifer…

Trato de zafarme con desesperación y echarme a correr, pero en vano. No he comido nada desde la que hicimos al mediodía y el estrés me ha cansado mucho y me hallo agotado anímicamente y embotado también y el cilindrero me agarra con toda la fuerza de su fe violentada mientras sigue gritando:

- ¡AQUÍ! ¡AQUÍ TENGO AL CULERO QUE FALTABAAA…!

Es todo lo que la gente necesita saber. Como un horrible reguero de pólvora todos creen saber quién soy; se erigen arbitrariamente en jueces y verdugos, y ya siento sus manos sobre mi, primero jaloneándome, luego un golpe, otro, y muchos mas. Se acabó. Sólo tengo tiempo para una última cosa, si no la hago ahora, ya no la podré hacer jamás…

- …váyase mamá. Te quiero mucho. No veas esto, por favor… Esto va a ser muy feo… Jesusito mío, cuida de mi alma por favor…

Ya no se si lo digo o solo lo pensé. Mi madre me mira cada vez más lejana, se pierde, tragada en medio de todos estos dientes que son la gente que me golpea. No puedo cerrar los ojos, no puedo; su triste mirada llena de angustia me obliga a seguirla viendo con su aire ya viejito, su pelo plateado mal disimulado por el tinte barato que yo mismo le puse la semana pasada, y sus ojos, ay, sus tiernos y pequeños ojos siempre tristes y hoy mas tristes todavía ocultándose llenos de llanto detrás de sus cansadas y trabajadoras manos. Se va quedando atrás, engullida por este animal que me despedaza, adiós, mamita, adiós… No sé si es bondad o maldad, pero alguien me cierra los ojos de golpe con un objeto muy pesado, pone entre mi madre y yo un párpado rojo que se hace negro; la obscuridad es caliente, ¿o es el dolor, al que ya puedo ver? ¿Es bondad este líquido caliente que apenas siento ya? No lo sé, me quiere este animal arrancar los brazos… Me los tironea con saña, quiere arrancarlos de mí… Mis muñecas… Mis muñecas están atadas, no las puedo mover, no puedo ya cubrir nada… Mis muñecas… ¿Es bondad? No… Es el infierno… ay… ay… ¡Ay! ¡AY! ¡MAMÁ! ¡MAMACITA…! ¡ME QUEMO, MAMÁ! ¡ME QUEMOOO…!



Jair Aguilar “Gato Jazz”.

Real de Tultepec, 11 de Febrero de 2012.



¿Y bien? ¿Qué les pareció? Estuve pensando y cabe la posibilidad de hacerla en historieta. De hecho, ya comencé el guión y espero comenzarla a dibujar por Septiembre, porque primero he de terminar a “Xibalbar” y a “Gusanito y El Vampiro”. Canijos sueños, cómo son. Miren que ya me morí y feo, me quemaron… Les anexo unos monos que serán tentativamente los personajes.











Obviamente, hay que caricaturizarlos mas, y darle otros detalles. Por cierto, estos monos fueron hechos con Corel Painter X, y parece que utilicé lápiz de verdad. De hecho, se me antoja tomar fotos de las locaciones y solamente ponerlas en blanco y negro acentuando mucho las sombras, y sobreexponer a los monos, como hacen algunos mangakas, a ver que decido, porque se me hace que para el tipo de historia, dura y cruda y llena de equívocos, el colage quedaría bien..

Y bueno, camaradas, los dejo. Nos vemos hasta la entrega que viene, y recuerden: ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS! ¡SAYONARA!