miércoles, 27 de mayo de 2009

Histerieta: "Rock'n roll Blues" Primera entrega.

¡Hola de nuez! ¡Y va de nuez!

¡Les presento con orgullo una producción de la "Pantalla de Papel"! ¡Nada más y nada menos que la primera!


"Rock'n Roll Blues" portada.


"Rock'n Roll Blues" Intro.



"Rock'n Roll Blues" Página 1


"Rock'n Roll Blues" Página 2



"Rock'n Roll Blues" Página 3


¿Qué les puedo decir? Ésta la hice allá por la ya lejana década de los 80's, justo cuando conocí a Colbert y a Rafael Catana. Ese par dejó una profunda huella en mí, ya que tanto Catana como Colbert son personas muy creativas, además de que Catana estaba casado con una gran pintora que desgraciadamente falleció muy pronto: Elina Cariño. Y verán por qué me inspiraron: Colbert me pasaba historietas de calidad. Gracias a él conocía a Guido Crepax, a Milo Manara, a Altan, al gallego Giménez y su Hom, la mayoría en hermosas novelas gráficas, además de pasquines españoles que tenían trabajos de una calidad inigualable. También gracias a él, conocí la excelente publicación "El Gallito Inglés", (que cuando el estado le dió lana, le obligó también a cambiarse a "Gallito Comics". Justo cuando comenzó el cuello de botella cultural llamado "curadores" en el salinato.) y un universo nuevo se abrió a mis ojos. Catana (muchos dicen que canta muy feo, pero la verdad, a mí sí me gusta su estilo) es un poeta que canta. Gracias a él ví que la música no es más que un ritmo, y me salvó de perderme en el ritmo únicamente como tantos jóvenes, ya que sus letras me dieron también mucha imaginación. Recuerdo una vez que los fuí a visitar, Elina, su esposa, estaba haciendo un dibujo de gran formato, ¡únicamente con carboncillos sobre papel craft! ¡Luego, el gran arte no estaba fijo a un lienzo únicamente! ¡Gran arte podía ser cualquier cosa que estuviese hecha con el corazón!
Era muy emocionante. Son de ésas personas cuya convivencia convierte cada día en un evento nuevo e interesante. Yo ya había hecho historieta con anterioridad, pero no eran más que parodias de películas y cosas únicamente para divertirme, burlándome de los vecinos en hojas de papel bond rayadas forma italiana o francesa. De hecho, tengo una historieta de cuando tenía cinco años, que en algún momento publicaré. Pero a lo que voy, es que eran cosas que eran únicamente para divertirse. Ésta historieta que tienen en sus manos, es mi primer intento de hacer algo serio, por que creo que la historieta es un gran arte, digno de usarse, y esforzarse por ella. La hice enteramente con plumines y lápices prismacolor sobre treinta y tantas hojas de papel bond blanco, que posteriormente pegué sobre cartulina bristol, para que aguantara más. Espero que les guste, y que disculpen mi dibujo de entonces, mis trazos de cuando tenía dieciséis años, y la semana que entra, les pongo la segunda entrega.
¡Sayonara!

miércoles, 20 de mayo de 2009

Pintura de Caballote: "Flores para mi madre: Los Girasoles".


¡Hola a todos!
¡¿Cómo están?! ¡Mes de Mayo! ¡Mes de las jefas! Resulta que leía en una revista acerca de que para Artemisa, éste mes era de "mal augurio" y da una serie pormenorizada de desgracias ocurridas en Mayo. Afortunadamente, nosotros no creemos en ésas deidades blasfemas, ya que éste mes es de alegría y felicidá para todos los que sí tenemos mamá, por que hay seres, como los políticos, que aparentemente no la tienen. Nacieron de probeta.
Bueno, así que decidí poner éste cuadro, que de hecho, es el último que le hice a mi progenitora, por una serie de eventos un tanto chuscos: verán, resulta que yo tenía ganas de hacerle un retrato con el fondo de los nudos de la sierra mixteca, ya que ella es de Oaxaca. Pensé en un momento, ponerla vestida con un traje típico de ahí, como el de tehuana, pero luego recordé que ya existen muchos cuadros con tehuanas. En todo caso, quería poner a mi madre como es, sin dobleces ni nada, y mostrando orgullosa su maternidad, que son (obviamente) los girasoles. Sencillo, simple hasta donde se pudiera, pero con un detalle perturbador: en el extremo derecho del espectador, justo entre la pierna de ella y mi firma, puse un ojito.
Ese ojito representaba a mi padre, que siempre decía, como un pretexto chusco para descuidarnos, que "de lejos los estoy observando". Lo terminé, y lo regalé. Pero a la mañana siguiente, el ojito había desaparecido, gracias a mi mal hábito de no limpiar la paleta cuando termino.
Resulta que mi madre comprendió al momento a quién representaba ése ojo, y apenas se levantó, cogió una espátula y lo borró hábilmente. Al momento me molesté, pero ya ahora, me dá risa el evento. Uno cree pintar alegorías casi indescifrables, ¡y cual! Uno es muy obvio, y con razón.
Pues es un cuadro de mediano formato, aspirando a ser grande. 120 x 90 cm aprox. Y es óleo sobre tela preparada por mí mismo. Está un poco chueco, por que la madera para el bastidor la compré y el que me la cortó, no supo como hacerlo y de momento, no me dí cuenta, sino hasta que estaba montando la tela. En fin.
¡Espero que les guste, y nos vemos la semana que entra, con una nueva historieta! Bueno, no es nueva. De hecho, es la primera que hice en serio. ¡Sayonara!

miércoles, 13 de mayo de 2009

Eructos literarios: Unas rimitas.

¡Hola a todos! A continuación pongo a su consideración éstas rimas que me encontré en un viejo cuaderno, y que creo que no son tan malas. A excepción de la primera, que es de hechura reciente:


Nada en común.


Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Ni este Sol que nos ilumina,
Ni las Estrellas que hoy nos miran.

Ni todas las calles que caminas,
Ni todas las tardes que te espero.
Los pájaros no trinan mi desvelo,
Los grillos no frotan sus patas al vernos.

Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Nada vendrá a salvar éste Otoño
Que se anticipa, a éste roto álbum

Lleno de fotos que no tenemos…
Lleno de recuerdos que no compartimos…
Lleno de caricias que no nos dimos…
Lleno de besos, que no disfrutamos.

Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Te miro pasar a lo lejos, y caprichoso
Juro que ésta vez me mirarás tú.

2 de Abril de 2009.

Poema del ’94.




En esta casa,
Nuestra casa,
Las plumas que alejan el frío
Asfixian mi garganta.

Grietas son líneas
Que se proyectan y conforman,
Conformes y conformantes,
A las paredes de la casa,
Nuestra casa.

Cielo de cuatro dimensiones
Se proyecta a tres en el techo
Tan frío y estrellado
De la casa,
Nuestra casa,

Mientras que el Diablo,
Gran Satán,
Asoma la sotana
Por las ventanas
Espantosamente amplias
De la casa,
Nuestra casa,
Asfixiando a mi garganta.


Año del ’94.


Sin título.


Cada bombeo demuestra
Esta potencia,
La fuerza de mi corazón.

Cada latido es mirada,
Pensamiento y acción.
Corren hacia el día, mi noche emoción.

Bombea sentimiento.
Toda la sangre:
Río armamento
¡Pelea a muerte por la vida!

Cada latido habla que viva,
Cada latido corre hacia mi día,
Espanta la noche de mis venas,
Arterias avenidas.

Cada bombeo demuestra
Ésta existencia,
Demuestra
La fuerza de mi corazón.


Sin fecha.


Añado unas fotos, al más puro estilo Caballero, ésa revista que rompió mi inocencia allá por el 70 y tantos, y que intercalaba poemitas entre las fotos de las chicas con poca ropa, y a quienes la feroz censura les tapaba el vientre con una tira negra pintada a manera de pantaleta, haciéndola más morbosa. ¡Sayonara!






miércoles, 6 de mayo de 2009

Pata de Gato: San Pedro y San Pablo.

¡Hola a todos!

Pues bien, aquí nomás, mostrándoles algo del entorno que me rodea. Quizá no todos los días, pero sí para mostrarles cómo, cerca de la ciudad más contaminada, más poblada (que no humanizada) hay sitios como éste, (sin afán turístico) que parecen todavía del siglo XIX.


Sacristán de la Iglesia.

La gente es tranquila, algunos (¡todavía! ¡Debiéramos aprender!) cierran sus negocios a las dos para irse a comer y los vuelven a abrir a las cuatro.

Pues bien, en uno de mis devaneos oníricos de media tarde, me topé a boca jarro con ésta iglesia del siglo XVII-XVIII. Remozada muchas veces por los mismos curas y la población devota, y que, por lo tanto, ha perdido parte de ése encanto antiguo, pero sólo en parte, afortunadamente.

Iglesia de San Pedro y San Pablo.

A unos 100 metros por todos lados, se halla cercada por la avenida eje 8, por Quintana Roo y muy cerca de Zarzaparrillas, todas avenidas grandes, llenas de unidades habitacionales, y pequeños comercios. Cómo se ve que la gente es luchona, y que si los economistas y políticos dejaran de preocuparse tanto por la macroeconomía, y dieran apoyos reales y duraderos a la micro y pequeña empresa, éste país no sería tan pobre.

Altar de San Pedro y San Pablo.

Aquí, pues, en medio de éste bullicio, se halla éste pequeño oasis de tranquilidad, donde todavía se pueden ver mariposas y escuchar los pájaros cantar. La iglesia conserva lo principal, su estructura y hermosas pinturas que, desgraciadamente, son óleos que por el paso del tiempo -calculo que serán del siglo XVIII o XIX- y los innumerables servicios religiosos, se hallan sucios, llenos de parafina quemada, carbón y grasa de dedos. Sería muy difícil, aún con la voluntad de hacerlo, restaurarlos para que queden en su estado original

Iglesia San Pedro y San Pablo.

Cuando fuí, ví botes de pintura vinil-acrílica, que fueron donados por algún diputado que busca votos, para darle su manita de gato. Al preguntar si lo dorado del altar seguiría siendo oro, me respondieron que no, y no me supieron dar razón de que si desapareció por ladrones de arte sacro o por algún cura o funcionario vivales. Ese oro se perdió.

Torre de la Iglesia.

En fin, que el sitio es agradable para detenerse un rato y pensar si la vida moderna no tiene más de moderna, que de vida, como dijo sabiamente Mafalda. Tomé fotos del frontispicio, pero no las puse, ya que le dí prioridad a la construcción arquitectónica, que es bella y armoniosa. Desgraciadamente, ésas esculturas que adornan los frisos están en su mayoría quebradas, o pésimamente restauradas. Aunque se nota la mano de los devotos, ya que está muy cuidada.
Hablé mucho con el sacristán, y me platicó que cuando él era joven y entró a trabajar ahí, el sitio era un pueblo pequeño, y que todo a su alrededor estaba lleno de campos de cultivo. Me quedé pensando, e imaginando lo bello que hubiese sido haber podido ver todo verde, lleno de milpas y árboles, lleno de vegetación salvaje que no quiere ser domeñada, brotando incontenible a los lados de los caminos de tierra, en vez de tantas casas chatas, tantas unidades habitacionales y calles cerradas, tantísima gente a la que no le importa luego nada, más que defenderse de las mordidas que le dá la vida, y respirar, por una vez, un aire limpio, oloroso a campo fértil, sin el olor de los narcos que ahora han llegado al antes pacífico pueblo de San Pablo, ya que el miedo se huele como a éso de las seis de la tarde flotando en el aire, hora en que me retiré del lugar.
¡Sayonara! ¡Nos escrivemos la semana que viene!