miércoles, 27 de julio de 2011

Histerieta: “Los Que Cayeron De Cabeza” 12da Entrega.


           
          Y pues bien, camaradas peludos, lo siento mucho, pero tengo que empezar con algo malo… Hasta aquí les puedo poner “Tzitzimine”. Es una lástima, ya que me hubiese gustado mucho que la conocieran de cabo a rabo, y supieran que como historia, no es del todo mala. Son diez códices, y sólo les pude poner tres. Qué mala pata. Me hubiese gustado ponerles un cachito del final, para que vieran que buen suspense agarró, pero ni modo, qué se le va a hacer.

            Cantando las “Golondrinas” se aleja esta última parte gratuita de ésta historietota, pero como compensación, les hice un videín tipo presentación “power point” con una pizcachita de los otros códices y del final, y ésa se las debo para la entrega que sigue, se los prometo. Y sin más, (para qué andar con tanto rollo, estas cosas son tristes) aquí les pongo el final del códice tres, “YEI”:








              Y bueno, ya está… Tristes que son los finales, ¿no lo creen? Como datos sueltos sobre Tzitzimine, les comento que investigué un montón sobre culturas antiguas del altiplano mexicano para hacer ésta historieta. Los libros que utilicé fueron, de don Alfonso Caso, “EL PUEBLO DEL SOL” y “LOS ANTIGUOS MEXICANOS”, así como “QUETZALCÓATL” del difunto y también personaje de ésta historieta, don Ramón Piña Chan, todos del Fondo de Cultura Económica. También consulté una enciclopedia excelente sobre arte de editorial Herrero: “40 SIGLOS DE ARTE MEXICANO”, en especial los dos primeros tomos que tratan de arte mesoamericano; de ahí tomé muchos apuntes para hacer al ídolo maldito y nociones para hacer las partes del códice “Van Derkerkoff-Jakonoff”, amén de un par de visitas al Museo Nacional De Antropología e Historia. También tomé notas del libro del francés Jaques  Soustelle, desgraciadamente perdí su bibliografía, creo que es “Vida Cotidiana en el México Antiguo”, o algo así, no recuerdo bien, pero si checan la viñeta final del códice, pueden ver un fragmento de los tormentos de los infiernos, que saqué del libro de Soustelle. Otro de los libros de cabecera, fue el “MANUAL DE HISTORIA DE LA CULTURA” de Carlos Alvear Acevedo, un gran libro que me ha sacado de un buen de atolladeros, de editorial Jus. También he de agradecer al INEGI y su sección de mapas que me permitieron hacer un esbozo creíble de Xico, donde se da el clímax de ésta historieta; a mis hermanos Alf, por la sabrosa descripción del cerro, no en balde su sobrenombre de “agua en el pico”, y H. P, que aparte de ser el autor original de la novela corta “Los Que Cayeron De Cabeza”, hizo el argumento y pasó horas ayudándome a corregir esbozos y situaciones que no se pueden hacer con los maniquíes de madera ni con los Max Steeles. 

De manera especial y extraordinaria, también he de agradecer a mis amigos no humanos que me llenaron de compañía todas ésas madrugadas que me pasé doblado sobre el escritorio, armado de una taza de café, galletas y mis estilográficas: ¡claro! Me refiero a mis gatos, mis difuntos amigos la gatita Feber, y el gran Fermín Kakoten Aguilar, conocido mejor en el barrio como “Tito”. Se me quedaban viendo horas cómo dibujaba y dibujaba, como diciéndose entre ellos: “mira a éste loco. Tanto esfuerzo, ¿para qué? Está en México, el país de América Latina donde más se consume historieta pero también el país de América Latina donde menos se toma en serio este oficio… ¡Necio!”

¡Ah! Sólo por necedad y por vicio se puede terminar un trabajo así de grande. Sí, un trabajo que desearía que no sólo ustedes pudiesen verlo. Ojalá alguna editorial, con menos prejuicios, con menos ínfulas, con ganas de arriesgarse, se animase a publicarla. En fin, que soñar no cuesta nada, camaradas. En todo caso, creo que fue Ernesto Sábato quien decía que escribía por que no hallaba libros que le gustasen, y en mi caso, algo hay de eso, aunque no del todo. Mas bien, mi justificación para éste vicio, sería que hago historieta por que me gusta contar historias a base de monos, y las historias a base de monos que hay, me satisfacen sólo un ratito, pero me dejan con hambre de más.

Y no es que no haya historietas que me gusten. Puedo recordar, así de momento,  la extraordinaria MIX’Q del maese Ostos Sabugal. Sobre todo su episodio “MICTLAN”, que es excelente. Otro genio poco valorado, es Ricardo Camacho, que tiene varias en su haber. Han de conocer su trabajo, ya que es quien hace las viñetas para TV Novelas y su sección de humor, así como para H; tiene unas muy buenas, publicadas en el “Gallito Comics” como “6 OJOS”. Otros excelentes, ya clásicos y que no pueden faltar en la colección particular de cualquier amante de las historietas que se considere serio: “Santa Madre”, de la dupla Frik-Clément, Helguera, con su “Aventuras del Infante Patatús”, Jis y Trino con su “Santos vs. La Tetona Mendoza”, Luis Fernando con su excelente obra “La Blanda Patria”, y cómo olvidarme de la enorme “El Cara De Memorándum” que ilustró magistralmente Ahumada con textos de las canciones de Jaime López, mas los que pasé de largo, ¡puro peso pesado, damas y caballeros!

Y si ven atentamente ésos trabajos, verán que todos tienen un eje común: todos buscan una forma de expresar la mexicanidad, basándose en lo antiguo, llámese época prehispánica, colonia, o siglos XVIII y XIX. Todas buscan alejarse del acartonamiento de la época de oro de la historieta mexicana, tan “industrial” en el sentido de entregar páginas por fecha determinada, lo que obligaba al dibujante a hacer dibujos previos para solo calcar, haciéndola a veces rígida. También buscan alejarse de la fresez del comic gringo, tan “inn” que llegan al extremo de hablar babosadas mientras pelean. Estarían más cercanas al manga japonés  en lo fantástico, salvo por esto: la historieta mexicana busca zafarse de los lugares comunes, busca sorprender, evitar la obligada secuencia de la transformación mágica o del género de los muchachitos de secundaria-prepa que descubren que están llamados a algo fantástico. No, la historieta mexicana está más emparentada al Realismo Mágico en su forma literaria, es burlona y pesimista al grado de volverse sombría a momentos por que nuestra realidad es así y busca la libertad expresiva sin salirse de los cánones descriptivos comunes, es decir: estilísticamente, estaría más emparentada al surrealismo de Bretón. Busca generar cosas nuevas, sorprendentes, con elementos que vemos todos los días, sin caer en la libertad absoluta, y por tanto incomprensible, del expresionismo abstracto o del arte abstracto en común.

En mi caso particular, con “Tzitzimine” busqué en las raíces. Hay una introducción al disco “Y la Canción Se Hizo Calavera” de Óscar Chávez, donde me parece que es Jorge Ibargüengoitia quien habla que la raíz más preciada de los mexicanos es la indígena. Por eso nos gustan los colores chillones, las fiestas, muchas cosas como procesiones y actos de fé, que son netamente indígenas, y eso se transcribe al arte, ¡el que quieran! Así, Tzitzimine trata de ser una forma de mirar a los indígenas, no sólo a los muertos, que es al único indígena que le gusta mirar a las clases medias y ricas, sino a los que aún viven, los que venden tepalcates en el tianguis, muñequitas de trapo afuera del metro o que se cubren el rostro con un pasamontañas cansados de que nadie les haga caso, de que nadie quiera escuchar su voz y que son los herederos inmediatos de ésa grandeza que los españoles estuvieron a punto  de destruir totalmente a fuego y epidemia. Por eso Cuauhtémoc y sus Tlamahuichihuanis aparecen en la historia, y son muy importantes en el desarrollo de ésta. Comprenden que el verdadero enemigo es algo antiguo, tan antiguo, que pocos se acuerdan de que alguna vez existió, y ése mal, siguiendo la forma indígena de pensamiento, no es más que uno de los actores de un equilibrio eterno: los nahuales buscan poner como Señor del Cielo a su dios Tezcatlipoca, para que siga el equilibrio. Así, somos nosotros los malos, los que obstruimos ése equilibrio por la razón egoísta de querer  seguir vivos. Los yanquis, encarnados en Andrew y sus compinches de la CIA, para variar, no entienden nada por que sus 200 años de historia segregada no les han permitido desarrollar un pensamiento místico, capaz de comprender la naturaleza del problema, y como le tienen miedo a todo lo que no pueden manejar ni comprender, buscan destruir, aunque tampoco entiendan contra qué se enfrentan. El único que puede comprender algo así, y que tiene los mecanismos teológicos y místicos para intentar detener al enemigo, sería alguien que es heredero de una historia tan rica como la mexicana: el chino Yazz-Ot-Tsé, y es el otro que ayuda al Aguilita, mestizo al fin, aunque heredero de lo mejor de las dos sangres, la indígena y la española, a detener al enemigo y darnos una oportunidad más, de demostrar que somos dignos de existir un rato más ante la inmensidad de la voluntad de Tloque Nahuaque, o Ipalnemohuani, que sería el concepto indígena del monoteísmo, como el único dios que no fue creado, sin principio ni fin, que simplemente ES, tan semejante al concepto judeo-cristiano, y que como éste, contrariamente a lo que creen los sociólogos e historiadores así como los antropólogos al tratar de explicar la religión, es muy antiguo, más antiguo que el politeísmo, pero esto es tema que después trataré, por que es harto interesante.

¡Ah! Que se me cansan los dedos, camaradas. ¿Vieron al Conde Herbert Karkus Von Chukrüt? Sale en éste códice, y es una forma de redondear los relatos, al apoyarlos en otros que anteriormente se han hecho, en éste caso, con la “Noche Maldita En El Castillo Chukrüt” argumentada e ilustrada por mi hermano H.P, que ya les puse aquí en éste su cojín; a mí en lo particular, me satisfizo mucho mi imagen del Conde, ya que traté de ponerlo flotando entre la niebla, y con los ojos brillantes como los de los perros en la noche, para hacerlo espeluznante. Otro dato curioso sobre Tzitzimine, y sobre éste códice: la tumba del relato de Moebius, existe. Se halla en el panteón que está saliendo del metro Coyoacán, yéndose hacia la Cineteca Nacional. Y en la viñeta donde Yazz y el Dr. Pino Suárez llegan al cubículo de Estéticas, la chica que está sentada con un libro y tiene lentes, no es más que mi Corazón Asesino, la chava que me mató de amor por diez años. ¡Já ja ja! Las cosas que hace uno, con la libertad de la creación; sólo para el Memorial De Las Vergüenzas, les platico que a ésa chava le hice dos historietas: “Bien Podría Decirte Hoy”, que era mi declaración de amor y que por lo mismo considero perdida (créanme que nunca de los nuncas lo vuelvo a hacer. Regalar una obra de arte es como dar un ramo de flores, y a veces, la sangre de una rosa es más valiosa que la persona a quien fue sacrificada. Como diría en versos un poeta jalisciense que no recuerdo ahorita su nombre:  “eres como una garza en medio del agua, orgullosa y bella. Por eso me niego a hacerte poemas que puedas presumir”), y “Venganza De Poeta”, que sería mi declaración de desamor y de la cual básteme decir que es un rollo muy visceral y que por lo mismo, no pienso poner aquí, aunque sí me gustaría enseñársela a ella algún día a ver si le entra un poco de remordimiento. Já, hasta creo, ¿verdad? También aparece, pero no en éstos códices, sino por el quinto, el “Chimino”, la mascota que teníamos en el periódico mural que hacíamos en CCH Sur, el glorioso “Acuérdate de Ayer” con sus pelos crespos y su suéter blanco, con su “E” de Estudiante en el centro; y mis gatitos muertos, en el 5° y el 8°. También aparece Alf, ya que por ésa época en que hice esta historieta, tuvo la desgracia de que le chocara un juniorcito que hizo que mi carnal estuviese con dos costillas rotas en un separo por 36 horas, cuando por la evidencia del choque, se ve que mi hermano no tuvo la culpa. Para bajar el enojo de todos, le puse que fue el Aguilita que, escapando de las balas traicioneras del Andrew, cayó sobre su cofre, provocando la carambola que se ve en éste códice tres.

Bueno, camaradas peludos, les dejo con la frase célebre del PL, el Partido de las Lombrices: ¡LA REVOLUCIÓN YA EMPEZÓ! ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS!

¡Hasta la entrega que viene! ¡Sayonara!

jueves, 14 de julio de 2011

Histerieta: “Los Que Cayeron De Cabeza” 11ra Entrega.


Y bueno, ya pasamos la mitad del año, y las vagaciones comenzaron.

“Me levanto de la cama, y pienso mientras me lavo los dientes en el buen Nalgo; pienso también en el buen Pato, y no puedo evitar sonreír mientras recuerdo nuestras figuras medio ridículas (¿o ridículas y medio?) cantando a todo pulmón las Cartas a Eufemia con la luna por compañera sobre la calle Actopan. Lo ridículos que debimos habernos visto: feos, tristes y con pretensiones serias de vagancia buscando a fuerzas un antro abierto a las cinco de la mañana; lo malo es que las prostitutas ya se habían ido a su casa y el buen Nalgo y yo, con la compañía tipo escoba del buen “Chivo”, descubríamos horrorizados que estábamos con demasiadas ganas de mujer y muy poco dinero en los bolsillos.

La luna sobre la calle Actopan nos miró cantando a Pato y a mí de la misma manera que la señora que nos hizo el favor aquella terrible vez nos miró cuando recibió nuestro dinero y nuestras ganas fallidas de orgía. Ya eran las siete de la mañana y lo que en realidad había eran puras ganas de revancha por una mala noche de soledad exacerbada por el alcohol. El único cuerdo ahí fue el “Chivo”, que al ver el resultado, nos dijo adiós y se fue a su casa a mascar con dignidad su soledad. Como la luna, igual que la luna cuando se ocultó detrás de las antenas de los edificios al darnos la espalda a Pato y a mí.

 El agua del vaso se acaba, y se va inexorablemente por el céspol que hace un ruido muy semejante a mi garganta cuando tengo ataques de asma y no puedo resoplar bien. Pobre lavabo, se me ocurre que se parece a uno, tragándose las inmundicias que nos dan por todos lados a cajón, y no puedo evitar pedirle una disculpa que sin embargo, no me descarga de la culpa que de pronto siento al verlo ahí, tan pretenciosamente blanco y puro y firme a fuerzas. Y volteo.

El retrete me mira triste, y se me ocurre de nueva cuenta que siempre se puede estar peor. Que hay cosas que te tienes que tragar a fuerzas y que por el escalafón, son cosas peores que las que recibe un triste lavabo, mayor en jerarquía, firme y orgulloso como militar en garita. Más bien como supervisor en fábrica, sintiéndose superior al retrete por que a él no le dan mierda, sólo escupitajos. No soporto más ver a la humanidad en mi baño, así que le pido perdón con la mirada al pobre retrete y me salgo a caminar sin peinarme siquiera. No sabría contestar el reclamo del espejo y su vanidoso escalafón de jefe de sección.

Y afuera, el día gris, el ambiente húmedo lleno de cacas de perro, que, como diría el maese Ricardo Camacho, poderoso historietista famoso por su obra “Seis Ojos”, éstos desechos, así como las cáscaras de naranja, salen siempre a flote cuando llueve como verdades universales después de una larga noche de soledad. El mundo se ha transformado en un gigantesco tubo de albañal. El mundo, sin ideologías ya, se ha vuelto éste aburrido ir y venir sólo en dos direcciones: atrás y adelante. Qué negativo ando, me cae que sí.
Pero aquí algo atrapa mi mirada. Justo cuando me siento Tair Samza corrompiéndome en mi propia metamorfosis, mis ojos de raya se aguzan más al sentir una presencia pequeña, erguida y desafiante.

Como el último bravo sosteniendo con su espada al monstruoso ejército que se le echa encima con ganas de matarlo, es todo un guerrero legendario. No, es una guerrera, una Guerrera Mágica, hermosa, poderosa, desafía con su presencia la idea absurda del sexo débil, y demuestra por qué ella es la voz que inspiró a los poetas, es la figura que inspira a los pintores; por ella se han hecho sinfonías y canciones de amor. Ante su delgada y poderosa figura resistiéndolo todo, pienso en Don Quijote y los molinos, y no puedo evitar sonrojarme ante su poder que renueva la vida, y la esperanza en ésa vida que es más grande que el tubo de albañal en que hemos convertido al mundo con la absurda máxima de “así es”.

Y de pronto, siento urgente sentir su poder de cerca, bañarme en ése poder legendario que cicatrice mis heridas, que me dé rumbo y sentido… Me acerco cauteloso a su resplandor dorado, observo con detenimiento su encarnizada lucha contra el mundo material que busca tragarla… No, ya la ha tragado una vez, y como Prometeo ha roto la esfera que busca confinarla a ser mediocre para traerme su especial luz. ¡Ah! ¡No lo resisto! ¡Debo tenerla!

Me acerco más, extiendo mis manos con hambre y ella parece invitarme a hacerle el amor con palabras, con las manos y la boca susurrándole mis siglos de soledad. Extiendo mis manos, como ella extiende hacia mí sus pétalos amarillos, su delgado cuerpo verde savia, su lucha de tallo y hojas contra las innaturales losas de concreto que eran su prisión, ésas terribles losas hechas por los diosezuelos infernales que somos los humanos… ¡Flor! ¡Ven, Primavera! Que este Vulcano triste y solitario te desea…

¡Ay! ¡Ay de mí! No hay final feliz en este cuento de hadas. Cuando nuestras soledades por juntarse estaban, cuando mi flor y yo buscábamos comunión, como un relámpago, como  una tragedia semejante al Diluvio Universal que mató a los dinosaurios, a los dragones y a los pegasos y las quimeras, un rayo de tacón largo cayó del cielo, una lanza terrible rompió las defensas de mi flor e hizo caer su bello cuerpo a tierra. Lloré su hermosura caída y canté coplas a su valor eterno en un milisegundo. Su bello cuerpo destrozado, rasgado en mil partes por el barro, campo del honor de las valientes guerreras, por la turba hecha pié, restregándola con saña, deleitándose en su victoria sobre mi flor…

-¡Ay! ¡Guácala! Pisé caca de perro!
-¡Ay manita! ¡límpiate ahí, que hay un poquito de pasto!

Las voces eran como demonios burlones, mas… mas… Mi mirada se posó en la lanza asesina y fue hacia arriba… ¡qué buenas nalgas tienen éste ejército ganador y su amiga! Pienso, mientras discretamente sigo a las muchachas, por ésta perversa y gustosa maña de adorar las nalgas femeninas.”






¡Ah, la florecita! Todo esto se me ocurrió ayer apenas, que me sentía de la vil fregada, así que salí un rato a caminar y vi a una florecita amarilla, de ésas que la gente “in” considera “mala hierba”, luchando por vivir como poseída, con su tierra ganada en una grietita del concreto, y de ahí hice apenas éste cuentito-reflexión, que espero sea de su agrado.

Qué tenemos aquí… Já, apenas la entrega pasada vieron el primer encontronazo del grupo de Cuauhtémoc y sus Tlamahuichihuanis con un nahual. ¡Puro poder, carajo! Y aquí, algo que los gringos (no el pueblo gringo, debo aclarar esto, ya que una vez, tuve una fructífera discusión con Nalgo, mi cuate del alma, y me hizo atinadamente ver que etiquetar como “gringos” a todos los yanquis está mal, cuando son los grupos de poder estadounidenses los que promueven el asesinato de presidentes como Madero, como Salvador Allende, y vayan a saber ustedes si no estarían detrás del asesinato de Benazhir Bhuto) hacen a cada rato con sus opositores, cuando alguien tiene los arrestos de ofrecerles resistencia.

Todavía recuerdo con escalofríos unas imágenes que vi en un noticiero televisivo, donde unos muchachos iraquíes se acercan a una barda de un puesto de vigilancia gringo, y los ven con la cámara de visión nocturna. Todavía uno de los soldados, con más juicio, pregunta si debe disparar, y cuando el otro le dice que si, sale la lluvia de balas, partiendo a uno de los muchachos en dos. Qué feo, en serio. Qué feo que alguien así, por la ley del garrote más grande, llegue y se agandalle tu casa, y tú ni siquiera tengas derecho de alzar la voz para exigirles “¡Lárguense de aquí!”. Alguien debiera decirles sus verdades, y ahí, camaradas, se extraña a la Unión Soviética, por que ellos eran los únicos que le decían sus verdades a los Yanquis durante la guerra fría. Recuerdo una vez en que el delegado soviético le decía en la ONU al gringo “no vamos a tomar lecciones de moralidad de un gobierno que ha arrojado armas atómicas sobre población civil”, refiriéndose con razón a Hiroshima y Nagasaki.

Y haciendo recuento histórico, ¡qué canalladas se han visto! ¿o no, camaradas? Los nazis, sus dizque aliados, ya tenían el radar, y no le dieron ésa tecnología a los japoneses. Si los ojos de liga (en buen plan. Yo también tengo ojos de liga) hubieran tenido el radar, quién sabe qué hubiera pasado. Igual y hubieran ganado el tiempo que necesitaba el Eje al obligar a los gringos a retroceder, y ahora sí, los nazis y los japoneses podrían haber atacado a la Unión Soviética y partirla en dos, que era la tirada del Hitler; Hawái sería japonés, y Manchuria, y parte de Siberia,  y quizá ustedes y yo no habríamos nacido! Pero lo cierto, dejando de lado la sabrosa especulación, tan semejante a los chismes de farándula, es que Japón ya estaba vencido, no había necesidad de que EU arrojara la bomba. Ya no tenía industria, ni hierro ni petróleo, sólo era cuestión de tiempo para que se rindieran.

Cambiando de tema, quiero agradecerles sus expresiones de ánimo. Ya estoy mejor, gracias a todos y a todas (me desagrada eso de partir algo que ya está unido. ¿Qué es eso de “todos y todas”? Como si la justicia social y de género fuese una cuestión de semántica.) y ya me siento con más ánimos. Tengo una mala noticia para mí, pero buena para ustedes, grandiosos seguidores de éste cojín. Fíjense que se me juntó todo, la chica, el concurso, broncas de otra índole más económica: puros fracasos seguiditos. Y resulta que además, ésta cuchufleta llamada computador dual core lentium chorromil, se me descompuso, y ya no pude mandar al “Ángel Azul” al concurso de Jus. No me da tiempo ya, así que decidí dejar eso de lado. Lástima, a ver si el año que entra.

Pero eso es bueno para ustedes, camaradas, ya que es la historieta que he decidido ponerles a continuación. En serio, qué caro se ha vuelto imprimir en éste país. ¡Todo está carísimo! El papel, la tinta, además de que no sabía que estas copiadoras tienen un límite de impresiones… Charros, como que de pronto sentí que todo lo malo se me venía encima, y ésa fue la gota que me derramó el vaso de la ecuanimidad. Les pido una disculpa por mis excesos.

Volviendo al tema de la impresión, me gustaría que ésas editoriales que de tan buen talante hacen un concurso, se dieran cuenta de lo difícil que es ser artista en éste país, y aceptaran formatos digitales para presentación de obra, digo, ya ven que hay formatos para foto semejantes al Adobe PDF que evitan la alteración de la obra digital. Por que en serio, a uno que es pobretón le cuesta el pellejo cumplir sus requisitos, tan sólo para que conozcan la obra de uno y ahí, en un futuro posible, participar como ilustrador, por que ganar un concurso de ésos está muy difícil. Ahí lo dejo para la mano peluda.

Y sin más por el momento, les dejo, mis estimados camaradas. Un minuto de silencio por el gran Facundo Cabral, asesinado por sicarios que no tienen sensibilidad para nada, gente que está castrada en todo lo referente a la humanidad. Gente que es como un costal, no tienen ojos, ni boca, ni nada, sólo un cuchillo para herir a quien se acerque a ellos, para herir a quién se los arrojen. Descanse en paz, gran cantautor. ¿Y ya vieron que ganamos en Edomex?  ¡Más del 60% de abstención! ¿Qué representación puede tener Eruviel el Priísta si sólo el voto duro y/o de los tontos y/o gandallas lo apoyó? ¡Viva el Partido de las Lombrices! ¡La Revolución Ya Empezó! ¡No Votes! ¡Que Se Vayan Todos! 

¡Sayonara!

lunes, 4 de julio de 2011

Histerieta: “Los Que Cayeron De Cabeza” 10° Entrega.



¿Cómo están? Espero que muy, pero muy bien. Yo ahí mas o menos, lamiéndome mis heridas amorosas. Poco a poco, sacándome a ésa linda mujer a golpes de pies en el camino, convenciéndome más a fuerzas que por convicción, de que no puede ser mía. ¿Han escuchado la canción “Por Amor” que canta Andrea Bocelli? Viene en el disco “Romanza” y en serio, sentí que me quedó como anillo al dedo. Dios mío, el otro día llegando a su humilde casa, la puse a todo volumen y fue sin intención, fue algo más mecánico que consciente: cuando comenzó la escuché con detenimiento, y se abrió una especie de puerta en mí. Mis lágrimas salieron espontáneas de mis ojos sin que pudiese dominarlas, así como mi voz que cantó con ésta voz fea, quebrada que da el llanto… Afortunadamente, me hallaba solo, y nadie supo de éste dolor que siento que me parte el pecho en dos.

Como se habrán dado cuenta, hoy no tengo ganas de hablar de política. Ni de economía, ni de las injusticias que asolan a ésta endeble nación, a ésta malformada sociedad que se mantiene más o menos coherente, más o menos unida. No, hoy no…

Hoy ha llovido muy fuerte por aquí, y el día ha sido gris y me siento harto triste, pero, ¿saben? También estoy como embotado, y eso no me pasaba desde hace mucho, desde que en los noventas Mi Corazón Acairelado, Mi Corazón Asesino me mató por segunda vez. Y ¿saben? El desamor es algo muy cabrón, es algo que te enfurece, pero al mismo tiempo te deprime, es como un demonio malnacido que te toma el estómago y te lo retuerce, te clava pensamientos y sentimientos malos como agujas en el pecho y en la mente; es algo que te vacía, como una llave abierta que no puedes cerrar, como una dolorosa ampolla que te recuerda que ahí está con cada paso que das a fuerzas en esta vida.

Tengo por qué decirlo, ya que tengo mucha experiencia en el desamor. El amor no correspondido es muy terrible y sé por experiencia que a ése monstruo nunca se le debe tomar a la ligera, ya que te detiene y te congela si no tienes los arrestos para enfrentarlo, mas, ¿quién los tiene? He tenido que recurrir a toda mi experiencia, que no a los amigos, por que en estas circunstancias, siempre están ausentes para medio sobrellevar ésta desesperación que a veces me inunda, y me hace pensar que soy muy pobre, ya que no he tenido la capacidad, la maña de hacer amigos verdaderos. Y me convenzo de que me autoengañaba al pensar que sí, que era rico por que por lo menos a dos personas en éste mundo podía llamarlos así, ya que dudo de la amistad de la gente a la que alguna vez pude decir “amigo” y tener tanta confianza en ellos, que podía depositar en sus manos mi integridad y mi seguridad.

 Ay, hasta en eso hemos cambiado, qué se le va a hacer. Aún así, no he podido evitar varias noches de insomnio que han sido eternas como el infierno. Afortunadamente para mí, estamos en una época en que la tecnología puede ayudar, y cuando me hallo en la cama después de las tres de la mañana debatiéndome contra mis demonios que me rasgan, siempre tengo la opción de levantarme, acariciar un rato a la gata Chizu, (es una gatita muy bonita, es hermana de Tsuki, la que me robaron, luego les pongo una foto de ella) y sentarme a jugar Final Fantasy XII en el PlayStation 2 para dejar de pensar en ella, por lo menos hasta que el amanecer y el cansancio me vencen, y dormir cuatro horas soñando con ella y los besos que no le pude dar, y los besos que ella no me pudo dar. Qué tristeza.

Apenas ayer tuve un sueño, un hermoso sueño en que mi amigo Nalgo y ella, me acompañaban al estudio, y nos quedábamos ahí a dormir. De pronto, apareció el Tobías, el perrito del Conejo, y ella y yo lo sacábamos a pasear. Volteaba y le decía a Nalgo que preparara las camas, y el sonriendo asentía, como cuando éramos jóvenes y me quedaba a dormir en su casa. Paseábamos ella y yo al perro, y en una de ésas, nos quedábamos viendo, y nos dimos el beso más hermoso que haya podido dar y recibir. Desperté de muy buen humor, ya que el sabor del beso me duró todo el día, y aún me dura, pese a que la lluvia lo ha ido lavando de mi boca.

 Afuera sigue lloviendo, y como siento que mi mente y mi alma se parten, he de recurrir a ustedes, camaradas peludos, he de recurrir a su camaradería y su bonhomía, y también a su anonimato y al mío, para sentirme escuchado, y un poco cálido, ya que sus comentarios del otro día me levantaron el humor, agité los brazos como Gokú y me dije a mí mismo: “¡Eah! ¡No es el fin del mundo! ¡Vamos! ¡Una vez más!” y salí a la calle, a enfrentarme al mundo una vez más. ¡Gracias, camaradas! ¡Muchas gracias!








Y bien, sé que soy uno y medio melodramático, pero en serio, camaradas, ojalá pudieran verla, ojalá pudiese ponerles una foto de ella, y estarían de acuerdo conmigo. Ella es una mujer muy linda, en serio, es muy linda, lástima que no se pudiese. Si fuera borrachote, ahorita estaría hasta las chanclas escuchando a Josialfredo, en vez de a los Enanitos Verdes y su “Pescado Original”, pero nunca he creído en el alcohol como medio para espantar demonios de soledad.

Mejor debo hacer como canta la pista seis de ése disco, “Esta mañana”, que dice “desde que llegué/ con mi destino en la hoguera/no te dejé de pensar/ ni en noches de luna llena./ Hice todo lo que había por hacer / sigo con el cuerpo frío y nada de comer. / Esta mañana / dejé a un lado la esperanza / y salí a caminar / por las calles embarradas. / Esta mañana / me dí cuenta que no hay nada / que yo pudiera hacer / para que deje de una vez / de llover…” Chingao, ya se me quieren salir otra vez las lacrimosas, no es justo…

Y bueno, es todo, camaradas; contestando a sus peticiones, sí, debo decirles que sí, puedo hacerles reproducciones de cuadros famosos, por una módica suma y algo de tiempo, ya que hay técnicas como el óleo, que requieren más trabajo que el acrílico o la acuarela, así como tiempo. Si en verdad les interesa, mi correo que más visito es: www.donart_70@yahoo.com.mx , o aquí, en el cojín; y por favor, ténganme un poco de paciencia, ya que no sé cómo es mi dirección por el feis, es algo así como  donart_70@facebook , no estoy seguro de que se escriba así, por favor ténganme paciencia, ya que soy como un peatón en la supercarretera de la información, así que vengo a este café interné una vez por semana, aunque a veces tardo dos o tres y nomás vengo a revisar correos o a meter la entrada del cojín.

Bueno, ahora sí, sin más que decirles, ¡Sayonara! ¡La Revolución Ya Empezó! ¡No Votes!