lunes, 3 de julio de 2017

Pintura de Caballote: “Manos Blancas” y “Las Vacas Locas”.


                ¡Mis estimados contlapaches de tiempos duros y macizos, como los tacos que salen de la parte posterior de la res, me complace saludarles una vez más! ¿Cómo los trata la dura realidá? ¡Espero que muy bien!



                Pues bien, desde la Galería de Pseudo Arte más chipocluda y llena de pelos de la Güeb, quiero poner a su disposición un par de ejercicios más:




                Este primero se titula “Manos Blancas”, mide 45.6 x 30.5 cm. y fue realizado el 2 de Junio 2017, justo el día del cumpleaños de mi compadrito Igor Ritssi, a quien le mando un cálido y afectuoso saludo, aunque sé bien que no lee ni se mete a ver aunque le paguen, este cojín. Bueno, dicen que la esperanza muere hasta el final y espero que por una vez en su vida calva y verruguienta, se digne meterse a éste cojín de su amigocho el Gato Jazz. Es curioso, cómo los amigos en la vida formal, los amigos que fueron hechos cara a cara y por convivencia, son los que menos se meten en éstas cosas. Es algo a veces frustrante, pero ya qué. Es mejor no pensar en ello, como con el amor no correspondido. Como con las medicinas, siempre es mejor dar el trago largo y pasar, dejar pasar, que dure lo menos posible lo que uno está intentando pasar.


                Bueno, ¡A lo que te truje Chencha! Déjenme platicarles que este cuadro es la culminación de un esfuerzo de tres años dando clases de pintura y dibujo. ¿Por qué? Porque he decidido ya dejarlo ante la incapacidad propia de conseguir nuevos alumnos, y de un local adecuado para dar las clases. Pero uno ha de agradecer siempre a quienes han tenido la paciencia y el coraje de estar con uno, y este cuadro, es un tributo a ésa amistad. Durante tres años hemos estado macheteándole, y los resultados son muy buenos, chéquen el resultado de mis “educandos”:







                Como profesor, no puedo pedir más de mis alumnos. Lalo es un estudiante aplicado y sensible, y estoy seguro que, aunque no se dedique a la artisteada, logrará siempre buenos resultados, como lo hizo en esta naturaleza muerta sin título.




Dante tiene mucha imaginación y logra resolver bien los problemas, como vieron con su ángel, y si no he puesto lo último que está haciendo, es porque se trata de su visión personal en historieta de la película “La Matanza de Tejas”, ¡vean que padre le quedó su tiovivo que hizo al óleo! Y, desgraciadamente no tengo ninguna foto actual del trabajo de Diego, que se inclina más hacia la ilustración. Realmente me retiro emocionado. Son buenos, y estoy seguro, harán mejores cosas cada día.


                Ahora sólo quedamos en vernos por la amistad que hemos desarrollado, a dibujar y pintar juntos, pero ya no como profesor y alumnos, sino como iguales. Sólo queda el tributo a ésta amistad, a ellos, y a sus padres, es especial a la madre de Lalo, que ha tenido el coraje de llevar a su muchacho hasta mi taller cada jueves. ¡Muchas gracias!




                Bueno, me limpio la lágrima de mi ojito, y sigo: este siguiente cuadro también tiene su anécdota. Justo cuando iba a la casa de Diego y Dante –he de atravesar un sendero de terracería- me topé de frente con un hato de vacas. No podía hacerme a ningún lado, ya que éste camino está franqueado por, de un lado, un canal de riego profundo, y por el otro, vallas ciclónicas que custodian campos de fútbol y casas, ¡no tenía ningún lado a donde hacerme! Pero recordé que los animales perciben si uno siente temor, así que apreté el cuerpo, y, eso sí, bajé mi tranco para que no lo fueran a tomar como una agresión, y pasamos lentamente uno al lado de las otras. No ocurrió nada, gracias a Dios, y logré llegar con bien a mi destino, y, casualmente, llevaba ya la tabla preparada para pintar, y, aunque ya tenía pensado hacer a una bruja,  decidí que haría a un par de ésas vacas. Así surgió “Las Vacas Locas”, pintado con pasteles y rematado con óleos sobre una tabla entelada de 43.7 x 20.5 cm.


                Y creo que es todo, amigos, amigas, compañeros de éste Cojín. Les platico que ando terminando otro libro que pienso titular “Los Jóvenes Soñadores”, y será un conjunto de diez cuentos con tres historietas, con hartas, hartas ilustraciones. Ése sí me gustaría mucho publicarlo, de hecho, algunos relatos se los he compartido aquí, pero siempre cambia mucho al hacerlos como una especie de antología. ¿Alguno, alguna sabe más o menos cómo se le puede hacer para publicar en papel? Sería morrocotudo ver, antes de morir, un libro de mis relatos publicados aunque fuese por una editorial pequeña. Sí, la esperanza morirá al último, como el amor no correspondido.


                Y bueno, creo que es todo por hoy. Me despido de ustedes deseándoles lo mejor. ¡Sayonara! ¡Historieta o Muerte! ¡Venceremos! ¡Hasta la entrega que viene!