jueves, 20 de septiembre de 2012

Histerieta: “Sombras en el Adoquín” Segunda Entrega.




                ¡Mis estimados! ¿Qué me cuentan de nuevo?

                Antes que nada quiero disculparme con ustedes, por todos los desaguisados que tuvo esta primera entrega de “Sombras en el Adoquín”. Resulta que se me extraviaron dos páginas, y no las hallaba en ningún lado, no quedándome más remedio que volver a escanear, pero ya quedó resuelto. Si se fijan bien, las páginas 5 y 6 ya se hallan en donde deben estar.

                Ahora vamos con lo que sigue, ya con el orden correcto:














                ¡Cachacachán ca chán! ¡Comienza la aventura! ¡Ijajayyy! ¡José Galicia ha sido presentado ante ustedes, camaradas! También el otro personaje de estrafalaria gabardina. Un par de cosas sobre estas páginas: resulta que la página 2, la que sigue después de las manos cayendo y entrando al agua, es vital para comprender posteriormente la historia, y por eso es importante que ustedes la vieran, aunque a primera vista parezca que la historia puede sobrevivir sin ésas páginas. Sólo déjenme adelantarles que los huesos enormes no son un error de dibujo, un error de proporción, no. La otra cosa, es la influencia de Charles Bukowsky, el genial novelista estadounidense en el agarrón a golpes que se da José Galicia con el Buen Joseíto; adivinen de qué cuento tomé un poco de esta sátira, que espero que no sea ofensiva para los compadres gallegos que en realidad aprecio mucho. Tan sólo necesitaba un personaje que hablase un español duro y que no fuese capaz de dar los delicados tonos de “S” del idioma múscido. A decir verdad, pensé en un indígena o un ruso cuando hice por primera vez el argumento, pero la cuestión es que no podía agarrar al indígena por que ellos hablan suavemente, y mucho menos a un ruso o a un japonés, ya que era necesario que hablasen el mismo idioma de José Galicia. Y la otra cosa es el apodo de “Cansao”. A mi padre le apodaban así sus hermanos, pero José Galicia en realidad no es mi padre. En realidad se trata de mi abuelo, el primer “Cansao”, de los cuales, yo vengo a ser el tercero, y agradezco al cielo que no haya un cuarto, jé je je… El suéter con la “E” roja enorme viene de la mascota del “Acuérdate de Ayer”, del querido Chimino, que intentaba representar a todos los estudiantes de CCH Sur.
 
                Y la sopa de Caracol… ¿Alguno de ustedes se acuerda que grupo tropical tocaba esa canción? En ella se menciona (o creo recordar que así es) que la Sopa de Caracol es un potente afrodisíaco, aunque a mí me da mucha repugnancia el hecho de comerme un caracol, aunque provenga de la cultura que más insectos come en el mundo… (no soy capaz de comerme ni un miserable chinicuil, ni siquiera un chapulín cuando voy a Oaxaca.) En todo caso, la energía será necesaria para las páginas que siguen, eso se los aseguro.

                Y por ahora es todo, compadres. Me da gusto poder seguir por acá dándoles un poquito de todas estas locuras, de todo este esfuerzo sin más resultado que el mostrárselo (sin albur). Esto de las historietas es algo muy semejante al pintar. Cuando empiezo una, hasta la panza me duele al enfrentarme a la hoja en blanco, a redondear la idea cuando apenas es un bosquejo general de las cosas, y hacerla grande, pero no tanto para que funcione bien y no se rompa como tantas veces ocurre.

                ¿Por qué les digo esto? Será que tengo un vacío creativo que ya me ha durado bastante. Las cosas no salen, y cuando creo que tengo una idea que vale la pena, o se queda en embrión por falta de fuerzas para crecer, o crece tanto que me estalla en la cara. (Espero que “Hadas” no sea de estas últimas, aunque la verdad, me está costando mucho avanzarla) Será que me he enfermado de realidad, y esta realidad cotidiana es horrenda. Da miedo ver a los niños sabiendo cuantos lobos hay sueltos por ahí… ¿Qué mundo les estamos dejando? Lleno de corrupción, lleno de angustias, de pobreza y abuso, lleno de enajenación, y también de ignorancia. Hace poco se ha desatado aquí en la colonia una ola delictiva fuerte. Los ladrones entran a las casas y negocios, robando y bendito sea Dios que no matando ni violando todavía. La gente tiene miedo, pero, ¿no es el miedo lo que utilizan todos hoy en día como medio para obtener sus fines? Vean simplemente un rato la publicidad de la televisión: “si te expones al sol te va a dar cáncer, ¡usa nuestro bloqueador!”, “que no se mojen tus hijos, se van a enfermar de gripa, a menos que consuman nuestras vitaminas”; ¿recuerdan el viejo “López Obrador, ¡un peligro para México!”? El chantaje crece y nadie hace nada para evitarlo. ¿Qué hacer?

                Lo cierto es que el miedo es un enemigo, nunca un aliado. El miedo nunca es inocente, ni siquiera en la broma de esconderte y salir, ya que implica dolo. Pero peor es cuando la justicia, la que debe protegerte, te abusa y entra a tu casa con toda su fuerza, para llevarse a uno de tus hijos que es inocente para culparlo de robar un automóvil y un banco y chantajearte con cuarenta millones de pesos mexicanos para que lo suelten. Y da más coraje cuando los jueces se prestan a la extorsión. Esto lo escuchamos apenas ayer con Carmen Aristegui, en su noticiero de radio, y ocurrió en el Estado de México, municipio de Ecatepec, lugar con una de las policías más corruptas del mundo. La guerra ya empezó. La política llegó a su término, ya que todos nos están haciendo la guerra: los narcos al llenarnos de pavor con su violencia contra todos. La policía y los jueces al permitir y prohijar los abusos a la población. El gobierno al robar descaradamente la voluntad popular y ser copartícipes de este robo, al subir cientos de veces los precios de los energéticos sin cobrarles ni un centavo a los grandes empresarios, y permitir que estos grandes empresarios no suban salarios a sus trabajadores. Los ricos con eso, además de imponer los perfiles que son un cuello de botella a la hora de pedir trabajo, cuando debieran dar trabajo a todo el que lo pide. Se roba y se atormenta a los viajeros mal llamados inmigrantes por todo el país, gente perversa secuestra a miles de personas que no quieren otra cosa que vivir en paz, aparecen día a día carteles de personas desaparecidas por todos lados, y no quiero pensar en manos de quién estarán. Es una guerra horrible contra la población mexicana, y nadie hace nada, excepto unos cuantos grupos como los Zapatistas, como los chavos del 132, como los seguidores del Poeta Sicilia, como tanta gente buena que ayuda y da la otra mejilla y son más cristianos que muchos que se dicen serlo. Afortunadamente, son los tiempos del fin, y El Señor no tarda en regresar a terminar con todas las injusticias. ¡Aleluya!

                El Señor Jesucristo viene. Y viene con la espada desenvainada para dar a cada quien el pago de lo que ha hecho. Ante Él no sirve ni el dinero ni las influencias, con Él no vale “conozco al Senador, es mi amigo”, ni sirven las redes de corrupción que tapan a los ladrones y asesinos. Él lo ve todo, y viene a Juzgar. ¿De que lado estarás tú en esta guerra? Piénsalo, camarada, y me respondes, pero no a mí, sino a tu corazón. Recuerda, que la Salvación que da el Señor es por Misericordia, no por Obras, y es totalmente gratuita, no has de pagar ni un centavo. ¡Aún es tiempo! ¡Sólo tienes que decir en tu corazón: “Señor Jesucristo, reconozco que moriste por mí en la cruz para llevar mis pecados en ti, para que esté limpio de injusticia el Día de Tu Juicio. Reconozco que Resucitaste al Tercer Día y que ahora Reinas. Señor, te acepto, límpiame, ven a mi vida”!

                ¡Sayonara! ¡Historieta o Muerte! ¡Venceremos! ¡Hasta la entrega que viene!


 

martes, 4 de septiembre de 2012

Histerieta: “Sombras en el Adoquín” Primera Entrega.



¡Mis estimados contlapaches! ¡Cuánto tiempo sin veros!

¿Cómo han estado? ¿Qué me cuentan de nuevo? Pues yo por acá, camaradas, ausente por un tiempo ya que de nuevo la computaloca se enviró, aunque creo que mas bien fue un problemilla con mi disco duro, en fin, que el camarada “Virush” me hizo el grandísimo favor de venir a echarle un ojo y de paso ponerme un nuevo sistema operativo, el “Güindows  7”, que afortunadamente fue compatible con mi máquina, y así, ya me tienen de nueva cuenta por acá, dándoles lata de nuevo.

Quiero comentarles que he estado probando un sistema que se me hace muy padre, uno que se llama “Ubuntu”. Mi cuaderno de doble raya el “Virush” me dejó una versión pequeña de este sistema gratuito y antivirus llamado “Fedora” y he de reconocer que es muy bueno, bastante agradable a la vista e intuitivo, pero desafortunadamente, la plataforma es diferente y no acepta los programas con que nos ha enviciado el mamarracho de Bill Gates. Además de que es necesario tener conexión a internet para descargar las cosas que necesitas, si no, como que no tiene chiste. Lástima. Así que por el momento, he de conformarme con lo que hay, y por ahora me concentro en reutilizar las cosas que tengo, y de momento, me hallo peleándome con las comas, porque me las pone invertidas y no sé cómo corregir este problemita. Si alguno sabe, plis, les pido que me explique, ya que como dice Manolito el amigo de Mafalda, soy un peatón en esto de la supercarretera de la computación.

Bueno, pasando a otras cosas más divertidas, permítanme ponerles esta historieta que hice allá por el siglo pasado, por el año de 1995; una obra que aún hoy en día, considero mi obra maestra en cuanto a la historieta, y que me siento muy orgulloso de ella, titulada “Sombras en el Adoquín”.

Para no hacérselas cansada, déjenme hacerles una breve referencia a ella: “Sombras en el Adoquín” es la historia de un corazón roto, y del viaje que hace José Galicia por un mundo fantástico donde hay de todo: aviones que se estrellan contra tranvías llenos de viejitos gandallas, tritones gigantes, aparecidos muertos que no resisten la luz solar y que viven en multifamiliares del INFONAVIT, abuelitas peleoneras y entronas, y una especie de conciencia que sigue a José Galicia para darle pistas y a veces ayudarle en ese mundo cruel en donde busca a su amada sirena, sombra que se escurre entre sus dedos.

“Sombras en el Adoquín” es producto también de mi propio corazón roto, cuando una de las mujeres que mas he amado en esta vida, no me tomo siquiera en cuenta. A ella le hice y entregué una historieta de amor que considero perdida irremediablemente: esa historieta era mi presentación y mi declaración de amor… Me esforcé mucho en hacerla, con los pobres recursos que tenia entonces, y a veces me pregunto si valió la pena haberle dado a ella todo mi esfuerzo, toda mi dedicación y todas mis noches en vela doblado sobre el escritorio, cociéndome los ojos con la luz de la lámpara y agotando mi muñeca con los estilógrafos. Si, camaradas, se que me escucho incluso infantil, pero solo quienes han sentido en sus vidas el placer y también la tortura de este don llamado dibujo, o de cualquier don de creación, pueden entender que se siente amanecerse dándose entero haciendo algo que quizá no sea siquiera tomado en cuenta, como creo que ocurrió.

Solo había una forma de sacar ese dolor, y era escribir (además de dibujar). Ya les he puesto mis cuentos y novelas cortas de esa época, y de ellas surgió poco a poco la idea de esta historieta, que medité por meses antes de decidirme a hacer el guion y ahí, a dibujarla. Quizá por eso tiene ese aire melancólico, de gato maullándole a la luna, que notarán apenas comiencen a leerla. Tiene un inicio enigmático, que se desvanece conforme avanza, a una situación cuasi cómica para tomar un sentimiento angustioso y con un final, a mi parecer, sorprendente. He de añadir que mis influencias en ése entonces eran “Rayuela” del genial Julio Cortázar y varias obras de Ernesto Sábato como “El Túnel” y “La Novia Robada”, además de la fantasía desbordada de Boris Vian y su extraordinario “Otoño en Pekín” mas la obra de Michael Ende: “La Historia Interminable”, “Momo” y “El Laberinto”. Deliberadamente traté de copiar cosas primero en el argumento, que con la pulida de escribirlo una y otra vez, al refinarse se volvieron mías por derecho, aunque las reconozco como influencias y no como fusiles; no sé si se noten, eso espero que me lo digan ustedes.

La historieta es, forzosamente, de corte adulto. Contiene escenas de sexo explícito y desnudos totales. No la recomiendo ni para niños ni adolecentes, aunque he censurado las partes muy fuertes con los consabidos cuadriculados, y que he considerado prudente no eliminarlas para no cortar la secuencia de la historieta. Alguien alguna vez me pidió una propuesta erótica, así que aquí está. Lo erótico se me da mejor en historieta que en pintura, aunque ya les he puesto algunos cuadros, y me falta ponerles otros más que son de corte erótico. Lo erótico. Les pido de antemano una disculpa por no dejarla sin censura, pero este blogcito es para todos, y además, creo que no es malo permitirle a los niños ver desnudos artísticos como las obras del Renacimiento, es peor que vean cosas tan violentas y huecas como “Rápido y furioso” (Rápido y Baboso), los noticieros llenos de nota roja con sus consabidos descabezados y narcoejecutados y las idiotas telenovelas de Televisa y Teveazteca.

Ahora Blogger me permite ponerles muchas fotos, ya no es como antes que solo me permitía ponerles cinco, pero creo que es mejor seguir con nuestra tradición de que cuando se trate de historietas, las entregas se hagan de diez en diez páginas, para que podamos estar más tiempo juntos y seguir platicando un rato. Y bueno, sin más, dejo que disfruten esta primera entrega, el inicio del primer capitulo de los tres y el epílogo de esta mi obra maestra, “Sombras en el Adoquín”. Va:




























¿Qué les parece? Toda está realizada en tintas chinas sobre un papel que hasta la fecha no lo he encontrado en ninguna parte, una especie de cartulina Primavera pero de excelente calidad que me topé una vez en el Lumpen (entonces era Casa Bernstein, todavía no se la tragaba el monopolio papelero que es hoy Lumpen) de República del Salvador en el centro y que estaba de remate. Lo compré y lo guardé como cinco años sabiendo que me iba a ser de mucha utilidad posteriormente, aunque aún no tenía idea de para qué iba a usar ese papel. Como habrán notado, algunas letras las hice a mano, y otras las puse con el ordenador, ya que mi caligrafía siempre ha sido pésima, y me declaro culpable de ello.

Mandé guillotinar los pliegos en cuatro y como ya había trabajado en Editorial Trillas, aprendí (ojo, esto no lo enseñan en las escuelas de diseño), que para trabajar en papeles satinados primero había que pasarles una “mona” de alcohol para quitarles el satín, además de que eso es útil para que el papel no se marque con el lápiz y los trazos puedan ser borrados con facilidad después de aplicarles las tintas chinas. No se para que les digo esto, ya que actualmente todo lo hace el ordenador. Los números de las páginas estaban hechos con las letras Mecanorma y Letraset, que creo ya no existen, ya que no las he visto. De todos modos, cuando la digitalicé, me di cuenta que estaba terriblemente sucia por el consabido manoseo de los amigos que la vieron, así que de paso le limpié el color y cambié esas letras de vinil (que irremediablemente siempre me salían chuecas debido a la falta de oficio) con las del ordenador. También rehíce los marcos que muchos me salieron chuecos también y ya encarrerado el gato, de paso le cambié mis horribles letras hechas a mano con la letra Comic Sans Serif que es la que más se parece a mi grafía de entonces. También rehíce las portadas. Los adoquines son del Centro Histórico,  tomados directamente de una serie de fotos que fui exclusivamente a tomar al centro, y creo que mejoraron mucho comparados con los adoquines dibujados que hice la primera vez.

Bueno, la idea es que se parezca lo más posible a una publicación decente que ustedes puedan disfrutar. Alguna vez pensé en publicarla en papel, pero cuando lo intenté, estábamos en plena crisis editorial, y me mandaron con cajas destempladas más de dos editoriales, además de que los editores de entonces no veían la historieta ni como arte ni como negocio. “Están muy ashuradas”, “tu dibujo es muy sucio”, “no es muy comercial”, y el más descarado me dijo “la única secuencia buena es la del sexo… Si pudieras hacer más de eso, pudiéramos hacerte un huequito”. Ja.  Hoy tampoco lo hacen, pero por lo menos se han dado cuenta de que una novela gráfica si es capaz de producir ganancias.

Ya no me importa el hecho de publicar en papel. Me gusta más la idea de que ustedes la puedan valorar y, ¿por qué no? disfrutar también. A fin de cuentas, es lo único que cualquier artista desea. Si uno puede ganar dinero de ello, pues es un plus, pero como ya tiene tiempo que estoy convencido de que no voy a ser famoso, y si alguna vez me vuelvo medio conocido, va a ser después de que me vaya de este mundo, así que creo que es mejor darla así, en este blog a que se me haga vieja y amarillenta en el librero, ¿no creen?

Y ya. Mejor dejo que ustedes la sigan viendo. Me despido de ustedes con un fuerte abrazo deseándoles que estén bien si se puede en medio de esta crisis del huevo y del usurpador Peña Nieto. Hice con mi hermano H.P. Aguilar un cálculo de lo que valieron esas tarjetas Soriana que el PRImen Organizado dio a la gente que vendió su voto por cien pesos, y son cinco centavos al día. Por cinco centavos diarios cambiaron la tranquilidad, la certeza de un futuro y la sonrisa de sus niños. Además de la bola de aumentos en todo que viene.

Entiendo que los cristianos debemos obedecer a los gobernantes, como me decía sabiamente Virush, pero lo cierto es que eso queda en los sistemas feudales y/u oligárquicos, ya que el rey o el déspota era la autoridad suprema, pero en una democracia o en una república, arriba del Presidente, del Congreso y de los Magistrados, está la Constitución, y si la misma Constitución garantiza que el gobernante en turno puede ser removido si no hace nada por su pueblo (artículo 39: “el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”), entonces no estamos pecando al exigir un interinato; entiéndase que no estamos llamando a la guerra, sino a resistencia civil pacífica, además de que en el Libro de los Reyes, me parece, (luego les busco bien los versículos) cuando los israelitas están en plena corrupción y Dios manda a los Persas me parece, a castigarlos, no hay nadie que invoque el nombre de Dios ante las injusticias de su rey que roba a la viuda y despoja al huérfano. Uno puede protestar, que la protesta no es rebelión. Hasta el justo Job protestó a Dios y no se rebeló por ello. Esto es laicismo, el dar a Dios lo que es de Dios y a César lo que es de César. Como cristianos, no podemos quedarnos impunes ante el delito y la corrupción, ya que Dios mismo nos manda como corderos en medio de lobos, y nos ordena “sed, pues, astutos como serpientes”. Dejen les busco estos versículos para redondear bien esta idea ya que igual y me equivoco. En todo caso, la Presidencia debe ser más grande que el presidente en turno, ya es hora de dejar esta cultura del culto a la imagen.

Apoyen al yo soy 132, platiquen con la gente cerca de ustedes, porque la corrupción ya está llegando a niveles insostenibles. Apenas ayer, nos enteramos que en lo profundo de la colonia, secuestraron a una mujer y a su niña dos sujetos en una motoneta; además, me enteré que en uno de los puentes de la Vía López Portillo asaltaron a una anciana que trabaja vendiendo sándwiches dos adolescentes que ya no tienen respeto por los viejos, ya que la espantaron sacándole una pistola y un cuchillo (antes había vigilancia, pero con la llegada del nuevo presidente municipal del PRImen Organizado de Coacalco, lo primero que hizo fue retirar a los policías que cuidaban dichos puentes), y además, tenemos un exhibicionista y a un travesti en la misma cuadra, y sinceramente, si me molesta que anden de impúdicos cerca de niños y muchachos. Una cosa es vestirse de mujer o encuerarse, y otra muy distinta es pasearse a media calle como una prostituta ebria en celo.

El país ya no aguanta más. Si dejamos que compren la presidencia, ¿qué sigue después? Va a ocurrir como en Ciudad Juárez, donde ya no vas a poder pasear con tu novia, tu esposa, tu amiga o tus hijas porque un malviviente te va a dar dos balazos para robártela y violarla y prostituirla. La consigna sería “tu cuida mi espalda que yo cuido la tuya”, esto es, si uno ve que alguien asalta, secuestra o mata a alguien, entrarle a los trancazos con la certeza de que tu o tu me apoyarás y no me vas a dejar solo. Así, sabré que puedo caminar por la calle sabiendo que si alguien me asalta, estarás tú ahí para apoyarme.

¡Sayonara! ¡RESISTE! ¡ACUDE A LAS MARCHAS Y EVENTOS DEL 132! ¡NO VEAS LAS NOTICIAS DE LA TELE! ¡Y YA NO VOTES! ¡NUEVA REPUBLICA! ¡Hasta la entrega que viene!




Fe fe erratas: ¡So sorry! ¡I`m Burri! No acomodé las numeraciones de las páginas bien, y por lo mismo me comí la que debiera ser la página 005. Ahorita la pongo como debe ser. Y como desagravio pongo más páginas. ¡Ahora si! ¡Hasta la próxima entrega!



P.D. 2: ¡Otra vez! ¡I’m burry! Justo cuando les corregí la entrada del Cojín, me di cuenta de que también me faltó la página 6! No tendría mayor importancia, salvo que las primeras escenas son importantes para comprender la entrada a ése mundo fantástico de José Galicia. Ahorita ya la revisé toda y ya inserté las páginas que faltaban, que realmente no se por qué causa no se quemaron en los discos de recuperación. En fin, que tuve que volver a escanear las páginas faltantes. Ahora sí, ¡Sayonara! ¡Disfrútenla y hasta la entrega que viene!