miércoles, 17 de diciembre de 2008

Xilografía: Nahuales.




Qué tenemos aquí. Un par de grabados sobre tabla. Xilografías, vamos, como dirían en la ENAP. A decir verdad, la carrera me dejó mucho que desear. No abrió mi mente, no me enseñó nuevas técnicas, no me dejó ni siquiera una novia. Aquí quiero hacer patente que quien me enseñó la gran mayoría de las técnicas que domino, fué un maestro del que desgraciadamente no me acuerdo su nombre, no así su apodo: "El Oso". La razón fué que como ocurrió en la secundaria y en ésa época estábamos más ocupados en ponernos apodos y burlarnos de todo, pues lo único que uno le decía al profesor de Artes Plásticas era "sí maestro" y a su espalda "pinche Oso"; pero en honor a la verdad, él era un gran maestro. Nos enseñó acuarela, nos metió al óleo, nos enseñó técnicas como el esgrafiado y rudimentos de grabado en tan solo un año. Era un ser fenomenal. Tiene su taller de restauración de Arte Sacro exactamente junto a la Secundaria 3, y hasta la fecha sigue ahí, en la avenida Chapultepec esquina con Frontera. Hasta me enseñó a dorar, cosa que nunca hicieron los maestros de la ENAP, salvo gloriosas excepciones como Castro Leñero, que me dió dibujo, como Manuel Marín, que él sí intentó abrirme la mente, y que decía (pobrecitos que somos, él y yo) que tenía mucha fé en mí. Ignoraba el pobre que estamos en México y que aquí no cuenta para nada el talento, sino la palanca, y yo, (tonto de mí) nunca supe hacerme de amistades que me convinieran. Siempre busqué amistad verdadera, y ésa sólo la conseguí entre los jodidos iguales a mí, no entre los rotos creídos clasemedieros pro gringos y que hoy ocupan los puestos grandes. Lástima. Qué tonto soy.
Bueno, volviendo a los grabados, el primero está hecho sobre linóleo y se titula "Nahuales" como se puede colegir al ver la estampa. Está inspirado en mis cuadernos de toda la vida Pato y Tiricia, y sus jugueteos amorosos que ellos, ingenuamente hacián en público tratando de esconderse para no ser descubiertos, y que todos los notábamos, y que, siguiendo el juego, después negábamos jocosamente. El segundo no tiene título; dejémoslo en "Nahual 01" y en realidad era preparación para un personaje de una historieta que hice poco después: Ixtlicóyotl el Nahual. Como pueden darse cuenta, soy un apasionado de las historietas. El Noveno Arte, ni más ni menos.

1 comentario:

José Blancas dijo...

Estimado Jair, ¿has pensado seriamente vender algunas de tus obras? te lo digo en buena onda y muy en serio......esa del nahual no tiene m...............me gustó...........o ya de perdis una exposición con todos tus trabajos no?.......es que la neta hace falta que vengas a iluminar a tantos chamacos que no saben ni agarrar el pincel carajo!!! por cierto y para que no digas que no te hiciste de una novia en tu paso furtivo por la universidad.......tengo una amiguita que ......digamos necesita que le enseñes hartas plastas......cómo ves?.........sólo que ella vive en Mesoamérica y tú en la gran Chichimeca....oh perdón!!! en el explosivo y delirante "Tultepec".......entonces tú dime y te la echo a caminar......jajajaja.....nostalgia cecehachera........!!