lunes, 9 de enero de 2017

Arte Objeto: La Casa y El Castillo.


                ¡Mis estimados contlapaches y contlapachas! ¡Llegaron los Reyes Magos! Hoy no hablaré aquí del gasolinazo. No. ¿Para qué? Le han dicho hasta de lo que se va a morir a Enrique Peña Nieto. Únicamente diré que qué hombre con la boca tan mentirosa, tan rastrera, todos los mexicanos andamos con el puñal clavado en la espalda, porque eso fue una vil puñalada trapera. Acababan de echar las campanas al vuelo con el pírrico aumento a los salarios del 8% y con el aumento del 20% a los energéticos, quedó reducido a vil ceniza. Ya, ya. Sólo diré que ése dizque presidente debe irse, debemos los mexicanos aplicarle a él y a su gabinetazo, junto a los diputados y senadores y también a los señores del INE, el mismo tratamiento que se le dio a Iturbide: exilio con pena de muerte por traición a la Patria si se le ocurre regresar.

                Pero bueno, amigos, amigas. No todo puede ser malo, pese a los saqueos organizados para meterle miedo a la gente, no. Algo bueno debe salir de esto, y como éste Gato Jazz tiene fé en el porvenir -¡se me acaba de descomponer el mousse óptico, con una %&$&%!-, quiero compartir con ustedes un par de objetos que trabajé en estos días de la Navidá y de los Reyes Magos, junto a un cuentito muy cortito siguiendo la línea del “Rey Mago del Norte”, porque creo que aunque el tiempo ablande los cariños, y los rostros se olviden, los actos que hacemos quedan en algún sitio. Ahí les vá:

El Castillo de Cartón.


"Tonto, eres un tonto".

El rey mago del Norte mordió su aliento. Un dolor añejo anegaba su pecho y exiliado como el Cid, ahora él fue quien se montó sobre su viejo rocín y volteó al cielo lleno de estrellas, que a sus cansados ojos, llenos de lágrimas, enfermos de esperas, semejaron nubes de tormenta. Fiel, el caballo cargó no sólo a su rey, también a su tristeza. Y bajaron por el empedrado camino siguiendo el prodigio vuelto estrellas.

"Tonto".


No tiene reina; en medio de su infinita soledad y como un milagro tardío, tiene amada descendencia. En el cielo refulgente dos tiernas estrellas le marcan la senda, ¿se puede mandar en el corazón? El rey jura que lo intenta, pero atrapado, desoye a la razón. Cabalga lentamente, con sobrenatural esfuerzo. Desciende desde el Norte -se podría decir que asciende de su tumba-, y sigue a sus estrellas. El cementerio, súbditos callados, obedece a su mandato, y permite a su soberano marchar al Sur, exiliado.



















***
La princesa abre sus ojitos, su hermano el príncipe la sigue. El radiante sol entra por las ventanas, iluminando la pequeña habitación. Ellos viven en una casa de cartón. El mundo no lo sabe, pero ellos son príncipes, herederos de una corona de amor. La princesa con cariño dibuja mariposas en las paredes, llena con su infantil jolgorio la pequeña residencia, y su hermano el príncipe llama a sus tropas; éstas se juntan sobre las raras baldosas, entre columnas combadas que se alzan al cénit, y lo ven. Todos aman a su pequeño rey, a su pequeña reina, y juntos marchan, toman el castillo que les sirve de fortaleza, que aún de cartón, como un viento cálido lo protege ése inexplicable amor, la casita así como a todo el pequeño, tierno reino donde prosperan las flores, donde se cantan canciones y se libran guerras por juego, sin muertes, todos riendo.























***
El rey mago no llegó a tiempo. No salió del páramo, dio un par de pasos y cayó sobre el desierto donde permanece esperando, quieto, muerto. Un par de tiernos nombres fueron su último aliento. Y nadie se explica cómo -aunque nunca haya habido nadie a quién explicar nada-, pero entre sus huesos, justo en medio de su pecho, ha florecido un estelar, pequeño, tierno reino, con un castillo de cartón como fortaleza que cuida a una pequeña casa de cartón, donde viven un niño príncipe y una niña princesa.


                Y fin. Se me murió el Rey. ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. El castillo surgió como una de tantas absurdas tareas que dejan en la escuela para los niños y que en realidad son tareas para los papás. Había poco tiempo para hacerla, pero como tenía una caja de zapatos vieja y mucho cartón, decidí agarrar el toro por los cuernos y ¡zas! La idea es que mi sobrinita la pinte como ella guste y que le sirva, aunque sea por un rato, para jugar. Y como su hermanito (son gemelitos) se me quedó viendo cómo la hacía, sentí feo no darle nada a él y se me ocurrió preguntarle que qué quería, a lo que él me respondió “¡un castillo!”. Tuve que pepenar un rato buscando cartón que me sirviese, ya que decidí hacer el castillo más robusto, para que aguantase el trajín de un niño de siete años y que no se destruyese rápidamente. El cartón provino de una caja de una pantalla de 32 pulgadas, dos cajas de cereales y mucho pegamento blanco. El techo se alza, para que puedan jugar con muñecos adentro, el puente levadizo abre y cierra, además de un par de puertas abatibles que realmente se abaten. Tiene además una torre con un elevador que realmente funciona, y son totalmente ecológicos, hechos en su totalidad con materiales reciclados. Los muebles, tanto de la casita como el trono del castillo, están fabricados con alambre galvanizado, esponja y franela.

                Y, justo es decirlo. Cuando era niño, -niño muy pobre, mi madre nunca tuvo lo suficiente para comprarme juguetes caros- un amigo de mi hermano mayor -y diré su nombre porque debe haber justicia en éste hermoso acto que recuerdo: Joao Barrera- me hizo con cartón un par de naves de Star Wars que jugué con mucho gusto. Eran de mis juguetes favoritos, además de que me hizo comprender que como niño, no necesitaba de juguetes comprados para tener unos fantásticos. Uno debe de tener la sabiduría suficiente y la inteligencia para aprovechar lo que tenemos a la mano. Y eso debe ocurrir como adulto. Siempre he tenido la vocación de aprovechar lo que tengo a la mano, reciclando y no viendo como basura las cosas que en un momento dado me pueden servir.

                Y eso es todo, camaradas y camarodos. Me despido de ustedes deseándoles un muy Feliz Año Nuevo. Y van a ver, algo bueno va a pasar con tantos problemas. No pueden seguir las cosas como van por siempre, ¿no? ¡Hasta la próxima! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN HA DE SER SAGRADA! ¡BASTA DE MORDAZAS A LA OPINIÓN PERSONAL! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! A CUATRO AÑOS DE LA GESTIÓN DEL PRESIDENTE EN TURNO, EL PAÍS SE DESBARATA POR LA VIOLENCIA, INSEGURIDAD TANTO ECONÓMICA COMO EN EL MISMO PELLEJO, ¡QUE SE VAYA JUNTO A TODOS SUS CÓMPLICES! ¡BASTA DE GOBIERNO A BASE DE PUROS COMERCIALES Y NADA EN LA REALIDAD! ¡ANTE LA OLEADA DE LA ULTRADERECHA QUE CABALGA SOBRE EL MUNDO: HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!