¡Mis
estimados contlapaches y contlapachas! ¡Llegaron los Reyes Magos! Hoy no
hablaré aquí del gasolinazo. No. ¿Para qué? Le han dicho hasta de lo que se va
a morir a Enrique Peña Nieto. Únicamente diré que qué hombre con la boca tan
mentirosa, tan rastrera, todos los mexicanos andamos con el puñal clavado en la
espalda, porque eso fue una vil puñalada trapera. Acababan de echar las
campanas al vuelo con el pírrico aumento a los salarios del 8% y con el aumento
del 20% a los energéticos, quedó reducido a vil ceniza. Ya, ya. Sólo diré que
ése dizque presidente debe irse, debemos los mexicanos aplicarle a él y a su
gabinetazo, junto a los diputados y senadores y también a los señores del INE,
el mismo tratamiento que se le dio a Iturbide: exilio con pena de muerte por
traición a la Patria si se le ocurre regresar.
Pero
bueno, amigos, amigas. No todo puede ser malo, pese a los saqueos organizados
para meterle miedo a la gente, no. Algo bueno debe salir de esto, y como éste
Gato Jazz tiene fé en el porvenir -¡se me
acaba de descomponer el mousse óptico, con una %&$&%!-, quiero
compartir con ustedes un par de objetos que trabajé en estos días de la Navidá
y de los Reyes Magos, junto a un cuentito muy cortito siguiendo la línea del
“Rey Mago del Norte”, porque creo que aunque el tiempo ablande los cariños, y
los rostros se olviden, los actos que hacemos quedan en algún sitio. Ahí les
vá:
El Castillo de Cartón.
"Tonto, eres un tonto".
El rey mago del Norte mordió su aliento. Un dolor añejo
anegaba su pecho y exiliado como el Cid, ahora él fue quien se montó sobre su
viejo rocín y volteó al cielo lleno de estrellas, que a sus cansados ojos,
llenos de lágrimas, enfermos de esperas, semejaron nubes de tormenta. Fiel, el
caballo cargó no sólo a su rey, también a su tristeza. Y bajaron por el
empedrado camino siguiendo el prodigio vuelto estrellas.
"Tonto".
No tiene reina; en medio de su infinita soledad y como un
milagro tardío, tiene amada descendencia. En el cielo refulgente dos tiernas
estrellas le marcan la senda, ¿se puede mandar en el corazón? El rey jura que
lo intenta, pero atrapado, desoye a la razón. Cabalga lentamente, con
sobrenatural esfuerzo. Desciende desde el Norte -se podría decir que asciende de su tumba-, y sigue a sus
estrellas. El cementerio, súbditos callados, obedece a su mandato, y permite a
su soberano marchar al Sur, exiliado.
***
La princesa abre sus ojitos, su hermano el príncipe la
sigue. El radiante sol entra por las ventanas, iluminando la pequeña
habitación. Ellos viven en una casa de cartón. El mundo no lo sabe, pero ellos
son príncipes, herederos de una corona de amor. La princesa con cariño dibuja
mariposas en las paredes, llena con su infantil jolgorio la pequeña residencia,
y su hermano el príncipe llama a sus tropas; éstas se juntan sobre las raras
baldosas, entre columnas combadas que se alzan al cénit, y lo ven. Todos aman a
su pequeño rey, a su pequeña reina, y juntos marchan, toman el castillo que les
sirve de fortaleza, que aún de cartón, como un viento cálido lo protege ése
inexplicable amor, la casita así como a todo el pequeño, tierno reino donde
prosperan las flores, donde se cantan canciones y se libran guerras por juego,
sin muertes, todos riendo.
***
El rey mago no llegó a tiempo. No salió del páramo, dio un
par de pasos y cayó sobre el desierto donde permanece esperando, quieto,
muerto. Un par de tiernos nombres fueron su último aliento. Y nadie se explica
cómo -aunque nunca haya habido nadie a
quién explicar nada-, pero entre sus huesos, justo en medio de su pecho, ha
florecido un estelar, pequeño, tierno reino, con un castillo de cartón como
fortaleza que cuida a una pequeña casa de cartón, donde viven un niño príncipe
y una niña princesa.
Y fin.
Se me murió el Rey. ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. El castillo
surgió como una de tantas absurdas tareas que dejan en la escuela para los
niños y que en realidad son tareas para los papás. Había poco tiempo para hacerla,
pero como tenía una caja de zapatos vieja y mucho cartón, decidí agarrar el
toro por los cuernos y ¡zas! La idea es que mi sobrinita la pinte como ella
guste y que le sirva, aunque sea por un rato, para jugar. Y como su hermanito
(son gemelitos) se me quedó viendo cómo la hacía, sentí feo no darle nada a él
y se me ocurrió preguntarle que qué quería, a lo que él me respondió “¡un
castillo!”. Tuve que pepenar un rato buscando cartón que me sirviese, ya que
decidí hacer el castillo más robusto, para que aguantase el trajín de un niño
de siete años y que no se destruyese rápidamente. El cartón provino de una caja
de una pantalla de 32 pulgadas, dos cajas de cereales y mucho pegamento blanco.
El techo se alza, para que puedan jugar con muñecos adentro, el puente levadizo
abre y cierra, además de un par de puertas abatibles que realmente se abaten.
Tiene además una torre con un elevador que realmente funciona, y son totalmente
ecológicos, hechos en su totalidad con materiales reciclados. Los muebles,
tanto de la casita como el trono del castillo, están fabricados con alambre galvanizado,
esponja y franela.
Y,
justo es decirlo. Cuando era niño, -niño muy pobre, mi madre nunca tuvo lo
suficiente para comprarme juguetes caros- un amigo de mi hermano mayor -y diré
su nombre porque debe haber justicia en éste hermoso acto que recuerdo: Joao
Barrera- me hizo con cartón un par de naves de Star Wars que jugué con
mucho gusto. Eran de mis juguetes favoritos, además de que me hizo comprender
que como niño, no necesitaba de juguetes comprados para tener unos
fantásticos. Uno debe de tener la sabiduría suficiente y la inteligencia para
aprovechar lo que tenemos a la mano. Y eso debe ocurrir como adulto. Siempre he
tenido la vocación de aprovechar lo que tengo a la mano, reciclando y no viendo
como basura las cosas que en un momento dado me pueden servir.
Y eso
es todo, camaradas y camarodos. Me despido de ustedes deseándoles un muy Feliz
Año Nuevo. Y van a ver, algo bueno va a pasar con tantos problemas. No pueden
seguir las cosas como van por siempre, ¿no? ¡Hasta la próxima! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA
AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN HA DE SER SAGRADA! ¡BASTA DE MORDAZAS A LA OPINIÓN PERSONAL! ¡EL
INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! A CUATRO AÑOS DE LA
GESTIÓN DEL PRESIDENTE EN TURNO, EL PAÍS SE DESBARATA POR LA VIOLENCIA,
INSEGURIDAD TANTO ECONÓMICA COMO EN EL MISMO PELLEJO, ¡QUE SE VAYA JUNTO A
TODOS SUS CÓMPLICES! ¡BASTA DE GOBIERNO A BASE DE PUROS COMERCIALES Y NADA EN
LA REALIDAD! ¡ANTE LA OLEADA DE LA ULTRADERECHA QUE CABALGA SOBRE EL MUNDO: HISTORIETA
O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!