¡Mis
estimados camaradas! ¡Cuánto tiempo de no veros por acá!
¿Qué me
cuentan de nuevo? ¡Espero que puras cosas buenas! Acá con lo mismo de siempre,
creo. He avanzado un poco a los cuadros y sigo haciendo la historieta “Xibalbar”.
He dibujado poco, pero creo que es un poco sustancioso. Dejen les pongo los
bocetos que he hecho en estos días:
Estos son una idea romántica que traigo, y de momento aún no sé cómo desarrollarla. Algo costumbrista, semejante al cine italiano, algo como del director de Cinema Paradiso y Baar’ia, el gran Giuseppe Tornatore. Algo así. Estos que siguen son estudios de Lamias, ése monstruo mítico de los babilonios que tanto tiene que ver con nuestra mexicanísima Matlacihua:
Este puede que ofenda a algunas
camaradas feministas, pero de que hay gente recalcitrante que nos hecha la culpa
de todo nomás porque somos hombres, las hay… Estos que siguen son más inocentes, y la verdad es que no me acuerdo de si ya se los puse o no, pero si ya
los puse, ¡hagan como que no vieron nada la primera vez! ¿Sí?:
Y
bueno, es de momento lo que he dibujado. ¡Permítanme que continuemos entonces
con la saga de la Histerieta más chipocluda de todas (que ha publicado este
gato!): ¡Tzitzimine! ¡En el
trepidante final del Códice Siete! ¡Ta-ta-ta-chán!:
¡¿Cómo
es esto posible?! ¡¿Un agente doble?! La ambición como fuente de toda
corrupción, camaradas peludos; ¿podrán nuestros héroes (porque tienen que poder,
si no, no serían héroes) salvar a este mundo cruel y despiadado de la ira de
Tezcatlipoca y sus seguidores? ¿Podrán impedir que desciendan los Tzitzimine y
devoren a toda la humanidad? ¡Eso, hasta la próxima entrega, el inicio del
Códice Ocho!
Y ya
con esto nos despedimos, camaradas peludos y pufeadores. ¡Sayonara! ¡LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO!
¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!