¡Mil
disculpas por la tardanza! ¡Mis estimados contlapaches! ¿Qué me cuentan de
nuevo?
Pues
nada, que ando ahora de GTO (Great Teacher Onizuka) y les ando dando a
muchachos un poco de la experiencia que tengo como dibujante, pintor y
escapista de la realidad como historietista. Por lo mismo, no he tenido tanto
tiempo para dibujar como antes, ya ni qué decir de escribir algo, pero eso no
quiere decir que lo haya dejado de hacer. Ahora mismo sigo haciendo un cuadro, y
quiero empezar otro, ahora sí, lúdico con un tema trivial: unos pajarracos,
quizá unos gorriones en su rama; además quiero hacer una Crucifixión, pero aún
no sé cómo hacerla, ya que en Deuteronomio está prohibido hacer
representaciones de Dios (¡y Jesucristo es el Señor!), pero me atrae el
problema plástico, aunque creo que ya tengo una idea de cómo hacerlo, y de
momento me hallo en la etapa de los bocetos, bocetos que dentro de breve les
pondré. Sigo haciendo, ahora sí, a “Xibalbar”, y continúo con la animación de “Un
Conejo Llamado Caballo”, ¡ahora en la difícil toma cuatro! ¿Cómo ven?
Pero
permítanme hablarles un poco de mis niños. ¡Tengo casi puros niños en mi clase!
Salvo dos adolescentes, tengo cuatro niños, y chance ya se haya inscrito, al momento
de escribir esto, otra adolescente. Todos son muy talentosos. Tengo una niña de
ocho años, ¡que dibuja muy bien! Dentro de poco, trataré de ponerles los
ejercicios que han hecho; de momento, les estoy enseñando a encajar las figuras
en el papel y los rudimentos del Clarobscuro, y el martes que entra, comenzaré
a darles los principios de Teoría del Color. No puedo negarlo, me hallo
emocionado. Uno de mis muchachos, el adolescente, está aprendiendo Acuarela,
pero no sé cómo es que la maestra anterior les daba la clase, que le permitió
atacar un problema complejo (está haciendo una calavera en un estanque lleno de
manglares, la idea es compleja para que la ataque tan pronto un chavo que apenas
está aprendiendo) sin antes ponerlo a hacer ejercicios para que se
familiarizara con el medio. Trataré de evitar que entre en frustración, y creo
que lo prudente con él, es decirle que deje su acuarela en “stand-by” y ponerlo
a hacer ejercicios, ¿no creen?
El
problema con el sitio donde me hallo, es que tengo un salón muy pequeño, y
todos los estudiantes son muy variopintos. En ése salón dan también corte de
cabello, y al parecer, la instructora se molesta mucho por las manchas de
pintura; a ver cómo lidio con ello, ya que la pintura siempre es sucia, no se
puede ser muy prolijo con ella. Todos estamos amontonados, y la luz es mala.
Pero estoy acostumbrado a trabajar con los recursos que haya, siempre he
pintado y hecho mis historietas así, y confío en que hallaré una solución. Por
lo pronto, quiero construir un proyector de cuerpos opacos para las clases
teóricas, y mostrarles mucha pintura; lo malo, es que hay poco dinero para
ello.
¡Uy!
¡Uy! ¡Cólele! (Así decía mi sobrino el Bolillo cuando apenas empezaba a hablar)
¡La Bestia está acorralada! ¡Asesinó a mansalva a un agente, a una pobre mujer,
dejó huérfana a una niña y dejó malherida a una valiente oficial que no dudó en
enfrentarse a la bestia cuando todos los
otros (exceptuando al Aguilita) se estaban haciendo pipí del miedo. Sin embargo,
hasta una rata se vuelve mucho más peligrosa cuando no tiene salida, ¡la bestia
salta, con sus últimas fuerzas se lanza a matar a…! ¡Eso hasta en la próxima
entrega! ¡Já ja ja! Puro pincel seco y estilógrafos. Un poco de cinta enmascaradora
(masking tape) para las trayectorias de las balas y ya. Y con esto creo que me
despido por hoy, estimados camaradas, hoy fue cortito, es cierto, hoy no eché la
perorata de siempre.
Y bueno, camaradas peludos y peludas, me despido de ustedes y nos estamos
viendo acá, en éste su cojín. ¡Sayonara! ¡LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO!
¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!