miércoles, 25 de febrero de 2009

Pintura de Caballote: Te regalo mi corazón


¡Hola, cómo están! Pues bien, aquí de vuelta a las andadas. Lamiéndome las heridas como un buen gato que se ha dado su revolcón por algún obscuro callejón. Si, ya lo sé. "Sana sana, colita de rana" He peleado, y he perdido, como cuando pinté éste cuadro en '97, creo que por octubre. He dado mi corazón en autosacrificio, he llorado sangre y me he quedado sin vísceras. Sólo faltó que diese mi conciencia y mi moralidad, como el gran Bart Simpson, que se quedó sin alma por sentirse moderno. Y yo, soportando el diluvio de sus ojos, parado en medio de ésa polvosa avenida viéndola vender mi vicio, la adicción que me llevó hasta su aliento de mujer hermosa, aérea, construyéndome con el polvo de la avenida-carretera por donde me trato de ir sin voltear atrás, temeroso de volverme estatua de tierra y desmoronarme como Pedro Páramo. El aliento de su boca me construye, y me destruye, extraña Shiva, extraña Rudra, maligna y bondadosa Perséfone que devora toda mi luz y me deja hueco.
Mi vida en un óleo. Nada más. Y mi única vibración fué un estereo a todo volumen con canciones que detesto... "Desde lejos he venido/ para ofrendar mi amor..." "Te regalo mi corazón / si quieres tómalo/ si quieres déjalo" y la gangosa voz reiterativa, repetitiva de estrofas fáciles pero difíciles de entender, como en un extraño idioma tribal del que yo no soy iniciado. No importa, de todas maneras, la ausencia de ella, el dolor de no tener corazón, la sustitución de ella por éste enjambre de avispas en el pecho me deja sin ganas de seguir tratando de entender la canción...
Aprieto el pincel una vez más. Es mi lanza de Mambrino. Con ella destilo mi dolor que se vuelve espeso, y me sirve para modelarlo. Para que depués mi familia me diga que pinto muy triste, y me remate con "¿por qué no pintas flores?" "¡Huevón! ¡Ponte a trabajar de veras!"
No puedo decirles que odio las flores. Odio los pájaros que rompen mi obscuridad eterna llamando al sol en mi madrugada. Este vacío es mío, y lo lleno con mi dolor. Mañana volveré a enfrentarme a ésta hidra moustruosa que es el mundo, mañana volveré a pelear con ella al verla vendiendo mi vicio, a tratar de arrancármela a pinceladas por que mis dientes son de pelo de marta, aunque a últimas fechas, son más pelo de buey. De Güey.
La ficha técnica... Claro. Muy simple. óleo-dolor sobre abismo-lienzo, con texturizadores.
Sayonara.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Eructos Literarios: Poemas para el último ronroneo de éste Gato.

Hola. Está por demás decir algo sobre éstos últimos poemas. Había escrito algo, y lo dejé un tiempo. Creo que la herida está sanando, y sigo vivo, y ya es algo. Puedo volver a caminar bajo la luz del sol.
El nombre que pongo en uno de ellos es ficticio. Lo cambié por razones de privacidad.



La primera, la catorce, la primera.

Guardo tu nombre, espina en mi pecho,
Sólo me atrevo a nombrar el orden de las letras
Que tus padres al nacer, te dieron.
La primera, la catorce, la primera.

Mi dulce espina, delgada, eres exquisita,
Matemática, salvajemente asesina
Te instalas en mi corazón día con día,
Fácil es enamorarse de tu fragilidad altiva,

Fácil me es caer en ése joven cuerpo de mujer;
Me trastorna mirar ésas piernas de niña,
Adoro a ésta virgen que madre de dos ángeles fue.
La tomaría con las manos, a plática la comería

Y creo que ésta piel que observo
Es tierra fértil, buena, hoy soy labriego
Que noche a noche agita su yunta
Imaginando que abre tu surco moreno.

Noche a noche riego el cielo de mis manos,
Me haces llover mi agua plateada, obscena,
Deseando que mi deseo haga que tu deseo venga
Ésta noche, todas las noches, solitarias de antemano.

Ay, desde que sé de tu bella presencia
Mi apacible, amigable soledad hoy es trinchera
Y me abrazo a éste sentimiento, vacío,
Como se abraza a su madre un niño.

Apenas puedo contener mi secreto.
Refuerzo con hierros candentes mis labios,
Freno con esfuerzo las ganas de darte un beso,
Eres casada, pecador de mí, no tengo escarnio

Por querer comerte boca a boca,
Por querer paladear tu aliento,
Aspirar hambriento tu esencia de mujer hermosa
Que se hace infinita como el viento…

Me detengo. No te quito más el tiempo.
Sólo quisiera haber llegado cinco años antes
Y decirte susurros de amor al oído, risueño,
Antes que te enamoraras de ése hombre bueno.

Su único delito: su juventud, ser algo inmaduro,
Y yo no deseo romper nada en tu vida.
Mi delito: me gustas mucho,
Mi delito: buscar un rinconcito en tu día

Y que quisieras un poco a éste Gato
Cachondo, pachón, viejo, melancólico y solo.
Nomás puedo ofrecerte éstas cosas que ato:
Mi amistad, las ganas de compartirlo todo

Y fingir que servirá éste mi loco intento
Por si alguna vez te hallas sola de nuevo,
Recuerdes a éste loco, solitario Gato viejo
Que por estar contigo ahora arde en deseo.

Callo. No debo escribir más.
Tu paz es mi santuario sagrado.
Como siempre, coseré mis heridas sangrando
Y delante de todos diré: “amiga, ¿cómo estás?”.

Octubre de 2008.



Vegetal.

La savia rehace a mis venas.
Como río restaura mis añosos brazos,
Hace que se muevan mis pétreas piernas.
Savia viva, corres en mi cuerpo eterna.

Ésta mi piel texturada, terrosa,
Se despereza, despierta con el tibio rocío
De tus delgadas, finas manos amorosas.
Es lluvia táctil sobre ésta corteza, piel añosa.

Desde el cielo me miran hermosos, rasgados,
Pequeños y juguetones como niños tus ojos.
En mi centro hallas al fin lo no hallado,
Lo que te ofrezco, y quisiera fuese oro.

No se si sueño, quiero sea realidad.
Tu brillante y dulce voluntad
Le da vueltas a mi herrumbroso centro…
No sé si sea verdad: lo muerto vive de nuevo.

Tic-tac, ¡despierta mi pecho!
Al ritmo de un reloj de latón nuevo.
Tic-tac, ¡vuelve mi aliento!
Mi voz se olvida de su canto añejo.

Esta lluvia cálida de tus manos
Sacude, limpia de mi viejo cuerpo
La arena de todo este tiempo
Que te esperé desde antaño.

No sé si creerlo, tus ojitos rasgados
Me miran desde el cielo, renovado.
Ésta vida dice que la espera no fue en vano,
Con mi esperanza te tomo al fin la mano.

No sé si creerlo, me sueño amado.
No quiero despertar de nuevo angustiado.
Si debo dejar de tocar tu mano,
Si he de olvidar tus ojitos rasgados,

Mejor me quedo aquí, tirado.
Sin lluvia, sin aire, muerto.
Si no es verdad mi sueño,
Mejor permanezco solo, abandonado.

Enero 2009.


Mi último adiós.


Es un día más, me despido de ti.
Como de costumbre, median las palabras
Y no te alcanzan. Me despido de ti.
Resignado, muerdo la calma.

Adiós, mi Clara.
Clara de mi final.
Amanda de mis días fatal…
Me quedo aquí, sin palabras.

Sólo una, que paseo por mis bolsas,
Las del pantalón y las oculares.
Qué cansado estoy de ésta vida sola.
Siempre solo, me acaricio los genitales.

Adiós, mi Clara…
Qué viejo, éste color
De mis manos flacas.
Soy una momia sin calor.

Ésta linda Amanda de mi adiós
Calla, hasta pronto, mi ilusión.
Mis zapatos son viejos,
Mi cuerpo, roto como mi pantalón.

Siempre estuve así,
Viendo la felicidad de otros.
Siempre estuve aquí,
Y nadie reparó en mis ojos.

Adiós. Te digo adiós
Y no hablo más;
Fuiste mi última emoción,
Clara de mi corazón.



10 de Noviembre de 2008.




Sin título.


Me quedo en el marco de la puerta,
Espero que el aire te traiga,
Que la noche te intuya,
Que el amanecer mate la espera.

Estoy clavado en medio del marco.
Guerrero que detiene la tristeza.
Atalaya a la espera de tu presencia,
Cuajando mi cielo, solo de estrellas.

Estoy esperando por si acaso
Traes tu victoria alada, amada.
Peleo contra La Muerte, La Soledad, Lo Amargo.
Mi trinchera: éste dintel, nuestro alcázar.

Llega ya, mi amada…
Me tienen rodeado, no tardes.
Ésta noche las bayonetas-lágrimas
Se alzan, quieren mi sangre.

Resistiré hasta que me alcances.
Sin brazos, sin piernas, ciego,
Apretando los dientes, enfermo,
Hasta mi último latido, viento acre.

Peleo en éste marco furioso y hablador
Por un cachito de tu vida,
El más pequeño que tengas,
Lo atesoraré eterno en el corazón…

No tardes, por favor.
No tardes.
No tardes,
No tardes, mi amor.


3 de Febrero de 2009.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Pata de Gato: Tlatelolco.


¡Hola a todos!

Pues bien, aquí me tienen de nuevo, con una serie de fotografías que tomé junto a mi amiga Ana-chan (En japonés, la terminación "chan" es como decir "hermanita".) que ésta vez que nos fuimos de pinta de la Conque 09. Estaba muy aburrido el asunto, ya que, en realidad, siempre que voy a una convención de historietas voy básicamente a ver cosplay (que son los locos que se disfrazan de los personajes de las japonerías diabólicas) y a ver a los dobladores y panelistas.



Que le digo, "oye, ésto está muy muerto. Mejor vamos a ver muertos que valgan más la pena" y al aceptar, que nos venimos para acá, a las ruinas de la ciudad-estado de Tlatelolco, que, según el folleto que dan a la entrada, puede significar "Montículo de Arena". Me rebota un poco, ya que si Tlanepantla significa "entre dos tierras" o "banderas" o algo así, me sonaría más a "entre la arena", pero en fin. Yo no soy experto en náhuatl, y menos en el náhuatl variopinto de éstos días.




Lo increíble es que una zona así, está casi olvidada por los habitantes. Es impresionante, y como había poca gente, pues uno se sentía algo así como un fantasma de eras pasadas. Le comentaba a mi amiga en tono juguetón que me estaban saliendo plumas de quetzal del sombrero.




Y la quietud... Pensar que aquí tuvieron lugar las batallas que nos han definido como mexicanos, como cuando Axayacatl conquita a Moquíhuix para hacer de Tenochtitlan el centro cultural del imperio, celoso del esplendor de Tlatelolco. Aquí también ocurrió la terrible batalla por no sólo el imperio mexica, sino por la forma de vida de Mesoamérica entera contra los españoles y sus aliados. Caminar sobre ésas losas en donde se peleó por cada centímetro... Es un sentimiento raro, me imagino que así se sentirán los que caminan en San Petesburgo. La sangre derramada da un sentimiento muy raro.



Y luego, al alzar la vista hacia la iglesia de Santiago Tlatelolco, y comparar las piedras con que está construída con las piedras de los templos antiguos, pienso que tenemos mucho de nuestros antecesores, es decir, de su modo bárbaro, ya que aquí también se riega la sangre inocente como sacrificio a obscuras y hambrientas deidades. Y se me ocurre que en ésa iglesia no se adora a Jesucristo, sino a Huitzilopochtli, ya que mantuvo sus puertas cerradas durante la carnicería del 2 de octubre del '68, donde pienso también que se truncó el futuro sano de éste país, y se cambió por uno torcido, lleno de narcos, lleno de asesinos, de ladrones, de gente deprimida, de gente sin futuro. Por que aquí es donde se cortó el árbol que era México, y quedó únicamente la raíz. Somos un moustruo acéfalo. Tenemos una raíz enorme, de imperios, el español y el mexica, pero no tenemos tronco. Lo único que me queda por esperar, es que no prevalezca la sangre enferma que es nuestra, la del indígena que se dejó sojuzgar, que calló y se eclipsó, la del fugitivo español que vino buscando fortuna, huyendo, destruyendo todo con su ambición, y que gane, que pueda salir el brote de la buena sangre, la de Nezahualcóyotl, que gritaba "¡Al menos flores, al menos cantos!", la de Temanaxtle, que liderea lo que considero el primer movimiento de independencia de México, la de los españoles que vinieron huyendo del franquismo, como León Felipe, como Miguel Hernández que clama "porque donde dos cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada" (bueno, ya sé que MIguel Hernández no vino a México, pero su poema queda para lo que quiero decir), en fin, que ésa es mi esperanza, ya que éste país es muy grande, y a veces duele mucho quererlo, sobre todo cuando no te dá nada, cuando te dá un cuchillo en el estómago y un autogobierno dictatorial disfrazado de "democracia". Autogobierno, por que se impuso solo, sin la anuencia de los ciudadanos, que cada vez votan menos. Yo no pienso votar ya. Y dictatorial, por que aunque no te mata en racimo como los nazis, tampoco te protege. Vé los empleos perdidos, vé la pobreza de la gente, vé la ambición de los burgueses, que con tal de ganar un peso más, se le suben a las barbas al mismo gobierno que los consiente en todo. En fin...
¡Disfruten las fotos, y cuando puedan, dense una escapada a Tlatelolco! Y si pueden hacerlo con una amiga, ¡pues qué mejor!


viernes, 6 de febrero de 2009

Histerieta: La Modernización.



"Domingo Siete: La Modernización". Esta pequeñísima historieta que les presento a continuación, fué publicada en Junio de 1989 en un boletín que sacábamos en CCH Sur los integrantes del periódico mural "Acuérdate de Ayer..." El periódico mural. Cuántos recuerdos. Es una historia interesante, que quizá sirva para ejemplificar la desunión innata de la izquierda, ése raro gen "gorbachita" que tiene, ya que todas sus luchas están predispuestas al fracaso por no presentar nunca un frente común, necesario en toda batalla. Quizá sea nuestro infantilismo, quizá sea nuestro ego gigantesco que nos impide tomar una simple moción de orden y acatarla sin poner peros. En fin...

En todo caso, fué una experiencia formidable. Teníamos entre dieciséis y veinte años y teníamos que sacar un periódico estudiantil cada semana; la presión era enorme. A mí a veces el cerebro se me secaba buscando argumentos, que además fueran amenos para el desinteresado y despolitizado público juvenil, fuera del cansancio de la mano, que sencillamente no tenía entonces el oficio para enfrentarse contra todos. Por que la dirección estaba en contra nuestra, que nos daba a cuentagotas el material, por pedir cosas razonables como un comedor estudiantil, más libros en la biblioteca, material en nuestros laboratorios... Y además, teníamos en contra a un buen sector de los mismos estudiantes, ya que nos veían como meros porros, o en su mejor opinión, como fósiles que se vestían como hippies. Y no he contado la misma maledicencia de los otros grupos estudiantiles de semi-izquierda, que por recibir algo que era derecho, como el material para hacer el periódico, nos tachaban de acomodaticios y reformistas. (¡Reformistas de dieciséis años! Y luego yo soy el fanático por creer en Dios.)

Sin embargo, nuestro grupo era el que más trabajaba, ya que la simple soba de hacer el periódico era grande, dicho ésto sin afán de menospreciar el trabajo de nadie. A mi un número casi me cuesta la expulsión, y fué gracias al apoyo de los valientes compañeros, que no se doblaron cuando el jefe de servicios estudiantiles quitó el periódico y nos citó con una actitud gestapo, y con ganas de expulsarnos a todos. Recuerdo muy bien el momento, nos dijo a través de sus lentes de gran aumento y su calva cabeza "quién hizo ésto", y los amigos respondieron "todos". "¡Quién mató al comendador!" "¡Fuente Ovejuna!" Me emociono mucho cada vez que recuerdo ésto.

¿Por qué les cuento ésto? Es muy simple. A raíz de ese incidente, decidí ponerme pseudónimo, y desde entonces soy El Gato Jazz. Quiero creer que las cosas han cambiado, aunque sea un poco, y que realmente sea verdad lo que se dice de la libertad de expresión, así que el pseudónimo ya ha perdido su intención original, que era cubrirme de posibles represalias. Aunque se dice por ahí que hay nueva guerra sucia...

¡Ah! ¡La ficha técnica! Pues es cartulina bristol y tinta china. El original es enorme, y aún lo conservo. Todo un pliego de cincuenta por cuarenta, pero no lo escaneé, por obvias razones de presupuesto. Además, decidí ponerla tal y como fué publicada, por que como que ése es el chiste de ver un pasquín así. Si la ven con detenimiento, verán que se ve lo que está detrás; es curioso notar cómo lo que estábamos denunciando entonces, que no era otra cosa que la implementación del neoliberalismo del Fondo Monetario Internacional a cargo del mayor ladrón y asesino de nuestra historia contemporánea, Salinas, se cumplió a carta cabal. No estábamos tan errados en nuestra apreciación de nuestro momento histórico, ya que de ahí vino la globalización, y al estar metidos en un mundo unificado, pues también todas las broncas se unifican.

¡Sayonara! ¡Hasta la próxima semana!