martes, 2 de diciembre de 2014

Histerieta: “Los Que Cayeron de Cabeza” 32da entrega + 3 Dibujos.



                ¡Mis estimado/as contlapaches! ¿Cómo han estado?
 
                Aquí este gato transmite nuevamente, con la potencia de la antena de esta computadora que cada día se halla más mal, intentando retomar las cosas que se han quedado a medias. Duros sucesos han ocurrido en este país nopalero, y uno se pregunta, como la canción de Abelardo Rodríguez, “¿Quién parará esta locura parará, quién parará esta locuraaaa…?”


                Si me escuchan ronco, es porque traigo una gripe marca llorarás, es decir, que la cabeza me duele y tengo los ojos muy llorosos, pero como ya me cansé de la cama, Platón se me ha hecho algo insufrible con su homosexualidad y sus jóvenes hermosos como no se han visto en la Hélade, y como también los videojuegos me han fastidiado, decidí ponerme a escribir esto. ¿En dónde nos habíamos quedado? ¡Ah, sí! El Aguilita y compañía han tomado rumbo a Texcoco, gracias a la renovada ayuda de Cuauhtémoc Tetepaque acaba de perder a su hijo Bernabé a manos de un nahual- y Juan Tochtli. Helicópteros militares y de la Policía Federal de Seguridad –intento de ser una especie de “sección 9” de Ghost In The Shell”-, retacados de agentes y soldados, se dirigen a un encuentro fatídico, con la desventaja de que Andrew, el agente de la CIA ya sabe el paradero del enemigo a vencer. Juan Ixtlicóyotl. Otro factor enemigo es el tiempo, pero a diferencia del hockey sobre hielo y el fútbol americano, aquí no hay tiempos fuera. El tiempo es muy corto ya. Permítanme presentarles, con orgullo, el Códice Nueve de Tzitzimine con las palabras finales del Aguilita en el Códice 8: “interiormente no sabía si alegrarme o preocuparme sobre que Andrew trabara el primer contacto con Ixtlicóyotl; después de todo, él no sabía contra quién se iba a enfrentar.”

 

 

 

 

 
                ¡El telón se ha descorrido! ¡Todos los actores ya están colocados en escena! Los planes se han descubierto: los nahuales serán los encargados de abrir la puerta a su señor Tezcatlipoca, el “Espejo Humeante”, para que regrese a éste universo para destruirlo y pueda él a su vez, crear el Sexto Sol, en un sitio que el Dr. Yazz y el Dr. Moebius Pino Suárez acaban de descubrir, el cerro de Xico, mediante el sacrificio de 52 doncellas recientemente secuestradas. Todo parece en contra, y aparentemente, sólo un milagro puede salvar ésta vez a la humanidad de su destrucción.
                Permítanme hacer, camaradas, un par de apuntes sobre lo que va de éste códice 9: En el mundo prehispánico, y hasta que no se descubra otra cosa, Tezcatlipoca era un dios muy especial. Contrario a los dioses griegos, que eran terriblemente humanos, y contrario al carácter divino de las grandes religiones monoteístas, los dioses mexicanos tienen un velo de misterio dado que aparentemente son superpoderosos, pero inevitablemente están también marcados por su propia naturaleza, contra la que no pueden luchar: el buenbo será irremediablemente bueno hasta que el malo (si puede) pueda hacerlo caer (Quetzalcóatl y Tezcatlipoca con relación a su exilio). Tezcatlipoca, “El Espejo Humeante”, es, para la mente indígena, una especie de deidad maligna, infernal, pero a su vez, es quien dicta algo muy semejante a lo que los católicos llaman “la divina providencia”, es quien decide el azar, y por lo mismo, es el patrono de los adivinos y de los brujos; de los Nahuales, ésos magos que son capaces de transformarse en el animal que deseen y que cuando son muy poderosos, son también capaces de dominar la lluvia y el clima. (Acá en Estado de México, cerca del volcán Popocatépetl, aún existen “nahuales” bien vistos por la población: Los Graniceros. Son capaces de leer el carácter del volcán para saber si va a estallar y en un determinado momento, son capaces de atraer por ritos mágicos como cantos y danzas, a las lluvias y a los vientos.) Si tienes buena estrella, es debido a la influencia de Tezcatlipoca, y por lo mismo, estás marcado y eres enemigo de los poderes luminosos, Cuahtehuinitl, “El Sol Ascendiente”, Quetzalcóatl, “La Serpiente Emplumada” y que es, a su vez, el creador de éste universo que habitamos, y de los otros dioses como Tláloc, que en éste conflicto aparenta ser neutral, pero igual se relame con la idea de volver a crear otro universo.
                Como Tezcatlipoca rige el azar, sabe bien que su naturaleza ha de ser destructora, para que sus designios puedan cumplirse, y por lo mismo, sabe que él es a quien corresponde la tarea de crear el siguiente universo; por lo mismo, debe intentar por todos los medios que tenga a su alcance el destruir la obra de Quetzalcóatl, y éste es el meollo de ésta historieta. Ipalnemohuani, “Aquel Por Quien Todas Las Cosas Existen”, atisbo de un monoteísmo indígena, ha designado que sea el año 1-Caña el año de la destrucción de éste universo, y su voluntad es inmutable. Contra él no puede ni Tezcatlipoca ni Quetzalcóatl –ni siquiera el mismísimo dios viejo, Huehuetéotl- pero aún así, Tezcatlipoca puede intentar adelantarse a los tiempos y la ocasión idónea es durante un eclipse total de sol, como el que ocurrió el 1° de Julio de 1991 en México. Se supone que en ése momento todos los poderes de la obscuridad se alían y la Luna trata de comerse al Sol, en la corta noche de “Tonatiuh Cualo”, “El Sol Devorado”. El Sol, Huitzilopochtli, el Conservador de la obra de Quetzalcóatl, se halla débil y por lo mismo, quizá no pueda salir bien librado del trance. Si el Sol pierde, bajarán los Tzitzimine a destruir y a devorar a los hombres.
                Espeluznante, ¿apoco no? En ésta época de computadoras y lógica racionalista, el creer en algo así nos parece absurdo. Pero, ¿qué tal si nuestros antepasados, no se hallaban tan errados? Porque la otra causa para que Tezcatlipoca pueda adelantarse a los tiempos, sería que la humanidad decidiese destruirse a sí misma.
                 Un dios obscuro necesitaría, para volver, la ayuda de sirvientes (voluntarios o involuntarios) que preparen su llegada; a veces me pregunto, camaradas, si el estado de cosas que norma en México, no será un plan orquestado. Fantaseemos, amigos, amigas, me agrada hacerlo, y hace tiempo que no platico con ustedes:
                Mi país tiene una larga historia de crímenes de lesa humanidad. No hablo de la Conquista, ni de las intervenciones extranjeras, no. Hablo del asesinato de hermano contra hermano, Caín y Abel. Y para perpetuar ésa lucha fratricida, necesitaría a autoridades y a una sociedad que consintieran en dicha lucha fratricida: la Triple Alianza del Valle de México, Texcoco, Culhuacán y Tenochtitlán, tenía por saco de boxeo a Tlaxcala. Es el primer ejemplo. El segundo, sería con la lucha entre Insurgentes y Realistas: cuando estaba a punto de triunfar la causa realista, los poderosos del país, temerosos de que le fueran a quitar sus privilegios la Constitución de Cádiz, que obligaba al rey de España a ceñirse a ella, idearon el Plan de la Profesa, y apoyaron abiertamente una idea que años antes les parecía maligna: Que América tuviese su propio gobierno. Así, el primer gobernante mexicano no fue un representante popular, sino un caudillo que se autoproclamó Emperador de México: Agustín de Iturbide.
                Y así siguen los ejemplos, con la Guerra de Reforma, las Guerras de Castas yucatecas, hasta llegar al duro siglo XX: la masacre de Tlatelolco en 1968, Acteal, Aguas Blancas, la Guerra contra el Narco, Wirikuta, la Guardería ABC, Cocula (donde 30 alumnos de una secundaria rural fueron secuestrados por una fuerza aparentemente policíaca) y la gota que derramó el vaso: Ayotzinapa. México ha vivido en éstos últimos años, más violencia que durante la Revolución Mexicana; pero, pese a la barbarie vista en la Revolución (las masacres de chinos, la masacre que hicieron los revolucionarios con el desbandado Ejército Federal de Huerta: apenas veían los alzados a alguien con un corte estilo militar, lo ahorcaban) la violencia de éstos últimos años puede compararse a un genocidio. ¿Qué diferencia hay, amigos, amigas, entre las cámaras de gas de los nazis, la cruel indiferencia  del virrey inglés en la época de la reina Victoria en la India, la monstruosidad perpetrada también por los alemanes en la Isla Tiburón, las atrocidades que cometió la familia de la emperatriz Carlota en el Congo Belga, con las desapariciones forzadas de pueblos enteros en Tamaulipas debido al narco? ¿A las muchísimas fosas clandestinas repletas de cuerpos quemados con sosa cáustica y gasolina halladas en Michoacán y Guerrero y quién sabe cuántos sitios más? ¿Qué diferencia existe, camaradas? Yo digo que ninguna.
                Si nos ponemos a pensar un poco, el escenario ya está planteado para que haga su entrada triunfal algún Señor Obscuro; quizá ya camine entre nosotros. La pregunta del millón, camaradas y camarodos: ¿cómo se disfrazará éste dios infernal? ¿De líder espiritual? ¿De político moral? ¿Un militar con visión de futuro? ¿Acaso un empresario verde con ideas de vanguardia? ¡Já ja ja! ¡Debajo de ése pellejo, de ése telón de carne, seguiría siendo un dios maligno deseoso de alimentarse de sangre como un vampiro! Digo, no se trata de popularidad. Antonio López de Santa Ana, el cruel dictador mexicano de mediados del siglo XIX, era reelegido por voluntad popular. Eso me hace pensar en los otros “caudillos” que tenemos hoy, a los que la gente sigue sin pensar más que los acarreados a los mítines oficiales, pero que se niegan a apoyar causas verdaderamente populares.
                Parece que la gente al fin se ha despertado. Ayotzinapa ha sido la gota que derramó el vaso. Pero me guardo mis reservas. En 1988 también la gente aparentemente había despertado, pero la situación se agravó. Y la Historia nos muestra que no siempre las rebeliones populares son justicieras. Fue el mismo pueblo alemán quien impuso a Hitler en el poder, de la misma manera en que fue el pueblo mexicano quien aclamaba a Antonio López de Santa Ana para que tomara de nueva cuenta la presidencia. Así como todavía hay sitios en México, principalmente en Oaxaca, donde hay gente que cuelga orgullosamente retratos de Porfirio Díaz en su elegante y lleno de medallas uniforme militar.
                Ya para terminar, camaradas, quiero compartirles un par de dibujos, que espero que les agraden:



                Ahora que fue Día de Muertos acá en México, hice estos dibujos. El primero es una familia, hecha a lápiz 2B sobre papel bond carta.



Como la idea me gustó. Hice éste segundo ahora en un papel mejor y con lápices de carbón compuesto, basándome solo en la parte central. Espero que les agrade. No tiene título.



Este otro ya lo presenté en varios lados. Se titula “La Podrida”, y es una muchacha que se ha pasado la vida esperando a su príncipe azul, sin reparar que quizá, éste ya esté a su lado. Pero como se halla embebida en propia fantasía romántica, no se ha dado cuenta. Hasta que murió y ahora pena esperando a aquél que no ha de llegar jamás. ¡Espero que les agrade! Y sin más, me despido, camaradas y camarodos. ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!