¡Hola a todos! ¿Cómo han estado?
Pues
uno por estos lares, peleándose con la realidad como siempre. Uno quisiera, en
serio, que la vida fuese como la pintan los comerciales. Fuera de broma, sería
agradable que con nomás comprar un desodorante o un sartén, la vida fuese en
verdad feliz, y que no ocurriesen eventos como el “fracking”, que no pasaran
cosas como la apropiación de un bien soberano como el petróleo, que nadie,
absolutamente nadie tuviese la patente de un gen o de una semilla, como
pretenden los señores de Monsanto. Que nuestra vida dependiese de nuestro
arrojo y de la fuerza de nuestros brazos, que aún hubiesen doncellas en
peligro, y dragones, y caballeros andantes.
Sería
bueno, en serio. Uno piensa que en la vida real los dragones no existen, y que
sería muy absurdo que alguien saliese a arreglar los asuntos con la espada en
la mano. ¡Ah! Pero… ¿Será cierto que los dragones no existen? ¿No será más bien
que uno se siente muy cómodo en nuestro paraíso artificial llamado ciudad?
Fuera del asunto de que muchas culturas apuntan en sus relatos antiguos a seres
escamosos y a veces, escupidores de fuego, semejantes a los dinosaurios, culturas
que van desde la polinesia hasta nuestro mexicanísimo Quetzalcóatl, “La
Serpiente Emplumada”. Y a veces las semejanzas son tantas que uno se pregunta
seriamente que quizá en realidad si existieron ésos seres destructores de
aldeas y que de alguna manera, o se extinguieron o siguen dormidos en algún
lugar, y que los huesos de dinosaurios que conocemos en realidad no son de
dinosaurio, sino de dragón, y que la ciencia, siguiendo el camino que la
filosofía le marca, cree que ve dinosaurios cuando en realidad serían dragones,
y que estamos muy lejos de imaginar que en realidad no se extinguieron hace
tantos millones de años (el carbono 14 es fiable sólo hasta cierto punto: basta
con que la muestra esté contaminada con cualquier grasa o polvo para que la
lectura sea incorrecta, además de que a mi humilde parecer, hay un error de
interpretación de datos: el compuesto químico que se mide puede reflejar la edad
en que el mismo material se hizo a nivel atómico, y no de cuando el supuesto
animal caminaba; es decir, que nos muestra la edad en que alguna estrella
fabricó dicho mineral, y que éste mineral, después de un tiempo, se unió a
algún hueso), sino que quizá, hace apenas cuatro mil años seguían caminando
entre nosotros hasta que el Diluvio Universal los destruyó… Pero su espíritu
sigue aquí, dando guerra.
Y
bueno… Uno cree que se murieron, o que no existieron. Pero una cosa es el hueso
de un dragón, y otra muy distinta su espíritu que camina libremente, sin la
carga el cuerpo y decidida a poseer a otros seres, igual de malvados que
Tiamat. En la actualidad seguimos peleando contra varias Hidras: Hay un par que
me preocupan particularmente: una se llama Monsanto,
que es una de las múltiples cabezas de un monstruo mucho más grande (me parece
que es Dupont, corríjanme si estoy
en un error) que cree poder controlar la alimentación a nivel planetario al
introducir semillas alteradas genéticamente. Fuera de la discusión de que si
son cancerígenas (que me parece que si cien ratas de laboratorio que
contrajeron cáncer al ser alimentadas con trigo y maíz transgénico son
suficiente prueba), lo terrible es que nadie podrá comerciar con dichas
semillas libremente, ya que estarán protegida por un código Copyright; es decir:
si vendes semillas de ésas o siembras semillas de ésas sin permiso, serás un ladrón
pirata y condenado a cárcel. Aterrador, ¿no? Imagínense el mercado mundial de
alimentos controlados por éste dragón semejante a Smaug a quien únicamente le
interesa el poder enriquecerse y a quien no le importa nada el derecho a la
tierra ni los derechos de los campesinos y/o indígenas y sus formas de
organización milenaria.
El otro
es la Hidra Petrolera. Este siniestro
dragón estuvo dormido en México durante mucho tiempo, desde que un Caballero de
Armadura Popular lo durmió. ¿El nombre del campeón? Lázaro Cárdenas del Río.
Pero ahora un duende siniestro y copetón lo ha despertado con la Reforma
Energética, aprovechando la desinformación que otra hidra, la de las
telecomunicaciones (Televisa y TV Azteca), ha esparcido en todo el país por
medio de telenovelas y partidos de fútbol. El antiguo poder que permitió al
Caballero de la Armadura Popular pelear contra éste dragón que se alimenta de
gas natural y petróleo está fragmentado por varios factores como la
inestabilidad del trabajo (en México la gran mayoría teme perder su empleo ante
el empuje de la masa desempleada que busca un lugar) y dicha desinformación.
Basta ver un ojo de la hidra televisiva para ver cómo se han incrementado los
anuncios gubernamentales del duende copetón diciendo “¡infórmate! ¡La Reforma Energética te beneficia!”; una mentira
dicha mil veces deja de ser mentira para convertirse en verdad, como bien sabía
otro dragón: el fascista. Siendo
pragmáticos, no habría mayor problema si nuestras autoridades no fuesen tan
corruptas y los metieran en cintura, protegiendo a la población y obligándoles
a pagar impuestos, a cuidar el medio ambiente y a pagar buenos sueldos;
desgraciadamente el poder y las cámaras están llenas de enanos ambiciosos,
trolls y duendes que hacen sólo lo que les dice el presidente del
partido-duende, partido-troll o partido-enano al que pertenezcan, permitiéndole
no sólo a la Hidra Petrolera, también a otras hidras como la del narcotráfico y
la de trata de personas, hacer lo que les plazca. Será que estos seres que se
creen fantásticos no tienen sentido común y no son capaces de pensar por su
cuenta. Mientras los dragones les den dádivas y migajas de toda la riqueza que
se apropian, lo demás no les importa.
La Hidra Petrolera utiliza un
maligno poder llamado “fracking”
para extraer del suelo el petróleo y gas natural: éste poder llamado “fracking”
no es otra cosa que mezclarle al agua ácidos y arsénico para partir las rocas
profundas y romperlas. Ésta agua corrosiva se inyecta a gran presión dentro de
la tierra y genera túneles por donde escapa el gas; lo malo de éste método, que
consume el agua potable de las poblaciones cercanas, es que también contamina
los mantos freáticos alterando los ecosistemas y poniéndolos en riesgo. Al
dragón petrolero no le importa quemarlo todo en su ambición, y mientras
nuestras instituciones estén dominadas por enanos ambiciosos y duendes sinvergüenzas,
corremos un peligro inimaginable en los años por venir. Una muestra: las leyes
que se acaban de aprobar para beneficio del Dragón, llamadas Reforma
Energética, permiten que si se encuentra petróleo o gas natural en algún sitio,
así sea el Zócalo de la Ciudad de México o una zona arqueológica o colonial,
van a poder explotar dichos yacimientos y deberán pagar un raquítico 2% de la
riqueza extraída al dueño de la tierra, 2% que puede bajar dependiendo de las
artimañas del dragón y su cuerpo corrupto de abogados: pónganse en el lugar de
un hobbit campesino, que vive de vender su siembra. De pronto, hallan petróleo
en su ejido y la hidra petrolera comienza a explotar dicha tierra dejándola
inservible por los contaminantes. ¿Podrá seguir sembrando ése hobbit campesino ésa tierra muerta y
contaminada? ¿Le alcanzará ése 2% para su vejez y la de sus descendientes? Ésa
es mi preocupación, camaradas. Se acaba el campo, se acaba la alimentación, ¿y
qué vamos a comer? ¿Petróleo? Es verdad, ya comemos petróleo: algunas frituras
como los famosos “Chitos” están hechos con polipropileno.
¿Se levantará algún campeón que
pelee contra semejantes monstruos? Las únicas armas capaces de mellar la coraza
de escamas de dichas hidras son la unidad popular y la información. Las aguas
parecen agitarse, y espero por el bien de las generaciones futuras, que no se
alce únicamente un campeón, sino cien, mil Caballeros de Armaduras Populares y
les hagan la guerra a estos seres malignos. ¡Soñar no cuesta nada!
Y hablando de campeones que
luchan por que el mundo no estalle en pedacitos, tenemos al Aguilita, ¡en el
final del Códice 8! ¿En qué nos quedamos? ¡Ah, en que Aguilita acaba de mandar
un helicóptero para que recoja a Cuauhtémoc Tetepa y a Juan Tochtli, y otro
para él mismo y el Comandante García para ir hacia Texcoco, donde aparentemente
se halla el líder de los Nahuales, Juan Ixtlicóyotl!
¡En la
página 27 cometí el error (en el original) de dibujar el símbolo de la Fuerza
Aérea Mexicana al revés! Afortunadamente, la computación es muy semejante a la
magia en ésas cuestiones, ya que me permitió corregir ése furcio
posteriormente. ¡La bronca va a ser pesada! ¡El Ejército y la Fuerza Aérea se
han comenzado a mover! ¡También detuvieron el helicóptero biplaza de Andrew!
Cuauhtémoc tiene hambre de venganza por su hijo asesinado… ¡El Dr. Yazz-Ot-Tsé
haciendo gala de sus habilidades en la meditación trascendental se halla
repuesto y listo para seguir la peligrosa investigación! ¿Qué se hallarán en
Texcoco? Quizá sólo Ipalnemohuani lo sepa… O quizá nosotros también, pero en el
Códice 9, ¡en la siguiente entrega!
Una
nota rápida sobre Ipalnemohuani: Alfonso Caso, en su libro “El Pueblo del Sol”,
habla de un poder supremo que es el creador de los dioses prehispánicos. Éste
ser que nadie conoce, y a quien Netzahualcóyotl, el rey poeta y sabio de
Texcoco nombró “El Dador de la Vida” es reconocido únicamente por las clases
sacerdotales y gobernantes más altas, como corrobora León Portilla en varios
textos, y quien poca gente de la antigüedad adoró. De hecho, Netzahualpilli, el
hijo de Netzahualcóyotl, alza un altar en la plaza principal de Texcoco, cuando
–me parece- Moctecuzoma Xocoyotzin, el emperador mexica, prácticamente obliga
al rey texcocano a poner un altar a Huitzilopochtli.
Y bien,
siguiendo con nuestro negocio, quisiera ofrecerles un último dibujo que he hecho,
¡enteramente con café! Alguna vez vi en Youtube un video que mostraba a una
artista haciendo un rostro con gotas de café sobre un lienzo, y como me quedé
con ganas de hacer algo así, decidí aprovechar un pliego de papel Fabriano que
conseguí para dedicarlo a ésta idea que me ronda en la cabeza: una bruja:
¿Cómo
quedó? Está algo arrugada, por la humedad, y como no es muy grande, (apenas
tiene 50x40 cms.) en vez de hacerla por medio de gotas la hice con pinceladas, cada
vez haciendo el café más intenso, para rematar con una plumilla para los
detalles. Acá el proceso:
Este es
el boceto preliminar en una hoja de papel bond carta y dibujada con lápiz 2B.
Este es
el boceto a lápiz sobre el papel Fabriano.
La primera capa de café.
La segunda
capa de café.
La
tercera capa de café.
La
cuarta capa de café. No hay mucha diferencia con el anterior, salvo detalles.
Esta es
la quinta capa. Se ve más clara por el flash.
Y esta
es la sexta capa de café. Lo que siguió fue darle con la plumilla y el café más
espeso que haya hecho mezclado con un poco de carboncillo de uno de mis
lápices. La siguiente foto ¡es mi caballete y las flores que me trajeron mis
kalachanitos!
¡Un
poco caótico el espacio donde pinto, es verdad! Espero que les haya gustado “La
Bruja” y nos vemos la entrega que viene, con el inicio del Códice 9. ¡Sayonara!
¡AUNQUE LA
AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡EL INTERNET AL SER
DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!
¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!