lunes, 5 de diciembre de 2016

Pintura de Caballote: “Hugo”.


                Mis estimados contlapaches, el año se acorta, se termina ya este nefasto 2016. Alcemos los brazos al cielo, y cantemos “Las Golondrinas” mientras nos abrazamos y lloramos por las cosas malas que pasaron… ¡Já! ¡Los sorprendí! ¿A qué no? Lo cierto es que nunca me han gustado los números seis, sea cual fuere. Desde mi más remota -y en serio, hoy se ve harto lejana- infancia, mis números han sido el cinco y el siete, y en menor medida, el tres. Y me pongo a pensar, ¿por qué corchos se dará este extraño gusto por cosas tan abstractas como un canijo número? Es algo realmente absurdo si uno se pone a rascarle, porque quizá gusten los gatos, ¿pero por qué gusta más una nube de tres, cinco y/o siete gatos, pero una nube de seis gusta menos? Una de las cosas absurdas de esta vida.


                Otra cosa que a mucha gente -y sobre todo a la gente joven-, podrá parecerle absurda, es que uno sea amigo de la gente más dispar que se pueda hallar. Y es algo que ocurre hasta en las mejores familias. Y lo más chipocludo de esto, es cuando esto ocurre en la propia familia.


                Hoy deseo presentarles a quien mi padre, el Gran Chingongón, bautizó como “el Zorro” de la familia. Es alguien que, al ser de ésta misma familia, tiene algo –o mejor dicho, mucho- de músico, poeta y loco: el gran H.P. Aguilar. El cuadro que les voy a presentar lleva por nombre, simplemente, “Hugo”, y es un óleo pintado sobre loneta de algodón pegado sobre una tabla de cien centímetros de largo por otros cien de ancho.


                Es un cuadro con una génesis simple. Un día, mi hermano y yo estábamos sentados viendo una película de Mauricio Garcés donde se halla tocando el piano y tiene frente a él una magnífica caricatura del actor al óleo realizada por el inmortal “Chango” Cabral; Mi hermano entonces me dijo seriamente: “quiero que algún día me hagas un retrato así”.


                Y pues, la idea estaba ya puesta. Hay pintores que consideran que el retrato es una de las técnicas más complejas que existen, y esto es cierto hasta cierto punto, ya que cuando no se conoce a la persona, el pintor o ilustrador ha de hacer una serie de estudios de corte psicológico que permitan hacer una composición más o menos exacta de la persona a retratar, ojalá y únicamente uno copiase a la persona que se halla frente a uno. Un buen retratista siempre ha de tomar en cuenta la personalidad y los gustos del retratado, porque también se trata de plasmar lo que se trae adentro.




                En ése sentido, no me costó nada retratar a mi hermano. Está “aborolado” como un guiño hacia el inmortal personaje de don Gabriel Vargas, la Borola. 



Será porque mi hermano siempre ha sido alguien político, que se conduele de las injusticias de este mundo sucio, y que siempre que puede, alza su voz para denunciar abusos, y también, siempre que puede, alza su mano para ayudar con lo que tiene a quien tiene necesidad, ya sea con una moneda, un bocado, una prenda, un consejo o una opinión, de una forma alegre.






                                (Un par de detalles) Está hecho con pura espátula, el óleo espesado con carbonato de calcio ya que deseaba que no fuese una pintura “plana”; vamos, el óleo nunca lo es -se trata de una de sus cualidades-, pero deseaba que tuviese cuerpo físico, desde su rostro hecho a puro espatulazo “ashurando” las formas hasta el fondo realizado con una técnica que se llama “frotaggio” como podrán apreciar en la imagen, que gira en una vorágine que simulan los pensamientos de mi hermano mayor, ya que también es un ente muy creativo. Ustedes ya  conocen obra suya, porque también la he publicado en éste cojín, en forma de varias historietas cuyo argumentista ha sido él, como “El Beneficio del Edificio”, con dibujos hechos por él mismo; “El Ángel Azul”, una adaptación de una historia conocida llevada hasta al cine, y “Tzitzimine” entre otras historias que se escapan de mi memoria.

                Gocé haciendo este cuadro; es de los pocos que no me han generado gastritis. Será que mi hermano es una persona muy pero muy especial para mí. Hice un video, con el stock de fotos que tomé en el lapso de cerca de tres meses que duró este proyecto:


                Y bueno, es todo por hoy. Espero que les haya gustado. En éstos momentos, ando con una vena literaria que quiero explotar todo lo que se pueda, así que en breve publicaré en éste cojín otro par de historias que llevo; además, deseo publicar en formato pdf una novela que escribí titulada “Hadas” y que es un relato fantástico sobre el fin del mundo -sí, sé que soy muuuy original. Sorry por ello- y lo haré apenas descubra cómo. Si no, creo que lo consecuente será publicarla en forma de entregas. Además, tengo cuatro ángeles en yeso que quiero compartir con todos ustedes, y un titipuchal de dibujos.
                ¡Nos estamos viendo! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN HA DE SER SAGRADA! ¡BASTA DE MORDAZAS A LA OPINIÓN PERSONAL! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! A CUATRO AÑOS DE LA GESTIÓN DEL PRESIDENTE EN TURNO, EL PAÍS SE DESBARATA POR LA VIOLENCIA, INSEGURIDAD TANTO ECONÓMICA COMO EN EL MISMO PELLEJO, ¡QUE SE VAYA JUNTO A TODOS SUS CÓMPLICES! ¡BASTA DE GOBIERNO A BASE DE PUROS COMERCIALES Y NADA EN LA REALIDAD! ¡ANTE LA OLEADA DE LA ULTRADERECHA QUE CABALGA SOBRE EL MUNDO: HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡HASTA LA ENTREGA QUE VIENE!