Para cuando no esté. (1º de
Abril de 2013)
I:
Nadaré en este mar de
tierra…
No,
Miento en mi ceguera;
En realidad yo
Me hundiré en este mar de
tierra…
Respiraré seca tierra…
Comeré seca tierra…
Copularé para parir hijos de
tierra…
Me desaceré en seca tierra…
Cubriré candoroso mis
despojos con tierra
Mientras las lombrices desnudarán
mis adentros;
Me descompondré,
humedeciendo la seca lengua
Que posee Tlazoltéotl en sus
pellejos,
Y era mi postrer sueño,
Poéticamente alimentar a un
roble
Con las inmundicias de mi
deceso,
Y lograr de mi pudrimiento,
algo noble.
II:
Miles de calaveras
Me saludarán a diario
Con su voz muerta,
Para ellas, soy su hermano,
Sólo un vago muerto más
Ocupando el vientre de la
Noche.
Volaré quieto a ras de
tierra,
Me desplazaré por la Noche
cuajada de terremotes.
III:
Esta Gloria arderá cual
pirotécnico fantoche.
Esta descarnada testa se reirá
Al montar a pelo la noche;
Me quemaré, Iscariote,
multicolor alebrije;
Iluminando por un momento,
Como un Sol fatuo, inverso,
Toda la triste obscuridad
del cementerio.
Saldré del crematorio, seré
ceniza que arrastrará el viento.
IV:
Flotaré por el aire,
Y mis alas serán como
granizo,
Fragmentada ave,
Casi eterno recortado contra
el cielo cenizo.
Truena el relámpago,
Comenzarán a llover muertos,
Caerán mil, diez mil Taires
amargos
A duros goterones contra el
suelo.
Tlazoltéotl abrirá la boca, serán
tragados.
Entre heces de escarabajos y
gusanos,
Esta multitud de Taires serán
cagados,
¿De esta inutilidad podrá
nacer algo?
V:
En el Molino de la Vida
Soy un Reciclado.
Mis partes, ensambladas en
China,
Con materiales mil veces reutilizados.
El mismo reptante esperma de
mi padre
Al fecundar borracho el
óvulo de mi madre.
¡Todos, todos, reciclados
materiales!
En mí hay algo de
gusanos y alacranes.
30 de Mayo de 2013.
5:38 A.M.
¡Asquerosos, malditos
perros!
Gruñen, y su ladrido es como
una sierra;
Rebota en las paredes y
banquetas
Su agresivo pero inútil eco.
Me muestran su hostil
sonrisa,
Babean, impúdicos, pendejos,
Gritándome a gruñidos cosas malditas,
Maldiciones e insultos que
sólo entienden ellos.
En la noche de mi pecado,
Arrastro mi vergüenza,
adolorido…
Soy un triste y herido,
moribundo gato
Arriesgándose en terreno
enemigo.
Dios me mira desde las
alturas, frío.
Permite a los demoniacos
perros perseguirme;
Busco con prisa, con
angustia, una cerca, un pretil esquivo
Que me deje burlar los
dientes asesinos y evadirme.
Ay, estoy sucio, mis ojos
llenos
De lo Horrible,
De lo Profano,
De lo Asqueroso;
Placer Innatural y Blasfemo
Lo que absorbieron mis ojos,
Tonto y curioso gato.
Esta es la noche de mi
pecado.
Malévolo secreto
descubierto, ¡no lo diré!
Ése pertenece a estos
infames perros;
Envenenado, me revuelco
herido del innatural placer
Momentáneamente a salvo
sobre este tejado.
Desde aquí, la Luna parece
un espejo…
¡Que los infernales perros
ladren allá abajo!
Vomito, y es cierto, ellos
no irán al Cielo.
Ni siquiera pueden subir a
este tejado,
Donde mi Dios Misericordioso
limpia mi conciencia,
Limpia las inmundicias de mi
torpe cabeza,
La asquerosidad
de este maldito pecado.
10 de Junio de 2013.
3:42 A.M.
¡Para los Kalachanitos!
Siluetas de rayo,
Pajarillos que planean,
Aletean, esquivos y
vivarachos,
Aves que a ras del suelo
vuelan.
Aéreos, pertenecen al Cielo,
Y su vuelo no rebasa
Cincuenta centímetros del
suelo.
El gato feliz, desde el
árbol,
Observa atento el vuelo
De los dos pequeños pájaros,
Sus siluetas de rayo,
Sus alitas que planean;
Esquivos pero contentos,
vivarachos,
Parecen elevarse más alto
que el árbol.
¡Su tierna risa de tres
años!
¡Como una mágica burbuja,
Expande su cuerpo hasta los
astros!
Y desde el árbol, feliz,
El gato ronronea y disfruta
De los juegos, la risa
infantil,
Las pequeñas siluetas de
rayo,
Las manitas como alas que
planean:
Dos niños contentos,
vivarachos,
Que a ras del suelo vuelan.
¡Mis estimados
contlapaches! ¡¿Cómo han estado?! Pues aquí de nuevo con ustedes, trayéndoles un
poco de lo que produce este molino llamado cabeza. Sí, el rollo del circuito de
la comunicación tan conocido por los estudiantes de Ciencias de la
Comunicación, y que puede muy bien aplicarse a la labor artística. Uno ve, uno
razona, y uno crea.
Pues bien, la
primera parte de esta entrega, son tres rimitas que hice en estos días. He
estado teniendo sueños muy locos, y justamente ahora, tuve un sueño que me hizo
desear despertar (¡era una espantosa pesadilla!) mientras soñaba pero una vez
en vigilia, quería seguir durmiendo, una especie de sueño lúbrico con tintes de
ataque demoníaco, muy feo pero harto placentero y por lo mismo, harto
contradictorio… En fin. La primera rima es de ése tipo, un sueño y la pregunta acerca
de lo que sigue después de que uno se ha ido.
La segunda, trata
básicamente de que uno no debiera meterse a ciertas páginas de internet, pero
uno es curioso, y pues ya. Y ya ni modo. Y la tercera, no es nada más que un
poco de nostalgia, al ver jugando a dos niños que quiero mucho: el Duende
Bubulín y el Hada Pizpireta.
Sobre la
historieta, camaradas, pues déjenme comentarles que esta secuencia, que llamo “el
Chirimitero” es una especie de agregado sobre el agregado. Resulta que mi
hermano H.P. Aguilar, el argumentista de la historia, le pareció bueno ponerle
un baile durante la batalla celestial (oh sí, son dioses quienes están
peleando, y si no se han dado cuenta, son el mismísimo Huitzilopochtli peleando
contra Tezcatlipoca, y los que caen son los dioses menores, como Tlahuizcalpantecuhtli,
que se encarga de los colores del amanecer), como una especie de alegoría sobre
el continuo del tiempo. Después la quitó, ya que se le hizo excesiva, pero yo
la retomé, y quedó en la historieta. No quedó mal, ¿verdad?
Y creo que ya,
mis estimados. Les recuerdo que pueden contactarme en el “feis”, ya que estoy
pensando hacer una página alterna de este Cojín allá, pero aún no me decido. En
fin, que tengo el mismo nombre y el mismo avatar.
¡Sayonara! ¡Hasta
la entrega que viene! ¡HISTORIETA O
MUERTE! ¡VENCEREMOS!