viernes, 3 de octubre de 2014

Pata de Gato: Exposición Pictórica “Fé Ciega.”


                “Este era un gato, con  los pies de trapo, y con los ojos al revés… ¿Quieres que te lo cuente otra vez?” ¡Já ja ja! ¿Cómo se hallan camaradas? ¡Espero que muy bien!

                El cuento que intenta platicar ahora este gato, es uno que desea que sea como el estribillo de la canción infantil que acabo de mencionar: que se repita al infinito aunque sea un par de veces más. Y para ello se ha de tener fé. Llana y dura, una fé ciega.

                El cuento comienza, pues, camaradas, el día Miércoles 1ro de Octubre de 2014. El gato tuvo que admitir que aparentemente, todo comenzó a salir bien cuando tuvo la decisión de empezar a empujar, a empujar y a tirar hacia arriba y de pronto, todo empezó a fluir. El viejo sueño acariciado durante tanto tiempo empezó a hacerse realidad. Un par de problemas, y un par de contratiempos, pero en un momento, el sueño se hizo presente, y la fé tuvo sus frutos.











                Acá estoy montando el viejo sueño. Y bien, el gato llamó a sus amigos, y estos respondieron, se congregaron en la Casa de Cultura Calmécac a las seis y media de la tarde. El gato, emocionado con sus ojos al revés, comenzó a leer:

Fé Ciega. (29 de Agosto 2014.)


El Universo entero
Encerrado en este cráneo.
Creo y estallo.
Tengo fé desde cero;
Como un nonato,
La fé me mueve las manos.

Torpes, marcan un punto
Y el Universo nace en éste cráneo;
El alma mueve mis labios:
El punto es lenguaje, y espacio.

Fé ciega,
La de mi alma que juega
Encerrada en ésta torre fortaleza,
Dibujando ventanas, escaleras
Que suben a un cielo sin final.

El punto se mueve
De mis labios
Hasta mis manos,
Las líneas aparecen,

Mi alma se aferra
A éste tiempo perenne,
Recién creado.
Lo captura y lo congela
Y por fé llana se sostiene.

Fé ciega,
Que en total obscuridad
Enciende estrellas
Buscando a tientas una luz de verdad.

Ahora las manos-corazón
Esbozan ojos, mis ojos.
Creo, y reconozco al rostro
Que se dibuja a sí mismo,
Como un espejo, y soy yo.

Torpes manos que a diario,
Con líneas hablan, construyen
Cuerpos que caminen éste cráneo
Hasta que mañana sea ayer.

Fé ciega
Es este tiempo de arrebato;
El corazón es la mano,
Es el pincel que sangra
Grafito, tinta, acuarela y óleo a diario.

Fé ciega
Es creer que éstas manos
Sean los labios
Con los que ahora canto.













                El gato sigue ronroneando a sus amigos:

25 de Noviembre de 2013.


Te recuerdo muy bien.
Blanda, tus cabellos
Se esparcían sobre la cama.
Te recuerdo ayer,
Caliente y vacía
Sobre mi cama.
Tus dientes de obsidiana
Tomaban mi miembro
Con fingido amor,
¡Lo cortaban!
Mujer sin alma,
Vagina llena de espinas…
Mientras te montaba,
Me matabas…
Ramera de fingido fuego,
Adentro de ti
Descubrí
Al más helado hielo
Con que me castraste
No solo el miembro, también el alma.

Tuve que asesinarte
Mientras me matabas…
Hoy, somos dos amantes vacíos,
Flotando dentro del vientre de la nada.

30 de Septiembre de 2013.


En mi sueño,
Llevo el corazón preso
En las pinzas de un escorpión
Enorme, él es infinita habitación
Que me abraza, me constriñe
Como mis costillas a mi emoción.

La nada es piedra
Y en medio de ella
Nado, y vuelo.

Las costillas las patas,
Las vértebras su aguijón,
A mordidas, la sangre estalla.
Tres veces ha que así me asesinas.
Tres veces ha que así me humillas.
Tres veces ha que así me despedazas.

Una: Etérea Luna.
Dos: Acairelado Corazón.
Tres: No te nombraré, mujer.

En este sueño
Que es la vida,
Me arrojas entre mis costillas,
Para volver a latir
Siempre sin ti.
Como siempre, sin ti.
Y cuando seguro creo
Que por fin te tengo,
Abro los ojos, despierto
Con mi corazón
Entre tus dedos
Y me matas de nuevo,
Y muerto sueño
A éste corazón preso
Por el escorpión
Que es mi cuerpo.













                El gato limpia su garganta, y sigue ronroneando:

Al Rey Mago del Norte. (Fragmento.)


I.


¿Es un lamento esto que se oye?
¿Qué extraña voz parte estas soledades?
Prolongado “Ay” agudo que se rompe,
Se desvanece justo a la mitad y cae al Hades.

Sonido que forma una silueta
Recortándose contra el silencio
Que es esta tierra baldía y yerma.
Se alza un dolor, un desafiante espectro.

Vagabundo y errante, mágico Rey,
Un sendero dibujas con tus pisadas:
Estela de la vida de este trágico ser.
Se pinta el suelo de rojo y lágrimas.

¡Sea, pues, la sangre tu corcel!
Extravagante y demente Rey Mago
Que pintas al amor con oropel,
Cruzas desde el Norte el solitario llano…

No criaste a tus propios hijos,
Por eso amas a los cachorros de extraños.
Solitario ente, huérfano de amigos,
De su amistad nadie te ofreció un trago.

La sed de amor te mata,
El hambre de compañía te hace daño.
Arrastras tu lúgubre silueta antes del alba…
Errante Rey, ¿a quién darás tus necios regalos?

Las Flores.


                “Le pregunto a mi hermana por las estrellas. Ella voltea hacia mí su mirada de ojos lejanos, y me atraviesa, queriendo responder pero su mirada se clava hacia un punto lejano. Ella es de mi misma edad, somos gemelas, pero su practicidad –siento- le impide tomar en serio mi pregunta.”

                “Pero mi pregunta es sincera, aunque ella no me crea. Siempre me han gustado los espacios celestes y su majestuoso misterio, inalcanzable desde que era una niñita que apenas podía despegar del piso cincuenta centímetros. Siempre que venimos al pueblo, desde que tengo memoria, le hago la misma pregunta, y ella como siempre, voltea y trata de atravesarme con su mirada. No hay remedio.”

                “Y hoy no es la excepción. Pero ya no somos niñas de cincuenta centímetros de altura, no. Cuando siento su mirada –como siempre desde hace diez años- perforándome, me escucho a mí misma, y por primera vez me hallo infantil. Creo que es la última vez que le haré esta pregunta a ella.”

                “Los libros no me bastan. Mi abuelo, a quienes venimos a visitar cada Julio desde que nos acordamos, tiene una enorme biblioteca en donde me hundo como siempre a observar la enorme Enciclopedia Británica, y sus libros de astronomía ya me los sé de pies a cabeza, pero tantas cifras sobre la distancia de los astros con respecto al sol, y la distancia de los otros soles con respecto al nuestro, me parecen fábulas imposibles de creer, porque, ¿quién ha ido con sus propios pies, con un cordel a medirlos? Una verdadera locura lo que se me ocurre, dice mi abuelo, que me premia siempre con un fuerte abrazo. ‘¿Cómo se supone que va a respirar la gente que se atreva a caminar hasta allá?’ ‘No te alcanzaría la vida, m’ija, para medir la distancia entre Marte y la Tierra’, pero aún así, eso se me hace más viable y más creíble que lo que supuestamente hacen los científicos, con sus rayos láser y sus cromatógrafos y sus ondas de radio, y me sorprende que quieran usar cosas que ni siquiera entienden para medir algo, ‘porque un rayo láser al fin es pura luz concentrada, y nadie sabe hasta la fecha qué corchos es la luz’ le espeto a mi abuelito, que me sonríe con cariño.”

                “Sin embargo, no son las distancias lo que me preocupa. En realidad, mi sueño sería poder hundirme en ésa negrura y flotar, y tener a todos los astros dentro de mí. Sé que suena a locura, cuando veo afuera a mi hermana ayudando a mis tías con las labores más normales de nosotras las mujeres, como dicen aquí en el pueblo. Sé que soy ‘la rara’, pero no puedo quitarme estas cosas de la cabeza.”

                “Y mañana nos vamos. De vuelta a la ciudad, a hundirnos en su cielo sin estrellas. Esta noche, quisiera comerme y guardar dentro de mí toda esta luz diminuta, tomarla con las manos y llevármela de alguna manera conmigo. Mi hermana me sonríe, y con sus ojos me señala el ojo de agua, limpio, prístino y donde se reflejan todas las estrellas, y su mirada es invitación, y es aceptada de la misma forma en que me la hace: calladamente. Más un deseo, una oración lo que me hace desnudarme y correr hacia el ojo de agua y hundirme en él, atrapada por un momento en la incertidumbre de lo desconocido, la frialdad que de momento me entume y me libera de todo, una especie de morir y renacer.”

“-¡Manita, aquí están tus estrellas!”

                “La voz de mi hermana ahora es de cariño cuando arroja en el agua negra por la noche un gran costal de flores. Los pétalos y las corolas flotan en el aire y se posan en la superficie, y ahora creo que entiendo mis preguntas, y mi hermana, que tan atinadamente me ha sabido responder, se desnuda ella también y se arroja en la superficie, rompiéndola un instante y ya somos dos seres del cosmos, nadando en esta sustancia y haciendo nuestras todas sus maravillas. Mi hermana sonríe, y juguetonamente me dice:”

“-Y bien, hermanita, ¿te basta con esto? ¿O me seguirás dando lata el año que viene?”.
“-¡Creo que ya no, mientras el año que venga también hagas esto!- le digo mientras me vuelvo a hundir en la vastedad del cosmos que al fin, es mío.”












                ¡El gato se emociona! Los amigos aplauden, y el gato se deja querer:

Sin título. 10 de Abril 2014.


Tú me tienes a mí
Y yo te tengo a ti,
Pequeño gorrión atento
Al paisaje y al silencio

Roto solo por las ruedas de acero
Y la tos de algún pasajero
Que deambula perdido en el andén,
Mi querido, amado niño

Que viaja conmigo
A través de este raro sueño.
Atento observas lo que duermo
Y tu mirada es mi abrigo,

Mientras por el andén transito,
Tren ligero de Xochimilco,
Y te llevo en brazos,
Pequeño y amado pájaro.

Te siento en mis piernas
Mientras te canturreo una canción,
Pequeño Bodo; papá y mamá esperan
En casa a que bajemos del vagón.

Con ojos nuevos miras el camino
Que nos trae desde Xochimilco;
Ríes alegre, mi bello pajarito
Y te abrazo en sueños, agradecido

De que me acompañes onírico
A través de este largo y angustioso trayecto,
Mi pequeño, protector angelito
Que rompes mis pesadillas
Con tu asombro nuevo,
Con tu hermosa risa.

Este sueño ya no es pesadilla,
Hoy es de las más bellas fantasías;
Con el pequeño Bodo de compañero,
Viajando con mi pequeño amigo,
La distancia es el sueño
Y tú, amiguito, mi cobijo, mi abrigo.

Sin título. (67)


Grito en éste puente de Plata
Mientras tu sonrisa se pierde
Por toda la gris muerte
Que se apodera de tu alma.

Vuelve…
¡Vive, Corazón Mío!

Que todo el polvo del cosmos
No halle morada en tu casa…
Aún muertos yo te amo,
Espero ésta alborada

Para que la Luna
Entre por la ventana.

Amanecer Lunar.
Reencarna hoy…
Reencarna,
Que yo te espero en el puente de plata.

Mil años, los que hagan falta,
Grano a grano de Luz de Luna
Pego a besos los muros de nuestra casa,

Gritando a ése océano de la Nada,
Reclamando a las Estrellas tu Alma…
Yo te espero en el puente de Plata.

¡Derrota a ése vacío del Infinito!
Y reencarna
En mi princesa de celeste agua…
Mil años, los que hagan falta,
Yo te espero, clavado a la orilla de la Nada.












                El aplauso continúa, y el gato se siente embriagado de afecto:

La florista.


                Hace mucho tiempo que no veía a naiden… Usté es el primero. Sí, patrón, todas las florecitas las hice yo, ¿no se anima? Ándele, va a ver qué bonitas se ven en la casa de usté… Gracias, patrón. ¿Quere que le diga lo que pasó? Ah, chirrión, pos, ¿cómo, patrón, si ya ni me acuerdo de cuando nací?

                Yo me llamo María Soledad, y, pos, dizque vivo, y sola. Mentira. Soy harto burlona, ya ve usté. Yo tenía un perrito que me acompañó hasta que se me murió, pero no vivo sola. Aún así, tuve mi buena vida. Mis papás era gente alegre que me enseñó a reír, a disfrutarlo todo y a todos, hasta que se me murieron, fíjese. Que yo recuerde, nunca tuve enemigos, ni siquiera gente que me cayera gorda, perque era muy chica para tenerlos cuando todos se murieron, cuando el cielo se abrió y el sol, en su justicia, los quemó a todos.

                Pos qué quere que le diga… Fíjese, los ricos, pos no voy a decir que no, no todos eran malos. Si yo pude vivir, aunque fuera un poquito más, fue por gracia de Dios, que envió a una señora que se compadeció de mi piel negrita negrita por el sol y me recogió cuando estaba ya acabando. Apenas si me acuerdo, verá, perque era muy chica; lo que sí recuerdo, es que el señor marido de ella no le quiso dar nada para mí, ni siquiera un pedacito de tierra; era muy estricto, y pos, tambén a ellos se les acabó la comida perque aunque eran ricos, no eran tan ricos, perque los que no se morían primero lloraron de hambre, ya que el sol se comió tambén su alimento, secó las plantitas y los animalitos y tambén la comida.

Y vinieron, y los mataron para poder comer, pero eran tantos y tanta su hambre que tambén acabaron con la comida de los ricos, y llegaron hartos, parecían bestias salvajes y lo rompieron todo, y como no tenían escuela, ya no supieron cómo es que se hacían las cosas nuevas, y se murieron tambén.

Déjeme que le cuente… Es que estuvo harto feo. Antes de acabar, se comieron los unos a los otros, y ni las ratas ni las cucarachas se salvaron. Antes de morirse, los ricos, harto enojados, hicieron llover su fuego del cielo para matar a todos los probes… No, no era un fuego santo, como el del sol, perque Diosito abrió el cielo y le dijo al sol que nos castigara por ser tan maldosos, y el sol, ¿pos qué iba a hacer? Nos castigó, sí señor. Pero el fuego de los ricos no era santo, eran como diablos que quemaban desde lejos, bailaban con sus cabezotas que eran como si trujeran unos gorros grandototes, y se veían chistosos, bailando con su bolota roja, pero quemaban harto feo.

Y si, mataron a muchos, hartos se murieron, pero tambén eran hartos los probes, tantos, que no pudieron matarlos a todos, pero no importó, perque los ricos tambén se murieron, ya que de día no podían salir, perque le tenían miedo al sol, que les tenía harto coraje por ser tan maldosos y los quemaba vivos, los dejaba ciegos y la piel blanquita que tenían, delicadita, humeaba y se volvía negrita como la mía, y se quedaban ahí, dentro de sus coches y sus trajes raros, chamuscados, y sabían harto feo, no servían ni para comer, y de noche tampoco podían salir. Hacía mucho frío. Sí, como ‘orita mesmo, como dice usté, pero ya ve, a todo se acostumbra una, pero los ricos no, y se morían, y pos luego, dejaron de ser ricos y se murieron igual que los probes, comiéndose unos a otros.

Y pos yo, ya ve. Sólo puedo salir de noche… Y junto todo lo que quedó y hago estas florecitas. Lo bueno de estar morido, es que ya no se siente hambre. Verá, es como si una siguiera viva, pero como si una ya no pesara, y sin tripas que le gruñan a una. Y como ya naiden tene que comer, pos todo lo horramos. Si. Todos los moridos y yo. No se crea, nos va harto bien. No me creerá que ya no semos probes y que ‘ora, todos semos ricos…

No, gracias a usté, señor, por comprarme mis florecitas… Que tenga güen viaje a Marte… Oiga, usté es marciano, ¿verdá?












Sin título.


Cada bombeo demuestra
Esta potencia,
La fuerza de mi corazón.

Cada latido es mirada,
Pensamiento y acción.
Corren hacia el día, mi noche emoción.

Bombea sentimiento.
Toda la sangre:
Río armamento
¡Pelea a muerte por la vida!

Cada latido habla que viva,
Cada latido corre hacia mi día,
Espanta la noche de mis venas,
Arterias avenidas.

Cada bombeo demuestra
Ésta existencia,
Demuestra
La fuerza de mi corazón.

Mini rimas. (Octubre de 2013.)

A:

Todo lo que de mí queda,
Adolorido, lo junto y lo recojo
Y con ello formo este montón de piedras,
Que cae, vencido, de hinojos.

B:

¿Una lágrima cae de este ojo?
Pudiese ser el rocío, o la llovizna.
La Bondad de Dios sobre este monstruo
Que adolorido, no se mueve, ni lo intentaría.

















                El aplauso que los amigos cobija a este gato. Y por lo mismo, este día se siente muy feliz, tanto, que hoy no va a hablar nada de política. ¿Para qué molestarse? Hoy, y hoy también, son días felices.

                Les recuerdo, amigos, que la exposición de éste Gato Jazz, se hallará durante todo el mes de Octubre de 2014 en la Casa de Cultura Calmécac, ubicada en la Avenida Hidalgo sin número, esquina con 16 de Septiembre en Coacalco Centro, Estado de México, México En la siguiente entrega les compartiré los cuadros (que como ya pudieron ver, se hallan acá en su Cojín) que fueron expuestos, y compartiré también, los comentarios que amablemente me han dejado. También pospondremos un poco el inicio el Códice 9 de Tzitzimine, ¡que se quedó en una buena parte! Pero no se preocupen, les prometo que retomaremos el hilo pronto. Acá les dejo el cartel del evento:



                Sin más que informar en el frente de Estado de México, camaradas, me despido, ¡hasta la entrega que viene! ¡Sayonara! ¡AUNQUE LA AUTORIDAD LA EXCOMULGUE, LA PROTESTA SOCIAL NO ES DELITO! ¡EL INTERNET AL SER DERECHO HUMANO, DEBE SER ABIERTO Y LIBRE! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!