viernes, 8 de junio de 2012

Pintura de Caballote: “Huitzicachondo”.


               
                ¡Hola, mis estimados contlapaches! ¡¿Cómo están?! ¡Espero que muy bien!

                Que tenemos aquí… Pues un cuadrito, mis estimados contlapaches, un encargo que me hizo mi hermano mayor, el papá de mi sobrino Álvaro, hace ya algunos años, creo que es de dos mil dos, la verdad es que ya no me acuerdo bien.

                La idea, la verdad no es mía, así que diré que este cuadro es más semejante a una co-producción entre mi carnal y yo, ya que él tenía la idea para este cuadro, y no le salía, además de que no tenía tiempo de hacerlo por su apretado trabajo (sí, en mi familia todos dibujan, desde mis padres, mis hermanos y ahora mis sobrinos) así que me corrió la idea, que ya estaba formada en parte, con el Colibrí Zurdo y la tentativa de ponerlo entre los Volcanes Popo e Izta. Cuando vi su bosquejo, supe de inmediato lo que debía hacer:





                ¿Conocen la leyenda de la creación del mundo según las tradiciones Tolteca y Teotihuacana? Después de hacer a “Tzitzimine”, quedé muy empapado del tema, así que fue fácil para mí. Verán: Huitzilopochtli es, a fin de cuentas, un impostor en dicha cosmogonía, pero también es cierto que esta civilización, la Mexica, se ganó con creces su derecho a decirse herederos de dicha tradición, así que aceptemos la inserción de Huitzilopochtli como una identidad o atributo de Quetzalcóatl, “La Serpiente Emplumada”, como Conservador de la obra de éste, ante su auto-exilio originado por su cachondez de hacerle el amor a su propia hermana Xochiquetzal, la diosa del amor, influenciado por Tezcatli(que)poca. Los mexica comprendieron el hueco en la tradición, e introdujeron ahí a la fuerza a su dios caudillo, el “Colibrí Zurdo”, ante la premisa de “¿quién va a cuidar la obra de Quetzalcóatl? ¡Tezcatlipoca va a destruirlo todo!” “¡Pues no, señores. Quetzalcóatl ha dejado a su brazo izquierdo (era zurdo) para cuidarnos a todos! ¡Faltaba más!” Algunos estudiosos afirman que el origen de Huitzilopochtli es de la gente que vivía en Aridoamérica, y de donde venía la horda mexica antes de convertirse en la gran nación que fue.

                Bueno, como Huitzilopochtli ahora tiene los atributos de Xólotl, el “Divino Gemelo” (Venus), o sea, otra atribución de Quetzalcóatl, en su papel de rescatador de los huesos de los hombres del inframundo o Mictlán, Huitzilopochtli tiene que bajar cada noche (¡Es nada más que El Sol! ¡Chingá! ¡Imagínenselo!) a pelear contra los poderes de Mictlantecuhtli y de Tezcatlipoca, además de pelearse con su hermana la Luna: Coyolxauqui, y sus hermanos: los Centzon Mimixcoa y Centzon Huitznáhuac, “Los Innumerables del Norte y del Sur” y además, echarle bronca a los Tzitzimine, “Los Que Cayeron de Cabeza” o Los Planetas, para rescatar a las almas de los que cayeron en combate, para llevarlos al Tonatiuhuichan, o el Paraíso del Sol. Por eso el Sol sale todas las mañanitas rojo, viene empapado de la sangre de todos contra los que peleó. Para saber más, chéquense el libro “El Pueblo del Sol” de Alfonso Caso, del Fondo de Cultura Económica.

                Y eso es el cuadro, si se fijan bien: Huitzilopochtli está dándose de cates contra todos los poderes de la obscuridad, las estrellas y los planetas, y en el momento en que es capturada la escena, está partiéndole la mandarina en gajos a su carnala la Luna. Los muertos esperan el desenlace, son las flores de Tzempatzúchitl que están en el lago, mientras el mundo, representado por Los Volcanes, pues están como el chinito, nomás milando.





                El cuadro está fuertemente texturado, en la parte de los Volcanes. También las flores, que están hechas con pintura muy espesa y de un solo pincelazo en muchas ocasiones. Esas partes son con óleo, así como el lago. La batalla estelar, está hecha con acuarelas, para darle la luminosidad que el momento requiere, y creo, sin dármelas de lado, que pude conseguirlo, no sin harto trabajo, claro.

                Lo único que hay de mano de mi hermano, es el “Huitzicachondo”, ya que lo calqué directamente del bosquejo al lienzo, todo lo demás es mío! ¡Já ja ja! Ay de mí, sigue siendo una co-producción… El nombre “Huitzicachondo”, es de él.

                Espero que les haya gustado. No he podido escanear los bosquejos que hice, que realmente fueron muy pocos… Este cuadro salió casi por sí mismo. Y hablando de cuadros… Tengo que pintar más, ya casi terminamos con todos los cuadros que tengo para ponerles. Lo cierto, es que yo envidio mucho a ésos pintores que se plantan frente a su lienzo, y sacan casi de inmediato la idea, no la razonan, dejan que su sentimiento hable por su mente. Yo no puedo. Tengo ideas, claro está, a veces muchas, pero tengo la mala tendencia a racionalizarlo todo, entendiéndose esto por darle un marco que sea coherente y que me satisfaga, y por lo mismo, desecho casi todas mis ideas, además de que pintar es caro. La opción, claro está, es hacerse uno mismo sus materiales, pero aún así, ya no alcanza el dinero para nada. Tengo tres en la congeladora, ya que necesito ciertos pigmentos para un temple que tengo como tres años parado, ya que están carísimos, y de momento estoy trabajando un retrato propio con mis amigos. Apenas va en la etapa de los bosquejos, y tengo otro más, ya bocetado, pero para ése necesito ir al centro a comprar cera de abejas para hacer impastos. Hay un encargo de mi amiga del alma Kalachan, ya que quiere un tríptico de africanas, y la neta, no me sale, será que no sirvo para pintar por encargo, y a ver cómo le hago, ya que no quiero decepcionarla. Tengo otros tres más, pero apenas los tengo en la etapa de las elucubraciones, y pertenecerían a la serie “Buscando a Dios”, uno sobre mis tíos Cuquita y los gemelos, que murieron apenas siendo unos bebés, de enfermedades de pobreza. Otro como un doloroso homenaje a los bebés asesinados de la guardería ABC (que ya hace tres años de ése artero asesinato, y no hay ni un culpable, ni un castigado. El responsable sigue libre, el hijo de la chingada). Y el último también como un doloroso reconocimiento al niñito al que su propia madre y su tía, arteramente, salvajemente, ignorando la misericordia que Dios nos enseña, le arrancaron los ojos. Casos tristes, dolorosos, y muestra de lo que pasa cuando se enseñan doctrinas humanas como si fuesen dichas por Dios, ignorando la Palabra, que dice “Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que cree en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.” (Mateo 18:6. Chéquense también el 15 y el 9:13.)

                En fin, camaradas. Se puede perdonar, hasta 70 veces 7, pero no hay que olvidar, para no caer en los mismos errores. Por eso debemos ir a la marcha del 10 de Junio, del Ángel de la Independencia al Zócalo, para no olvidar al halconazo priista, donde masacraron a muchos estudiantes: el futuro de esta patria triste, sojuzgada por mafias. Además, será interesante el ver a las universidades pirrurris, siempre tan reacias a participar en movimientos sociales, marchar al lado de la UNAM y del IPN. Bonito movimiento este de los 132, aunque creo que por lo mismo, está destinado al fracaso, porque cuando se radicalicen las posturas, los primeros en abandonar a los amolados, serán estos chavos riquillos, que al fin y al cabo, estudian para ganar dinero. A ver que pasa. Trataré de traerles fotos.

                Y bueno, camaradas, es todo por hoy. Nos vemos en la entrega que viene, aunque no sé todavía que ponerles, si unos dibujos con unas rimitas, u otro cuadro. ¡Hasta la entrega que viene! ¡HISTORIETA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡NO VOTES! ¡QUE SE VAYAN TODOS! ¡Sayonara!