¡Mis estimados contlapaches! ¡Cuánto tiempo sin veros!
¿Cómo han estado? ¿Qué me cuentan de nuevo? Pues yo por acá,
camaradas, ausente por un tiempo ya que de nuevo la computaloca se enviró,
aunque creo que mas bien fue un problemilla con mi disco duro, en fin, que el
camarada “Virush” me hizo el
grandísimo favor de venir a echarle un ojo y de paso ponerme un nuevo sistema
operativo, el “Güindows 7”, que
afortunadamente fue compatible con mi máquina, y así, ya me tienen de nueva
cuenta por acá, dándoles lata de nuevo.
Quiero comentarles que he estado probando un sistema que se
me hace muy padre, uno que se llama “Ubuntu”. Mi cuaderno de doble raya el
“Virush” me dejó una versión pequeña de este sistema gratuito y antivirus
llamado “Fedora” y he de reconocer que es muy bueno, bastante agradable a la
vista e intuitivo, pero desafortunadamente, la plataforma es diferente y no
acepta los programas con que nos ha enviciado el mamarracho de Bill Gates. Además
de que es necesario tener conexión a internet para descargar las cosas que
necesitas, si no, como que no tiene chiste. Lástima. Así que por el momento, he
de conformarme con lo que hay, y por ahora me concentro en reutilizar las cosas
que tengo, y de momento, me hallo peleándome con las comas, porque me las pone
invertidas y no sé cómo corregir este problemita. Si alguno sabe, plis, les
pido que me explique, ya que como dice Manolito el amigo de Mafalda, soy un
peatón en esto de la supercarretera de la computación.
Bueno, pasando a otras cosas más divertidas, permítanme
ponerles esta historieta que hice allá por el siglo pasado, por el año de 1995;
una obra que aún hoy en día, considero mi obra maestra en cuanto a la
historieta, y que me siento muy orgulloso de ella, titulada “Sombras en el Adoquín”.
Para no hacérselas cansada, déjenme hacerles una breve
referencia a ella: “Sombras en el Adoquín” es la historia de un corazón roto, y
del viaje que hace José Galicia por
un mundo fantástico donde hay de todo: aviones que se estrellan contra tranvías
llenos de viejitos gandallas, tritones gigantes, aparecidos muertos que no
resisten la luz solar y que viven en multifamiliares del INFONAVIT, abuelitas peleoneras
y entronas, y una especie de conciencia que sigue a José Galicia para darle
pistas y a veces ayudarle en ese mundo cruel en donde busca a su amada sirena,
sombra que se escurre entre sus dedos.
“Sombras en el Adoquín” es producto también de mi propio
corazón roto, cuando una de las mujeres que mas he amado en esta vida, no me
tomo siquiera en cuenta. A ella le hice y entregué una historieta de amor que
considero perdida irremediablemente: esa historieta era mi presentación y mi
declaración de amor… Me esforcé mucho en hacerla, con los pobres recursos que tenia
entonces, y a veces me pregunto si valió la pena haberle dado a ella todo mi
esfuerzo, toda mi dedicación y todas mis noches en vela doblado sobre el
escritorio, cociéndome los ojos con la luz de la lámpara y agotando mi muñeca
con los estilógrafos. Si, camaradas, se que me escucho incluso infantil, pero
solo quienes han sentido en sus vidas el placer y también la tortura de este
don llamado dibujo, o de cualquier don de creación, pueden entender que se
siente amanecerse dándose entero haciendo algo que quizá no sea siquiera tomado
en cuenta, como creo que ocurrió.
Solo había una forma de sacar ese dolor, y era escribir
(además de dibujar). Ya les he puesto mis cuentos y novelas cortas de esa
época, y de ellas surgió poco a poco la idea de esta historieta, que medité por
meses antes de decidirme a hacer el guion y ahí, a dibujarla. Quizá por eso
tiene ese aire melancólico, de gato maullándole a la luna, que notarán apenas
comiencen a leerla. Tiene un inicio enigmático, que se desvanece conforme
avanza, a una situación cuasi cómica para tomar un sentimiento angustioso y con
un final, a mi parecer, sorprendente. He de añadir que mis influencias en ése
entonces eran “Rayuela” del genial Julio Cortázar y varias obras de Ernesto
Sábato como “El Túnel” y “La Novia Robada”, además de la fantasía desbordada de
Boris Vian y su extraordinario “Otoño en Pekín” mas la obra de Michael Ende:
“La Historia Interminable”, “Momo” y “El Laberinto”. Deliberadamente traté de
copiar cosas primero en el argumento, que con la pulida de escribirlo una y
otra vez, al refinarse se volvieron mías por derecho, aunque las reconozco como
influencias y no como fusiles; no sé si se noten, eso espero que me lo digan
ustedes.
La historieta es,
forzosamente, de corte adulto. Contiene escenas de sexo explícito y desnudos
totales. No la recomiendo ni para niños ni adolecentes, aunque he censurado
las partes muy fuertes con los consabidos cuadriculados, y que he considerado
prudente no eliminarlas para no cortar la secuencia de la historieta. Alguien
alguna vez me pidió una propuesta erótica, así que aquí está. Lo erótico se me da
mejor en historieta que en pintura, aunque ya les he puesto algunos cuadros, y
me falta ponerles otros más que son de corte erótico. Lo erótico. Les pido de
antemano una disculpa por no dejarla sin censura, pero este blogcito es para
todos, y además, creo que no es malo permitirle a los niños ver desnudos
artísticos como las obras del Renacimiento, es peor que vean cosas tan
violentas y huecas como “Rápido y furioso” (Rápido y Baboso), los noticieros
llenos de nota roja con sus consabidos descabezados y narcoejecutados y las
idiotas telenovelas de Televisa y Teveazteca.
Ahora Blogger me permite ponerles muchas fotos, ya no es
como antes que solo me permitía ponerles cinco, pero creo que es mejor seguir
con nuestra tradición de que cuando se trate de historietas, las entregas se
hagan de diez en diez páginas, para que podamos estar más tiempo juntos y
seguir platicando un rato. Y bueno, sin más, dejo que disfruten esta primera
entrega, el inicio del primer capitulo de los tres y el epílogo de esta mi obra
maestra, “Sombras en el Adoquín”. Va:
¿Qué les parece? Toda está realizada en tintas chinas sobre
un papel que hasta la fecha no lo he encontrado en ninguna parte, una especie
de cartulina Primavera pero de excelente calidad que me topé una vez en el
Lumpen (entonces era Casa Bernstein, todavía no se la tragaba el monopolio
papelero que es hoy Lumpen) de República del Salvador en el centro y que estaba
de remate. Lo compré y lo guardé como cinco años sabiendo que me iba a ser de
mucha utilidad posteriormente, aunque aún no tenía idea de para qué iba a usar
ese papel. Como habrán notado, algunas letras las hice a mano, y otras las puse
con el ordenador, ya que mi caligrafía siempre ha sido pésima, y me declaro
culpable de ello.
Mandé guillotinar los pliegos en cuatro y como ya había
trabajado en Editorial Trillas, aprendí (ojo, esto no lo enseñan en las
escuelas de diseño), que para trabajar en papeles satinados primero había que
pasarles una “mona” de alcohol para quitarles el satín, además de que eso es
útil para que el papel no se marque con el lápiz y los trazos puedan ser
borrados con facilidad después de aplicarles las tintas chinas. No se para que
les digo esto, ya que actualmente todo lo hace el ordenador. Los números de las
páginas estaban hechos con las letras Mecanorma y Letraset, que creo ya no
existen, ya que no las he visto. De todos modos, cuando la digitalicé, me di
cuenta que estaba terriblemente sucia por el consabido manoseo de los amigos
que la vieron, así que de paso le limpié el color y cambié esas letras de vinil
(que irremediablemente siempre me salían chuecas debido a la falta de oficio)
con las del ordenador. También rehíce los marcos que muchos me salieron chuecos
también y ya encarrerado el gato, de paso le cambié mis horribles letras hechas
a mano con la letra Comic Sans Serif que es la que más se parece a mi grafía de
entonces. También rehíce las portadas. Los adoquines son del Centro Histórico, tomados directamente de una serie de fotos
que fui exclusivamente a tomar al centro, y creo que mejoraron mucho comparados
con los adoquines dibujados que hice la primera vez.
Bueno, la idea es que se parezca lo más posible a una
publicación decente que ustedes puedan disfrutar. Alguna vez pensé en
publicarla en papel, pero cuando lo intenté, estábamos en plena crisis
editorial, y me mandaron con cajas destempladas más de dos editoriales, además
de que los editores de entonces no veían la historieta ni como arte ni como
negocio. “Están muy ashuradas”, “tu
dibujo es muy sucio”, “no es muy comercial”, y el más descarado
me dijo “la única secuencia buena es la
del sexo… Si pudieras hacer más de eso, pudiéramos hacerte un huequito”. Ja.
Hoy tampoco lo hacen, pero por lo menos
se han dado cuenta de que una novela gráfica si es capaz de producir ganancias.
Ya no me importa el hecho de publicar en papel. Me gusta más
la idea de que ustedes la puedan valorar y, ¿por qué no? disfrutar también. A
fin de cuentas, es lo único que cualquier artista desea. Si uno puede ganar
dinero de ello, pues es un plus, pero como ya tiene tiempo que estoy convencido
de que no voy a ser famoso, y si alguna vez me vuelvo medio conocido, va a ser
después de que me vaya de este mundo, así que creo que es mejor darla así, en
este blog a que se me haga vieja y amarillenta en el librero, ¿no creen?
Y ya. Mejor dejo que ustedes la sigan viendo. Me despido de
ustedes con un fuerte abrazo deseándoles que estén bien si se puede en medio de
esta crisis del huevo y del usurpador Peña Nieto. Hice con mi hermano H.P.
Aguilar un cálculo de lo que valieron esas tarjetas Soriana que el PRImen Organizado
dio a la gente que vendió su voto por cien pesos, y son cinco centavos al día.
Por cinco centavos diarios cambiaron la tranquilidad, la certeza de un futuro y
la sonrisa de sus niños. Además de la bola de aumentos en todo que viene.
Entiendo que los cristianos debemos obedecer a los gobernantes,
como me decía sabiamente Virush, pero lo cierto es que eso queda en los
sistemas feudales y/u oligárquicos, ya que el rey o el déspota era la autoridad
suprema, pero en una democracia o en una república, arriba del Presidente, del
Congreso y de los Magistrados, está la Constitución, y si la misma Constitución
garantiza que el gobernante en turno puede ser removido si no hace nada por su
pueblo (artículo 39: “el pueblo tiene
en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”),
entonces no estamos pecando al exigir un interinato; entiéndase que no estamos
llamando a la guerra, sino a resistencia civil pacífica, además de que en el
Libro de los Reyes, me parece, (luego les busco bien los versículos) cuando los
israelitas están en plena corrupción y Dios manda a los Persas me parece, a
castigarlos, no hay nadie que invoque el nombre de Dios ante las injusticias de
su rey que roba a la viuda y despoja al huérfano. Uno puede protestar, que la
protesta no es rebelión. Hasta el justo Job protestó a Dios y no se rebeló por
ello. Esto es laicismo, el dar a Dios lo que es de Dios y a César lo que es de
César. Como cristianos, no podemos quedarnos impunes ante el delito y la
corrupción, ya que Dios mismo nos manda como corderos en medio de lobos, y nos
ordena “sed, pues, astutos como serpientes”. Dejen les busco estos versículos
para redondear bien esta idea ya que igual y me equivoco. En todo caso, la
Presidencia debe ser más grande que el presidente en turno, ya es hora de dejar
esta cultura del culto a la imagen.
Apoyen al yo soy 132, platiquen con la gente cerca de ustedes,
porque la corrupción ya está llegando a niveles insostenibles. Apenas ayer, nos
enteramos que en lo profundo de la colonia, secuestraron a una mujer y a su
niña dos sujetos en una motoneta; además, me enteré que en uno de los puentes
de la Vía López Portillo asaltaron a una anciana que trabaja vendiendo sándwiches
dos adolescentes que ya no tienen respeto por los viejos, ya que la espantaron
sacándole una pistola y un cuchillo (antes había vigilancia, pero con la
llegada del nuevo presidente municipal del PRImen Organizado de Coacalco, lo
primero que hizo fue retirar a los policías que cuidaban dichos puentes), y
además, tenemos un exhibicionista y a un travesti en la misma cuadra, y
sinceramente, si me molesta que anden de impúdicos cerca de niños y muchachos. Una
cosa es vestirse de mujer o encuerarse, y otra muy distinta es pasearse a media
calle como una prostituta ebria en celo.
El país ya no aguanta más. Si dejamos que compren la
presidencia, ¿qué sigue después? Va a ocurrir como en Ciudad Juárez, donde ya
no vas a poder pasear con tu novia, tu esposa, tu amiga o tus hijas porque un
malviviente te va a dar dos balazos para robártela y violarla y prostituirla.
La consigna sería “tu cuida mi espalda que yo cuido la tuya”, esto es, si uno
ve que alguien asalta, secuestra o mata a alguien, entrarle a los trancazos con
la certeza de que tu o tu me apoyarás y no me vas a dejar solo. Así, sabré que
puedo caminar por la calle sabiendo que si alguien me asalta, estarás tú ahí para
apoyarme.
¡Sayonara! ¡RESISTE!
¡ACUDE A LAS MARCHAS Y EVENTOS DEL 132! ¡NO VEAS LAS NOTICIAS DE LA TELE! ¡Y YA
NO VOTES! ¡NUEVA REPUBLICA! ¡Hasta la entrega que viene!
Fe fe erratas: ¡So
sorry! ¡I`m Burri! No acomodé las numeraciones de las páginas bien, y por lo
mismo me comí la que debiera ser la página 005. Ahorita la pongo como debe ser.
Y como desagravio pongo más páginas. ¡Ahora si! ¡Hasta la próxima entrega!
P.D. 2: ¡Otra vez! ¡I’m burry! Justo cuando les corregí la
entrada del Cojín, me di cuenta de que también me faltó la página 6! No tendría
mayor importancia, salvo que las primeras escenas son importantes para
comprender la entrada a ése mundo fantástico de José Galicia. Ahorita ya la
revisé toda y ya inserté las páginas que faltaban, que realmente no se por qué
causa no se quemaron en los discos de recuperación. En fin, que tuve que volver
a escanear las páginas faltantes. Ahora sí, ¡Sayonara! ¡Disfrútenla y hasta la
entrega que viene!
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