miércoles, 13 de mayo de 2009

Eructos literarios: Unas rimitas.

¡Hola a todos! A continuación pongo a su consideración éstas rimas que me encontré en un viejo cuaderno, y que creo que no son tan malas. A excepción de la primera, que es de hechura reciente:


Nada en común.


Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Ni este Sol que nos ilumina,
Ni las Estrellas que hoy nos miran.

Ni todas las calles que caminas,
Ni todas las tardes que te espero.
Los pájaros no trinan mi desvelo,
Los grillos no frotan sus patas al vernos.

Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Nada vendrá a salvar éste Otoño
Que se anticipa, a éste roto álbum

Lleno de fotos que no tenemos…
Lleno de recuerdos que no compartimos…
Lleno de caricias que no nos dimos…
Lleno de besos, que no disfrutamos.

Nada ha pasado entre nosotros.
No tenemos nada en común.
Te miro pasar a lo lejos, y caprichoso
Juro que ésta vez me mirarás tú.

2 de Abril de 2009.

Poema del ’94.




En esta casa,
Nuestra casa,
Las plumas que alejan el frío
Asfixian mi garganta.

Grietas son líneas
Que se proyectan y conforman,
Conformes y conformantes,
A las paredes de la casa,
Nuestra casa.

Cielo de cuatro dimensiones
Se proyecta a tres en el techo
Tan frío y estrellado
De la casa,
Nuestra casa,

Mientras que el Diablo,
Gran Satán,
Asoma la sotana
Por las ventanas
Espantosamente amplias
De la casa,
Nuestra casa,
Asfixiando a mi garganta.


Año del ’94.


Sin título.


Cada bombeo demuestra
Esta potencia,
La fuerza de mi corazón.

Cada latido es mirada,
Pensamiento y acción.
Corren hacia el día, mi noche emoción.

Bombea sentimiento.
Toda la sangre:
Río armamento
¡Pelea a muerte por la vida!

Cada latido habla que viva,
Cada latido corre hacia mi día,
Espanta la noche de mis venas,
Arterias avenidas.

Cada bombeo demuestra
Ésta existencia,
Demuestra
La fuerza de mi corazón.


Sin fecha.


Añado unas fotos, al más puro estilo Caballero, ésa revista que rompió mi inocencia allá por el 70 y tantos, y que intercalaba poemitas entre las fotos de las chicas con poca ropa, y a quienes la feroz censura les tapaba el vientre con una tira negra pintada a manera de pantaleta, haciéndola más morbosa. ¡Sayonara!






No hay comentarios: