jueves, 23 de diciembre de 2010

Pintura de Caballote: “Juego de Niños”.

¡Hola, cómo están!

¿Cómo les pintan las cosas en éste caótico fin de año? Mal, las tortillas suben y los luchadores sociales son masacrados, mientras los sicarios se ríen de uno. Y una más, la liberación de alguien tan nefasto como el Cebollas. Que si un grupo subversivo, que si una escisión del EPR, vayan a saber; yo no sé, como ciudadano a pié que soy, no me entero de casi nada, sólo de la puntita, albureramente hablando. Algo parece moverse entre bambalinas, y nosotros no tenemos el derecho de enterarnos.

Dolidos, por el asesinato a sangre fría de Maricela Escobedo Ortiz. Las opciones se acaban, y aparentemente, la gente que tiene el valor de levantar la voz contra éste sistema de cosas tan injusto, es callada con balas. Las autoridades, supuestamente electas por uno, no hacen nada, salvo enriquecerse, como chinches chupando la poca sangre que éste país ofrece. Desmantelan PEMEX, a hurtadillas, como los ladrones que son, desmantelan el IMSS, desmantelan a la UNAM y a todas las cosas que nos hacían fuertes, como ladrones y asesinos, para después decir a los cuatro vientos, con el apoyo de sus cómplices, las televisoras, que ya no son rentables, que le cuestan más al país de lo que dan y por lo mismo hay que privatizar.

¡Privatizar! ¡Privatizar! Eso es una estupidez, camaradas, por que, si ustedes, que con trabajo, quizá hasta generacional, se han hecho de una casa, de sus muebles, de su ropa, ¿qué pensarían de alguien que se mete a su casa a escondidas, y durante días les roba todo, les sabotea la instalación eléctrica, la plomería, les roba sus ropas y además los ata con palabras melosas para que al notarlo como algo cotidiano no puedan defenderse, y un día, cuando ustedes no tienen casi nada, y su casa parece un queso gruyere llega ése mismo ladrón mañoso junto a un güero extranjero, acompañado de notarios y policía, y les dice que tienen que vender su casa por migajas, con el pretexto de que está en muy mal estado, y que les conviene, que es lo mejor para su familia aunque no haya otro lugar para irse a quedar? ¿No arderían en santa cólera? Pues eso mismo están haciendo los ladronazos que están en el poder. Desvalijan al país, nos empobrecen a todos, pero eso sí, ésos pomposos señores llamados Calderón, llamados Fox, llamados Labastida, llamados Madrazo, Hank, Salinas, Coppel, Azcárraga, Sada, Guzmán, Harp, Slim, y muchos etcéteras, no podrían sobrevivir con el salario mínimo, ni podrían estar sin zapatos, comiendo un día sí y un día no, durmiendo en colchones de dura borra o en el piso, sufriendo de éste frío con sólo el escudo de una rala cobija. Claro que no.

Ellos hablan de cifras macroeconómicas, de que México está posicionado como la economía número trece, de que estamos saliendo ya del hoyo, pero, queridos correligionarios peludos, ¡llevamos saliendo del hoyo ya como treinta años! Y esto, conlleva a el detrimento de todo. La pobreza es el pretexto de la brutalidad, de la apatía, del no preocuparse por nadie más que por uno mismo, ante las tarascadas del sistema. Carlos Fuentes dijo, en uno de sus libros, creo que en “La Región Más Transparente”, que los humanos tenemos en la vida dos ejemplos de cómo ser. El primero sería Nuestro Señor Jesucristo, como ejemplo de Humanismo, el pináculo del Ser Moral. El otro sería Leonardo Da Vinci, como el pináculo del Hombre Pensante, del Hombre Lógico. Y también dice que es un camino hacia arriba, difícil y lleno de obstáculos, pero como somos Seres Humanos, es el camino que debemos de seguir, por que es nuestra obligación como seres sensibles y pensantes. El otro camino es fácil, por que es cuesta abajo, y lleva al orangután, al Hombre Violento, al Hombre que arregla todo con el argumento de “Yo Soy Más Fuerte”. Y aparentemente, aquí en México, decidimos irnos la mayoría por ése camino. Somos unos orangutanes que hacemos daño a todos, pero decimos a los cuatro vientos que somos como el Quijote, y no podemos ser más desvergonzados. Matamos a una mujer que solamente exigía lo razonable: Justicia, la callamos por que nos incordiaba su grito destemplado con una bala en la cabeza. Y transformamos a un inocente niño en un asesino que cortaba cabezas. Así como asesinamos a cincuenta bebés al meterlos en una guardería que no tenía ni un pinche extintor de fuego. Secuestramos pueblos enteros que sólo piden lo mismo: justicia, y nos lamentamos de las muertes de los Grandes Mártires, Morelos, Hidalgo, Villa y Zapata, y nos rasgamos las vestiduras diciendo que “si Mi General Villa viviese, ya habría mandado a colgar a ésos de un poste”.

Ya para terminar, camaradas, una reflexión ultima. La diferencia fundamental entre Madero y el ingeniero Cárdenas, la diferencia entre Madero y López Obrador, es que Madero, pese a ser un alma ingenua, se dio cabal cuenta de que la mafia que gobernaba México en su tiempo, no iba a ceder el poder por ningún medio “legal”, al ser juez, acusador y jurado. Y se dio cuenta cabal, de que la soberanía y el juicio de una nación se basa en sus ciudadanos, no en una camarilla de asesinos palurdos y cínicos, y que es ésa misma ciudadanía, la que tiene el derecho inalienable de cambiar las cosas. Ahí se los dejo de tarea. Y ahora, el cuadro:



















23 de Abril de 2010

Jueguen, pajarillos. Retocen felices.

Mamá los cuida bien, atenta está.

Abraza con cariño, ternura en mil matices

Al vientre donde juegan con la eternidad,

Desde donde Dios permite a los idos,

Éstos dos hermanitos con sus dos hermanitos salir a jugar.

¡Vuelen, papalotes! ¡A la gallinita, lazarillo!

¡Giren los trompos y los yo-yos! ¡Pelotas, a botar!

Mientras ésta puerta está abierta

Dos sillas dispuestas hay para el descanso,

Una precaución, solo por si acaso,

Ya que estos pequeños ignoran la siesta,

Y el tiempo les dura muy poco…

Dios y Mamá los cuidan,

Aquí no hay noche ni lobos

“¡Que muera la Muerte!” al jugar gritan.

Jueguen, pajaritos, los cuida bien su Mamá.

Abraza con cariño su vientre

Contra Ella no puede la Muerte,

Jueguen, ¡que aquí ya no molestará!

Y bueno, creo que ya les había puesto esta rimita, pero es la génesis de éste cuadro. Está hecho con óleo sobre cartón entelado, y es muy pequeño, tan sólo 40 centímetros por 30, y se titula “Buscando a Dios 3: Juego de Niños”. Les adjunto también unos bosquejos que hice previos al cuadro, y un par de acercamientos que tratan de ser “detalles”, pero mi cámara es muy pequeña, apenas 1.3 megapixeles, así que disculpen la borrosidad.

Y los niños. Dos de ésos angelitos ya nacieron, y los otros dos, uno salió del vientre materno para morir después, y el otro no pudo ni llegar bien a éste duro mundo. Por eso la lágrima de ella. Mujer valiente que se atrevió, después de perder dos pequeños, a traer dos, que llamaré aquí “Bubulín” y “Pizpireta”, unos hermosos y vivarachos gemelitos. Será que los Niños son algo bendito, algo que Dios ama, por que son algo que nos puede hacer mejores. Dejen les comparto esto: en los Evangelios, específicamente en Mateo 18:1-6, dice: “de cierto, de cierto os digo, que si no volvéis y os hacéis como niños, no entraréis al Reino de los Cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” Y hay una advertencia contra los Naciff, los Gobers Preciosos y su caterva de explotadores y pederastas: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.” Y hay algo más sobre la bendición de los pequeños, en el versículo 10: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; por que os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.” Y adelante, el significado de la Navidad, versículo 11: “Porque el Hijo del Hombre (Jesús) ha venido a salvar lo que se había perdido (nosotros).”

¡Imagínense el poder de los ángeles que ven a los niños! Son de los más poderosos que existen, y son los ángeles de la guarda, para aquellos que no creen en ellos. Y relacionado a los niños, se halla el porqué del amor de Dios, al venir a éste mundo, a padecer como nosotros, a ser pobre como nosotros, no como Juan Pablo, que vino a México en gran boato y lujo y riqueza. No como Mahoma, que fue rico y poderoso. No como el Dalai Lama, que duerme en hoteles de super lujo, no. El Señor vino y nació en un establo, junto a los animales, como el más pobre de nosotros, como ése limosnero que extiende la mano y la mayoría de la gente le hace el feo. Y fue un niño como tantos pequeños que vemos en las calles del centro, y en nuestros pueblos y rancherías, descalzo, con la ropa rota y mal comido. Así vino Nuestro Salvador, indefenso, pequeño, a limpiarnos y hacer posible que, aceptándolo, podamos regresar a casa. No la que tenemos en éste mundo entregado a Satanás y sus sirvientes, no, sino a nuestra casa verdadera, donde no habrá gobernantes ni jueces ni policías que venden su investidura por dinero, donde no habrá aumento a las tortillas, y donde no moriremos, por que éste cuerpo, el que llevamos en éste momento, ha de morir, pero seremos investidos de nuevo, para vivir junto al Señor. Eso es la Navidad, la oportunidad y el amor que Dios nos da; no es Santa Clós, ni la pachanga, no.

Les pido, camaradas peludos, que reflexionen en esto un momento el 24, antes de servir el pavo y destapar la sidra. Por que El Señor va a volver, pero ya no como el pequeño, como el indefenso, sino como El Rey que es, y todos le veremos, y ahí todos los que le ofendieron van a desear que la tierra los trague, y van a querer morir, y no podrán, cuando El Señor haga justicia verdadera, y vean horrorizados que ni su dinero ni su poder ni su estatus les sirve. Y si parece que tarda, es por que quiere que tú, amigo, y tú, amiga, le veas, y creas en Él y lo aceptes como tu Salvador.

Y bueno, camaradas peludos, los dejo. Reflexionen un poco en esto que les digo, y también diviértanse, evitando el alcohol y las drogas, por que no las necesitamos, y nos escrivemos hasta el año que viene.


¡Sayonara! ¡Feliz Navidad! ¡Aguante para el año nuevo!



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