¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que peludos y peludas, como diría ése ex presidente de cuyo nombre no quiero ni acordarme. Pero qué manía de hombre… Separar lo que apenas está medio unido. Si semánticamente, al decir “hombres” se refiere a hombres y mujeres, si al decir “niños” se refiere uno a niños y niñas, no entiendo el separar por géneros como mera medida de cortesía. Sé que algunas feministas de hueso colorado se quejan mucho por cosas como ésa, pero el idioma es así. En todo caso, al ser una fórmula de cortesía, ¿no será añoranza por la caballerosidad perdida? Por que al terminar la caballerosidad, también se acabó la damidad, y nos volvimos iguales, aunque sea semánticamente, cosa que es lo que piden las compañeras feministas.
Entonces, ¿no es más democrático dejar al idioma como está? En todo caso, ¿no es más importante pelear por que las mujeres tengan realmente las mismas oportunidades que los hombres? ¿Qué una mujer gane lo mismo que un hombre? ¿Qué a una mujer se le respete igual que a un hombre? Aunque también están las cuestiones biológicas, por que mecánicamente no somos iguales. Y por lo mismo, algunos (no todos) derechos no pueden ser los mismos. Si no, yo como hombre, podría exigir mis 6 meses de maternidad en la chamba, ante las carcajadas de mi jefe y el sindicato.
Sí, entiendo, a mí también me llegó ése correo que denunciaba al español como un idioma machista, y ponía ejemplos como “zorro: audaz, astuto; zorra: prostituta”, pero saludar por género, se me hace excesivo. Y lo peor, es que el ejemplo que ése ex presidente leyó seguramente en sus libros de la Rabina Gran Tagore cunde, en vez de mandarlo por un tubo. Será que es difícil mantener una postura crítica siendo radical, en eso entiendo a las feministas. Cuando uno habla, a veces no se puede echar atrás de las cosas que se dicen. Y eso pasa cuando se es extremista. Por eso éste gato, pese a ser rojo y cristiano, por convicción y por fé, cree que la contradicción es uno de los puntos clave de nuestra humanidad. Por que somos seres cambiantes, y aunque no evolucionemos como la pseudociencia que construye dinosaurios a partir de un hueso dice, sí cambiamos. No somos los mismos cuando somos niños, a cuando somos ancianos. Y aunque los problemas sean semejantes, no son los mismos de acuerdo a las épocas. Antes se creía que el Sol giraba alrededor de la Tierra, en la planitud de ésta, y ahora ya se duda hasta del Big-Bang. Todo cambia, como verán en la historia de mi hermano:
¡Já ja ja! ¡No se lo esperaban! ¡Estoy seguro! La primera vez que vi ésta historieta, recién salida de las manos de mi hermano, casi me hago pipí de la risa. ¡Pero qué cambio de estilo! En literatura esto debe tener un nombre, pero ése cambio de género en un salto de tigre, es muy bueno. Además salgo yo, en mis tiernos 19 años. Quienes me conocieron de ésas épocas me reconocerán enseguida.
Y bueno, hay noticias: ¡Por fin! ¡Al fin! ¡Terminé al fin “El Ángel Azul”! Con un retraso de dos meses, pero al fin, ¡finita es! Esta larga novela gráfica de 72 páginas, creo que la publicaré aquí en éste su cojín favorito hasta el año que entra, por una razón: quiero ponerles antes, ahora que ya conocen al “Aguilita” y al Dr. Yazz, una historieta muy larga que hice en un periodo de diez años: “Tzitzimine, Los Que Cayeron de Cabeza”, la cual es el primer trabajo en que aparecen juntos ésta dupla fantástica del Dr. Yazz y su emplumado compañero, peleando contra nahuales. Es muy seria, y está compuesta por diez tomos, nueve de 32 páginas, y el último de 64, por que ingenuamente creímos que en éste país lleno de nopales y tolvaneras se podía vender un trabajo de ésos calibres a las editoriales. Mi hermano, de quien es la historia, me ha autorizado ponerles dos tomos, en previsión de que quizá, quizá algún lejano día, alguna editorial quiera publicarnos, y estoy en la labor de convencimiento para que me permita ponerla entera, con la premisa de que es mejor que ustedes, peludos camaradas, la vean, y no que se quede empolvándose en el librero. A ver si puedo convencerlo.
Y la otra noticia es que por fin terminé también, dos cuadros que les podré apenas acabe de mostrarles ésta historieta de la “Noche Maldita”, y son de la serie “Buscando a Dios”. El primero se titula “Catedral Interior” y el segundo “Juego de Niños”. Pero no es lo único que estoy haciendo. En estos momentos voy a intentar comenzar dos historietas mas, una muy larga: es un proyecto que traigo desde mis tiernos 15 años, y que por una razón u otra, no había podido concretar. De hecho, no he terminado el argumento, se me escapan algunas cosas, y tengo algunos problemas técnicos que me han dificultado mucho el trabajo. Me refiero a “Hadas”, historieta que considero me va a llevar también mínimo cinco años, con todo y la ayuda renovada de haber cambiado el pincel y el estilógrafo por el ordenador, pero si no la comienzo ahora, quizás no pueda hacerla en historieta. Será que me hago viejo.
El otro proyecto es “Xibalbar”, el último cuento largo de mi hermano, con la dupla dinámica del Dr. y el Aguilita. Aunque yo tengo algo que ver en ése proyecto, ya que ése cuento salió de decirle a mi hermano que por qué no hacía una historia de puros trancazos. ¡Nada de rollos, puros golpes! Y el resultado es ése. Voy a comenzar a hacer el guión para dibujarla en febrero próximo.
Además, tengo otros dos cuadros más en proyecto. Apenas conseguí los soportes, y comenzaré a hacerlos en éste mes. Uno es muy semejante a “Ayes de la Matria”, por que siento que la situación del país no ha cambiado nada en éstos cien años de revolución (aunque Salinas de Gortari dijo que la Revolución ya había terminado. Sí, la clase política y económica la han consumido) y chance tampoco en éstos doscientos años de Independencia, y creo que es necesario pintar algo al respecto. Y el otro es un encargo de mi distribuidor de vicio… No se crean, no le hago ni a la Maria Juana, nunca he necesitado drogas, y les hago hincapié en que artista que necesita drogarse, no es un artista, ya que su imaginación se halla atrofiada al requerir impulsos externos. Me refiero a mi vicio de los videojuegos. Mi camarada Jona-kun me encargó algo desde hace unas semanas, y apenas ahorita estoy en condiciones de cumplirle.
Y bueno, mis estimados gatos y gatas, ¡sigan siendo peludos! ¡Digan no a las drogas! ¡Digan no a la corrupción! ¡Basta de seguir pensando “el que no tranza no avanza”! ¡No votes! ¡Que se vayan todos ésos cínicos que se hallan tras cualquier poder! Por que algo muy malo tenemos los mexicanos, cuando permitimos una sociedad que se hace ciega ante un muchacho de catorce años, cuyas únicas preocupaciones debieran ser la escuela, el futbol y la novia, el narco lo haya transformado en un monstruoso asesino a sueldo. ¿Cómo llegamos a ello? Endureciendo nuestro corazón. La única forma de cambiar ésta degradante inercia es en el corazón, donde fallaron los Grandes Rojos al decir que la “religión es el opio de los pueblos”, y donde fallan los Grandes Mercantilistas, al considerar que todo se puede vender. No es así, por que si es así, nuestro destino es la Muerte y El Adversario habrá ganado contra la Vida, y eso, camaradas peludos, es imposible. ¡Lo que hagan, háganlo lo mejor que se pueda! ¡No endurezcan su corazón! Si les sobra algo que no sea necesario para ustedes o su familia en un futuro, ¡den! ¡Den! ¡Siempre den! Ésa es quizás la única revolución que podamos ya hacer. ¡Cielo Siete! ¿Cómo estás? ¡Escríbeme! ¡He estado soñando contigo y estoy preocupado!
¡Sayonara! ¡Hasta la entrega que viene!
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