Y aquí estamos de nuevo en la brega, mis correligionarios peludos, mis hermosas gatitas que frecuentan éste peludo cojín. Desde ésta loca trinchera lanzamos nuestro maullido al mundo entero! ¡No estamos de acuerdo!
¿En qué? Pues hay muchas cosas, mis peludos amigos y amigas. Fíjense cómo han perseguido al mero mero de Wikilinks, como si fuese una peste con patas, cuando lo único que hizo ése hombre, fue refrendar un derecho que los gringos siempre enarbolan como bandera contra China, contra Cuba, ahora contra Venezuela, Irán y antes Iraq, diciendo a los cuatro vientos que en ésas patrias, no hay libertad de expresión, ¿verdad, señor Obama? ¿Verdad, señora Hilaria? Pero cuando aparece alguien que hace uso de ésa libertad de expresión, se les atraganta y no saben qué hacer con ella, por que su Estado siempre ha sido policial, siempre han vivido, queridos compañeros Estadounidenses, en una dictadura perfecta de dos partidos, donde la libertad se da siempre y cuando tengas con qué comprarla, si no, que te coman los perros. Y si alguien piensa diferente, ¡ay de él! Vean el Macartismo, donde a cualquiera que pensara diferente, lo tachaban de rojo y lo quemaban cual bruja en la hoguera del descrédito, perdiendo la chamba y la honra. ¿No pasó lo mismo cuando nos invadieron y nos quitaron a la mala más de la mitad del territorio? A cualquier gringo que dijera que estaba mal abusar de una nación en bancarrota y débil, era un antipatriota. ¿Qué pasó con los hippies que valientemente se enfrentaron a la maquinaria bélica y atacaron la invasión a Vietnam? ¿No los acabaron diciendo que eran unos soñadores hipócritas y drogadictos? No les daban ni trabajo hasta que no se cortaran las greñas. Recuerdo el caso de un valiente gringo, veterano de ésa absurda guerra de Vietnam, que fue arrollado por un tren que llevaba armas a la Contra Nicaragüense cuando con su cuerpo en silla de ruedas se puso en la vía para tratar de que se detuviera ésa locura intervencionista y se respetara lo que Juárez dijo hace tanto tiempo: “El Respeto Al Derecho Ajeno Es La Paz”.
Y a últimas fechas, con los odiados Bush, ¿no estaba el Acta Patriótica? ¿No era esto un cese de garantías individuales? ¿Y ahora qué harán, “hombres libres”? Se quedan sin amigos, por que el hombre fuerte siempre cree que todos son de su condición, y créanme, China no es una perita en dulce.
¡No estamos de acuerdo! ¿En qué otra cosa? Pues en casi todo, camaradas, no es por estar de molón, pero me ha impactado el caso del niño-asesino. Un ejemplo más de que aquí, en Mexicalpan de las Tunas, la niñez no es más que un adorno en los discursos oficiales, y me confirma lo que se sospecha: que políticos y narcos están coludidos, al grado de no saber quién trabaja para quién. ¿Se hace algo real, para evitar éste tipo de cosas? ¿Se hace algo real, tangible, para evitar que niños se prostituyan? ¿Se hace algo real, tangible de a deveras, para que en México los niños no tengan que trabajar? No. Algo real y tangible, sería aumentar los salarios mínimos a un nivel constitucional, que según la UNAM serían más de $250 pesos diarios, para que el dinero circule y la gente pueda gastar, generando con ello nuevas empresas que darían más trabajo, y controlando los precios para que los tiburones no suban artificialmente los costos nomás por que el salario subió. Así hasta se podría pensar en cambiar la recaudación tributaria y hacerla suntuaria, es decir, que lo que genere impuesto sea la acumulación de riqueza, no la producción como pasa hoy en día, dándole en la torre a pequeñas cooperativas y empresas, dejándote sin chamba y empujándote a la informalidad, por que de algo tienes que comer. Pero bueno, camaradas peludos, ¡basta de bolas de pelos! ¡Aquí está la última entrega de la “Noche Maldita en el Castillo Chükrut”!:
Y bueno, para descansar tantito, ¿Qué les parece si antes de irnos a la juerga de fin de año ponemos cuadros? ¡Invítenme a las posadas, no sean gachos! ¿Qué les pareció? Creo que las histerietas se las voy a poner así ya, de dos páginas por ilustración, ya ven que sólo cinco permite Blogger, así en vez de cinco páginas, les puedo poner diez. Basta con picar con el ratón sobre la ilustración para hacerla grande y poder leerla, ¿no? Cosa harto útil en éstas historietas tan largas. Alguna vez intenté hacer cortas, pero no me salen. Siempre quedan cosas que decir en el tintero. Otra cosa más. Aún no sé cómo quitarme a mí mismo de la sección “Contlapaches”, ya les expliqué que fue tratando de seguir al compañero pintón Ángel Solano (que es muy bueno, véanlo, plis) que no sé qué piqué, que aparecí yo mismo siguiéndome como si alguien me hubiese amarrado en la cola peluda un cascabel, ¡ya ven cómo somos los gatos de juguetones! Y ‘ora no sé cómo quitarme… ¿alguien sabe? Y tengo una noticia triste. Hace tres semanas de que me robaron a mi gatita Tsuki. Apenas empezaba a encariñarme con ella, cuando llegaron los malandros y me dejaron sin su latosa compañía. Espero que esté en una buena casa, donde le den su leche, su queso y su yogurth. Y mucho cariño. Por que parece que cada vez habemos menos amantes de gatos en éste país. Perros veo por todos lados, pero cada vez veo menos gatos, cosa que me entristece. Esta es su foto:
Y bueno, mis estimados Cojineros, se despide éste Gato Risón Jazz de Chesire (en realidad de Tultepec), y ya que ha estado haciendo harto frío (¡Dios mío! ¡Este cuarto parece un congelador! ¡Brrr!) me voy a prepararles “Tzitzimine, Los Que Cayeron de Cabeza" en páginas dobles, y a prepararles la entrada de la semana que entra con uno de los cuadros nuevos… ¿cuál será? ¿cuál les pondré? ¿Cuál irá más a tono con éste frío navideño?
¡Sayonara! ¡Pásensela bien! ¡Hasta la entrada que viene!
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