martes, 15 de septiembre de 2009

Pintura de Caballote: "Làgrimas de cocodrilo".



¡Ké paxó, kómo extán!

Pues nada, desde aquí, mandándoles un peludo y garrudo saludo desde éste lado de la nopalera de cristal, el gato como de costumbre, hoy en martes, ¡día de la independencia! ¡199 años de ser libres de España! ¡Íiijajay!! Sin embargo, mi nacionalismo está de luto. Sé que hay muchas gentes que creen que esto del nacionalismo es algo malo, que da lugar a excesos aberrantes como el Nazional Socialismo, y cosas así, pero yo difiero un poco. Aún así, hago mío el excelso poema de Jose Emilio Pacheco, “Alta traición”, que dice algo así:

“No amo a mi patria

Su fulgor abstracto

Es inasible.

No amo a mi patria

Pero aunque suene mal

Pero aunque suene mal

Daría la vida

Por diez lugares suyos,

Ciertas gentes,

Puertos,

Bosques de pinos,

Fortalezas,

Una ciudad deshecha

Gris, monstruosa

Varias figuras de su historia

Montañas, montañas

Y tres o cuatro ríos.”

Es verdad. Quizá suene un poco a locura, en éstos tiempos de globalización, hablar de nacionalismos, es algo que puede resultar extraño. A este país duele, en serio, quererlo, viendo tanta gente amolada, ancianos que tienen que seguir trabajando limpiando oficinas o vendiendo cortauñas, tantos jóvenes que no tienen esperanza de un mejor futuro, tantos niños en las garras de la prostitución, la televisión y la droga; cuando uno ve que desde el siglo VIII seguimos igual, cambiando gobiernos, sistemas, presidentes y congresos, y no ha habido un cambio sustancial. Tenemos un mar de riqueza, concentrado en unas poquísimas manos, y un mar de gente pobre, que aunque sea difícil de comprender, sigue empobreciéndose más y más. Será que somos un país macabro que adora ídolos, y por lo mismo, está hambriento de mártires. Amamos a nuestros héroes, pero los amamos de piedra, jamás de carne y hueso.

Por eso escogí este cuadro para ésta fecha tan especial, fecha en que debiéramos cuestionarnos seriamente sobre nuestra supuesta “independencia”. Hidalgo gritaba “¡Viva el Rey, muera el mal gobierno!”, y años más tarde, el hijo del Generalísimo Morelos, Juan Nepomuceno, traicionaba la lucha de su padre al vender, junto al traidor de traidores Santa Anna, la mitad del territorio nacional. Y es verdad, los gringos nos conquistaron por segunda vez ése maldito año de 1847, nos mutilaron, y si no nos tragaron, (aunque había voces en el gobierno gringo que apoyaron la idea “all México”) fue por que “tragarse México equivaldría a poner plomo en las alas del águila americana”.

¿Tuvieron razón? ¿Nuestra corrupción, heredada de los españoles, les hubiera sido un freno, como lo es para nosotros, que nos estamos atrasando del concierto cultural de las naciones ya como cien años? No sé, pero recuerdo haber leído en algún sitio que, cuando el gran Lázaro Cárdenas quiso nacionalizar el petróleo, también soltaron voces las compañías trasnacionales, a través de sus voceros científicos, de que el petróleo se iba a acabar, como hoy está ocurriendo. Algo se mueve tras bambalinas. Los escenarios se repiten, será que la historia es cíclica, y como somos un pueblo que no tiene memoria, estamos condenados a repetirla, como una execrable rueda de Moebius. Hoy no habrá tiendas de raya, como en 1910, pero hay jornadas laborales de 12 horas, (más las horas utilizadas en el transporte) y todo sube de precio pero los salarios no. Los pobres se hacen más pobres, y los ricos disminuyen su número, pero no así su riqueza, que aumenta patrocinada por los gobiernos, por la crisis que se inventan. La riqueza no circula, estamos en manos de unos sujetos que se dicen “neoliberales”, pero que no actúan como tales, y ahora con los cárteles de la droga, éste país se asemeja más en el tiempo, a los “estados guerreros” japoneses, o al sistema de ducados de Italia de hace chorrocientos años. No avanzamos con éste “despotismo ilustrado”.

Los significantes del cuadro son soles, lunas y calaveras que se rompen, dando a luz a una nueva calavera: nuestra condena a repetir los mismos errores como nación, hasta que logremos algo que las sociedades sólo logran con el aislamiento: un rostro. La globalización nos está diluyendo, es increíble que mejor los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, cerrados sobre sí mismos por la intolerancia sajona, tengan más certeza de la mexicanidad que la gente que vivimos aquí. Debiéramos celebrar el 5 de Mayo como una grandiosa fiesta nacional, pero no lo hacemos, y cada vez se celebra más la demoníaca fiesta sajona del Hallowen en vez del Día de Muertos.

La técnica del cuadro es óleo sobre tabla, y las calaveras, son de barro negro y rojo oaxaqueño, hechas añicos por las manos iconoclastas de mi sobrino Álvaro, cuando tenía apenas dos añitos. ¡Felixes Fiextax! No se olviden de gritar: “¡Viva México, muera el mal gobierno!”

¡Sayonara!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, cada semana entro a checar con lo que nos haces favor regalarnos y en lo personal me encanta como escribes y se que debemos estar enterados de las malas funciomes de nuestro pesimo gobierno, pero me gustan mas tus relatos, pero yo se que si quitamos al PRI, PRD, PAN, ETC no tardariamos nada en inventar a otros iguales o peores, insisto no se nada de politica, pero creo que solo deberia haber 2 partidos y nada de IFE y no permitir que una persona ocupe mas de una vez un puesto politico asi al menos solo roba en un sexenio, segun tenemos petroleo pero entre politicos y sindicatos pagamos mucho mas que paises que tienen que comprar el combustible, en fin gracias por permitir expresar un poco de mi opinion, fijate que util es tu blog.