¡Hola a todos, gatos locochones y peludos! (aunque sea de las cejas) sin olvidarme, por supuesto, de las bellas gatitas por las que uno mataría mil ratones por uno solo de sus ronroneos. ¿Cómo están? Espero que muy bien, surfeando en éste mar de inseguridad, porque, en serio, un simple viaje por el metro se ha vuelto una aventura peligrosa. A veces uno se pregunta si vale la pena salir de su humilde morada por un salario de miseria, pero qué carajos, todos tenemos el mal hábito de comer. Qué se le va a hacer.
¿Qué tenemos aquí? ¿Qué les estoy poniendo, camaradas? Pues bien, cuando abrí éste peludo sitio de interné, pensé que no sería exclusivamente mío. Vamos, el egoísmo es lo que ha echado a perder este mundo maravilloso y vasto que Dios Nuestro Señor nos dio, el cochino afán de decir “mío mío, no doy”, y yo, como he de ser consecuente con mi formación marxista, desde un principio pensé darle chance a quien quisiera, y que tuviese calidad, pero, antes que cualquier cosa, tuviese una entrega sincera al oficio de tejer ideas, ya sea con monos, con pinceles o con palabras. (Éntrenle! ¿Quién dijo yo?) Si uno de los sueños frustrados que tuve era el de tener una editorial, y darle solidaridad a las personas que intentaran hacer algo, aun sin tener metálico. Pero como la editorial se cebó, pues vamos a utilizar ésta galería peluda y digital para dar salida a unas cuantas cosas, que creo que merecen ser mostradas.
Y comenzamos la farándula con alguien muy cercano a mí. Sí, sé que es una especie de nepotismo, pero créanme, no es con ésa finalidad. En realidad, es algo que tiene mucho que ver con lo que estoy haciendo últimamente, la historieta “El Ángel Azul”, cuyo argumento y personajes son de la persona a quien les voy a presentar a continuación: H. P. Aguilar, y cuyos personajes vieron sus inicios en los trabajos que les voy a poner a continuación. El trabajo de mi hermano data del año 1986, y es el único que pudo ser rescatado, antes de que uno de mis cuates me agarrara hasta la pata y no me los devolviese, una vez que se los presté por que su esposa había muerto, y creímos, mi hermano y yo, que sería una buena idea mostrarles éstas histerietas casero-urbanas para levantarle el ánimo. Por fuerza mayor nos tuvimos que cambiar, y se perdió el contacto, y así desaparecieron la primera historieta del “Aguilita”, sin título, y “El Komopuerko”, “Margarona”, mis amados “Pelonetes”, del cual conservo sólo uno. En fin, que la que les presento se llama “El Beneficio del Edificio”, data del año de 1986, y está registrada, junto con los personajes, para evitar una canallada, en el Registro de Autor, así que está protegida, y la publico con permiso de mi carnal.
Sin más preámbulos, les presento la primera entrega del “Beneficio Del Edificio”. ¡espero que la disfruten!
¿Qué tenemos aquí? ¿Qué les estoy poniendo, camaradas? Pues bien, cuando abrí éste peludo sitio de interné, pensé que no sería exclusivamente mío. Vamos, el egoísmo es lo que ha echado a perder este mundo maravilloso y vasto que Dios Nuestro Señor nos dio, el cochino afán de decir “mío mío, no doy”, y yo, como he de ser consecuente con mi formación marxista, desde un principio pensé darle chance a quien quisiera, y que tuviese calidad, pero, antes que cualquier cosa, tuviese una entrega sincera al oficio de tejer ideas, ya sea con monos, con pinceles o con palabras. (Éntrenle! ¿Quién dijo yo?) Si uno de los sueños frustrados que tuve era el de tener una editorial, y darle solidaridad a las personas que intentaran hacer algo, aun sin tener metálico. Pero como la editorial se cebó, pues vamos a utilizar ésta galería peluda y digital para dar salida a unas cuantas cosas, que creo que merecen ser mostradas.
Y comenzamos la farándula con alguien muy cercano a mí. Sí, sé que es una especie de nepotismo, pero créanme, no es con ésa finalidad. En realidad, es algo que tiene mucho que ver con lo que estoy haciendo últimamente, la historieta “El Ángel Azul”, cuyo argumento y personajes son de la persona a quien les voy a presentar a continuación: H. P. Aguilar, y cuyos personajes vieron sus inicios en los trabajos que les voy a poner a continuación. El trabajo de mi hermano data del año 1986, y es el único que pudo ser rescatado, antes de que uno de mis cuates me agarrara hasta la pata y no me los devolviese, una vez que se los presté por que su esposa había muerto, y creímos, mi hermano y yo, que sería una buena idea mostrarles éstas histerietas casero-urbanas para levantarle el ánimo. Por fuerza mayor nos tuvimos que cambiar, y se perdió el contacto, y así desaparecieron la primera historieta del “Aguilita”, sin título, y “El Komopuerko”, “Margarona”, mis amados “Pelonetes”, del cual conservo sólo uno. En fin, que la que les presento se llama “El Beneficio del Edificio”, data del año de 1986, y está registrada, junto con los personajes, para evitar una canallada, en el Registro de Autor, así que está protegida, y la publico con permiso de mi carnal.
Sin más preámbulos, les presento la primera entrega del “Beneficio Del Edificio”. ¡espero que la disfruten!
¿Qué les pareció? Pinta bien, ¿no? La semana que entra les pongo la segunda entrega, ya que hemos terminado con el rollo de los “Santos Viejos”. ¡Por fin! ¡Y por fin he vuelto a pintar! Tengo un par de ideas que a ver si termino para las fiestas del Bicentenario, que yo propondría como “Refundación de la República”, “Nuevo Constituyente”, “Abolición del Estado Centralista y Presidencialista”, y un montón de ideas que no son sólo mías y que nunca serán puestas en práctica por “Los Amigos de Peña Nieto” alias “Iniciativa México”, y espero ponerles aquí dentro de no mucho.
Y sin más que decirles, postrado de una gripe interminable (seguramente por mis pelos que se me atoran en la garganta) me despido, combativos camaradas de la imaginación, no sin antes mandarles un fuerte y solidario abrazo a la gente de Nuevo León, Tamaulipas, mi Oaxaca querida y Veracruz y de todos los sitios que se han visto afectados por las intensas lluvias. ¡Valor! ¡Aguante! ¡Todos los mexicanos debemos ser uno! ¡No confíes en el gobierno para ayuda, sino en tus valerosos brazos, y en los valerosos brazos del compañero de al lado! Recuerden que todo se puede solucionar entre todos y con imaginación.
¡Sayonara!
1 comentario:
Perdònenme,pero yo no me voy a tragar la pildorita. Hasta que los empresarios hagan lo que deben de hacer, que es generar trabajos bien remunerados, pagar impuestos y tener responsabilidad social y nacional, y no venderse almejor postor como ha pasado con tantas empresas que son absorbidas por gigantes trasnacionales, que se llevan todo y no dejan nada, hasta que la burguesìa nacional sea èso,NACIONAL, hasta entonces creerè en ustedes.
Gracias por participar en el Cojìn.
Atte:
El Gato En su Cojìn.
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