¡Qué pues!
Nada, nada. Aquí, transmitiendo en medio de la tarde noche, como ésa canción que cantaba el Miguel Ríos, y que también interpretaba de forma hermosa la Betsy Pecanins, ésa que dice: “Ven a Radio Madrugada, si estás sola en la ciudad, sin salirte de tu habitación/ No estás sola, alguien te ama en la ciudad/sal al aire/ y no me acuerdo que más….” ¿Ya se acordaron? Es un rolón, ¿a poco no? Pura nostalgia cecehachera, qué caray.
¿Y que hay de nuevo? Pues no mucho. En realidad, me he indigestado un poco de realidad, y dejé de escuchar los noticieros. Me han cansado. Puro muerto por todos lados. Puros heridos, pura canija desolación y dolor. Qué se le va a hacer en éste dialogo de sordos y tontos en que se ha convertido nuestra realidad nacional. Tener que soportar las canalladas y mentiras que dicen desde los micrófonos todos, la desfachatez de los que tienen poder, aunque sea mínimo, al proclamarse que son menos malos, nomás por que los de éste bando no matan mujeres ni niños como los del cártel de enfrente, no, nosotros puros hombres, dicen los angelitos en sus mantas como si a un muerto le interesara la edad o el sexo. Como si a los deudos les interesara si el muerto era niño o niña, un viejito o un ser productivo (o uno improductivo, que para el caso es lo mismo, desde la óptica deformada de que si no trabajas, no eres nada.) Los partidos, igual. Resulta que el FRI ahora ya es bueno, nos promete su folclórica dirigente que ahora sí es un nuevo dinosaurio, recién eclosionado. Y los del partido mochilo, pese a ser los seres más retrógradas y azules que hay, resulta que ahora sí tienen visión de futuro. Y los más descarados a mi parecer, los amarillos, los tristes asoleados. Ahora son hermanitos todos y se dan abrazos que ya hubieran querido darse Iturbide y Guerrero, y ahora se refundan, dejando de lado al Ingeniero, quizá la única persona con algo de moralidad dentro de ése partiducho.
¿Y del futbolista? Ahora que estuve en el hospital, la clínica 68, mientras esperaba a que a mi madre la operaran de su hernia, entraron dos heridos de asalto, muriéndose, y de las cámaras de telerisa, ni sus luces. Peor. Un “reality”. Ya quisiera que hubieran hecho la mitad del escándalo que hicieron por ése futbolista, por el caso de los niñitos de la guardería ABC de Sonora. Lo bueno es que, según la IP, sólo los empresarios tienen moralidad, sólo los empresarios se la juegan con México. Sí, cómo no. Usando su mismo spot: “el día que más empresarios paguen impuestos y sueldos justos, y jornadas justas…” y le ponen, por favor, los fueguitos artificiales. Si, me cansé de todo ése circo. Por favor, noticias, déjenme tranquilo, hasta que se inunde de nueva cuenta la calle por que el drenaje es viejo y tapado por que todos, absolutamente todos, tiramos basura en las calles, y el supuesto gobierno elegido por todos, no limpia las cañerías. Déjenme en paz, hasta que mi calle se inunde y tenga que lidiar con la naturaleza, y las aguas negras no tan naturales.
¡Pero basta! Mejor le seguimos con Piero Bambini. Ésta Histerieta está basada en un relato corto de mi carnalito, el laureado H.P. Aguilar, sobre un sueño muy loco que tuvo. Para el concurso, le dije a mi carnal: “¿La metemos?” “¡Órale!” Y vas que chutas. ¿Reconocen a los personajes? Apuesto que sí. Le cambié los nombres por dos motivos: el primero, fue para hacerla un poco más difícil de seguir. Algo así como decir “Bomberito Juárez” en vez de “Benito Juárez”. Me parece que el nombre real haría que el personaje se separara del contexto, al hacerlo grande, inalcanzable como fue en verdad el ídolo del pueblo, el gran Perico Infante. Luego les platico una anécdota que me contó una señora que trabajó con él en la colonia Industrial. Bueno, la segunda razón, fue por respeto a los herederos del gran Andrés Soler. Nunca ha sido mi intención el faltarle al respeto a alguien. ¿Por qué en italiano? Bueno, si ven el cine italiano de los 50’s, verán similitudes con nuestro cine de la época de Oro. Por eso. Y también por que se me antojó. Y qué, y qué…
Bueno, los dejo con la segunda entrega, que espero que estén disfrutando. Nos vemos la semana que entra si Dios quiere.
¡Sayonara!
P.D: ¡Claro que me gustarìa trabajar en los estates! ¡Còmo se le hace? ¡Creen que me den visa a mì, èste rojo y cachondòn gato? Muchas gracias a todos los que me han escrito, ¡ese apoyo si se ve! ¡Ese apoyo si se ve!
Ahora sì, ¡Sayonara! ¡Hasta la semana que entra si me puedo escapar!
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