miércoles, 11 de mayo de 2011

Histerieta: “Los Que Cayeron De Cabeza” 7ma Entrega.


¡Mis estimados Camaradas! ¿Cómo han estado? ¿Qué me cuentan de nuevo?

Pues yo, como podrán suponer, en lo mismo. Nada nuevo realmente, salvo contento porque acaba de perder el América, y parece que la Superchiva si tiene posibilidades de llegar al campeonato de pambol. No se crean, en realidad no soy pambolero, pero a veces si me gusta ver las liguillas. No entiendo por qué son considerados el mismo torneo, si en realidad son dos diferentes. Y algo que me molesta es el sistema de puntuación. Creo, salvo mejor opinión de ustedes, camaradas peludos, que la puntuación debiera basarse en el gol; lo bonito del pambol, es el gol, es su culminación, su clímax, y me parece que un juego es reñido aún más, cuando hay más goles. Me parece que, aunque un equipo estuviese a punto de bajar a la 1ra A, (otra de ésas, ¿por qué no le dicen simplemente “segunda división”?) si da un juegazo de ésos de 8-0, tuviese oportunidad de seguir adelante. Será que el Necaxa siempre me ha caído bien, y estoy disconforme con que se haya ido. Un equipo luchón pero con mala directiva, ya que siempre que tenían un buen cuadro armado, a los directivos se les hacía fácil romperlo para darlo al América, donde no hacen nada!

Es como en el amor, mis estimados camaradas, mis combativos camaradas. Si uno no entiende las señales que le manda el sexo contrario, se está perdido; ¿por qué no se podrá decir directamente “me gustas, vamos a intentarlo”? ¿Por qué tenemos que ser tan ratones, y gustar tanto de las orillas? Sí, sí, sé que se llama cortejo, y que sabiéndolo jugar, puede ser divertido, pero no sé si sólo sea yo o que también les pase a ustedes, pero a veces el cortejo es desesperante, ya que basta una mala jugada, un mal movimiento, o hacerlo a destiempo, para que todo se vaya al traste. No es justo, me cae que no.

¿Por qué les platico esto? Será que me acabo de enterar que era correspondido por una hermosa mujer, y que por no moverme a tiempo, mi oportunidad se perdió. Será que no entendí las señales que me mandó, interpreté mal su indiferencia a veces, no comprendí su frialdad para conmigo cuando estaba rodeada de sus amistades, creí zonzamente que sus plantones eran porque en realidad no le interesaba más que como amigo, y ahora, tres años después, platicando hace poco con ella, decidimos abrirnos de capa como en la canción del gran Marcial Alejandro “Conversando” y decir las cosas directamente: “me gustabas mucho, estaba enamorado de ti. Hasta te escribí poemas” le dije vanagloriándome, diciéndole entre dientes (otra vez las orillas, ¡qué se la va a hacer!) para que se sintiera mal con lo que se perdió, vano intento de salvar la poca dignidad que a uno le resta. Ella se me quedó mirando con sus hermosos ojos, y en una jugada maestra, me respondió con harta seriedad: “tú también me gustabas mucho. Quería estar contigo.” Jaque mate.

Fue… No sé cómo decirlo, camaradas. Fue… una especie de horrenda alegría. Sí, creo que es así. Fue la alegría más gacha que me hayan podido dar. Gajes del hombre feo. Tanto cortón nos vuelve harto desconfiados, tanto, que cuando ocurre, simplemente no lo creemos, o simplemente no entendemos las señales, como en el pambol, cuando un delantero se come la defensa, tira a gol y éste da en el poste, quedando la pelota viva y con la defensa vencida, sin que haya un segundo delantero que entienda que ésa es la oportunidad y que llegue barriéndose a meterla de palomita. Gajes del oficio de nosotros, repito, los hombres feos.

En fin, pasando a lo nuestro, les pongo la siguiente entrega de Tzitzimine. Alguien me dijo que está mal escrito, que es “Tzitzinime”, pero por lo que yo investigué, es correcto “Tzitzimine”, porque lo he visto escrito de las dos formas, por lo mismo, colijo que es correcto hacerlo así, por ésa regla que no recuerdo cómo se llama, que permite que un error gramatical se haga correcto por costumbre, ya que el idioma es un ente vivo, y que al idioma lo hacen los hablantes. En todo caso, no se  ponen de acuerdo los antropólogos e historiadores en la forma correcta de decir “Los Que Cayeron De Cabeza” en náhuatl.






 
¡Ah! Aquí tenemos al tercer personaje importante de esta saga, el Gran Cuauhtémoc Tetepa. Déjenme decirles que éste es un personaje que a mí, en lo particular, me gusta mucho, y que disfruté dibujándolo. Es un hombre de mediana edad, de más de cuarenta años. Es una buena edad, aunque para los empleadores y sus patrones burgueses signifique vejez. Los cuarenta son buenos, porque estás en tu plenitud de fuerza, y sin embargo, no eres tan viejo como para no arriesgarte a hacer cosas que quizás no harías con más sensatez, la de los sesenta. Tienes la suficiente madurez para hacer las cosas bien, y aún eres joven para disfrutar de muchas otras, como hacer ejercicio, cortejar a una bella dama (o a un bello hombre, en caso de ellas) andar en bicicleta y disfrutar del arte y de los deportes. Cuauhtémoc es así, como habrán podido darse cuenta al leer éstas páginas. El responsable líder de un grupo que vela por que no se acabe el mundo! Já ja ja! Y algo que me gusta aún más, es que es indígena puro, mexica puro (si es que queda alguno, él y su hijo son los últimos mexicas), y es muy orgulloso de ello, como todos los mexicanos debiéramos estar al tener la mitad de sangre indígena. ¡Digo, ellos construyeron pirámides como las de Teotihuacan sin acero! ¡Imagínense hacer una talla como las mayas, sin cinceles! En serio, no somos justos con los indígenas. Si los integráramos a la sociedad, serían una adición muy pero muy valiosa.

Recuerdo que cuando vinieron los Comandantes Zapatistas a la Ciudad de México, en uno de tantos mítines Doña Ofelia Medina me bautizó Indio junto a cerca de doscientas mil personas en el mero Zócalo de la Ciudad de México, y me siento muy orgulloso de mi mitad. Vean por qué: el otro día, cuando fui a la Ciudad de México, me subí a un colectivo que decía “Indios Verdes” pero como me quedé con la duda, le pregunté al chofer: “¿Es indios?” y él me respondió “Está bien que esté prieto, pero no soy indio”, y hubiese quedado ahí, en el chiste, pero después se subieron unas niñas de secundaria, que le pidieron que las bajara en una parte donde la mayoría de los colectivos paran, antes de llegar al metro Indios Verdes. El hombre cambió totalmente, no las quiso bajar ni con el pedimento de los pasajeros, exponiéndolas al barrio bravo que es esta terminal. No quería ser indio el chofer, así que quiso ser como los españoles de la conquista, déspota e insensible, pensé en mis adentros.

Sí, camaradas, es hora de ser solidarios, de integrar, no de separar. Ahorita que están con fuerza algunas cosas buenas, como el movimiento contra la violencia, el “no más sangre”, un movimiento que tiene fallas, como todas las cosas que hacemos los humanos, pero que por lo menos, es puro en sus intenciones, y eso es mucho, camaradas. A mí me gustaría que en vez de pedir “no más sangre”, en vez de pedir un alto a la violencia, se fuera más allá y se pidiera la renuncia inmediata no sólo de Genaro García Luna, el corrupto jefe de seguridad nacional, sino también de Felipe Calderón y su gabinete, el exilio por no decir pena de muerte para Carlos Salinas de Gortari por persona non grata, pena de muerte también para Succar Kuri y todos los pederastas, cadena perpetua para todos los delincuentes de cuello blanco, y sí, camaradas, buscar culpables, no caer en la tontería de “hay que dejar ésas cosas en el pasado” “no hay que culpar a nadie, sino ver para el futuro”… ¿Y la justicia? Si pensamos así, de no buscar culpables, ¡entonces que se abran las cárceles del país! ¿Van a quedar también sin castigo los empleadores, los gerentes y dueños de Minera México, por el niño que perdió los brazos, así como quedaron sin castigo por Pasta de Conchos? ¿Van a quedar sin castigo los Zetas? ¿Los feminicidas? ¿Los violadores del niñito de Oaxaca? ¿Los curas pederastas? ¿Los hambreadores? ¿los ex presidentes corruptos y los diputados y senadores corruptos y los municipales corruptos y ladrones, que se enriquecen con el sudor y el hambre y el miedo de millones de mexicanos?
Esta es la hora, camaradas peludos, el mundo está cambiando, y nos guste o no, ya estamos globalizados! (já ja ja!) es decir, es hora de que cambiemos también, de que seamos una verdadera república federal y no esta caricatura grotesca de país que somos. Debiéramos ir por más, por una nueva república ministerial, debiéramos recuperar la economía mixta que nos permitiría crecer de a deveras, hacer planes de desarrollo por veintena de años, no por año o por mes como actualmente pasa.

Se puede decir que soñar no cuesta nada, pero lo cierto es que el sueño es el inicio de la realidad, y yo quiero un país donde puedas trabajar sin temor a que te corran, yo quiero un país donde puedas tener cinco hijos si quieres sin que tengas temor por su futuro, yo quiero un país donde puedas decir lo que quieres sin que te aíslen ni que te metan a la cárcel, quiero un país justo, donde la gente crezca con sus habilidades y virtudes, y no por ser amigo del jefezote. Quiero un país donde sus representantes sean eso, representantes reales de la gente, de ti y de mí y no de grupos con poder. Quiero un país donde los niños puedan jugar aunque sea de noche, sin temor ni a robachicos ni a pederastas, donde baste una carta a tu presidente, a tu diputado, a tu senador, para saber que él va a ver y a valorar tu problema o tu sugerencia.

¡Sayonara! ¡Nos escrivemos en la entrega que viene!


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese Gato Jazz!!......muy chidos los dibujos, esa técnica blanco y negro creo que es tu fuerte.....muchas felicidades pero cuándo va a continuar la historieta?.....saludos!!


Desde la Mortales....Pepe Blancas......salud!!

Anónimo dijo...

Qué onda con la propuesta erótica??.........ese sí que es tu fuerte no?........saludos desde la dimensión desconocida......jejejeje.......

El Cojín Del Gato dijo...

¡Arigato Kodaimas, mi estimado Pepe Blancas, desde la Colonia Mortales! No sé por qué, pero toda la gente que vive ahí tiende a ser mortal... Já ja ja! Sí, es un mal chiste, lo sé... Pero lo cierto es que ahorita mismo te pongo el final del códice 2 de Tzitzimine! ¡Faltaba más!


Y sobre la propuesta erótica... Híjole, yo que quiero que este sea un sitio familiar y me piden encueradas, pero ¡al público lo que pida! ¡Faltaba más! Nomás terminamos con Tzitzimine y te pondré una teja que hice en mis ratos de ocio que si no es erótica, por lo menos es pornográfica! ¡Já ja ja! Delgadísima línea que separa lo erótico de lo pornográfico, la neta, yo no sé distinguirla. Fíjate que ando queriendo hacer una historieta corta de sexo fuerte, pero sí me gustaría que tuviera historia, y de momento ando ocupado con "Xibalbar" y con "Hadas", que realmente tiene momentos de sexo fuerte, explícito, pero como hasta el capítulo cinco, y apenas empecé a dibujar el primero. Prometo que cuando lo termine, lo pongo aquí.
¡Arigato kodaimas! ¡Ése apoyo sí se vé!